Clint Eastwood no solo ha logrado consolidarse como uno de los directores más respetados de la meca del cine, el también actor trabajó con algunos de los mejores realizadores en la historia del séptimo arte. Eastwood colaboró con maestros como Sergio Leone y Don Siegel, de quienes aprendió muchas cosas. A diferencia de esta época, donde cualquier joven cree que es un director consumado por haber hecho un par de cortometrajes, hace varias décadas existía todo un sistema de realización y una jerarquía que todo aspirante a cineasta debía atravesar y que iba desde jalar cables hasta volverse asistente de director; esa era la manera en la que se formaban nuevos realizadores.
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Eastwood es resultado de ese sistema de formación de la vieja escuela, donde los actores callaban y escuchaban atentamente a los directores. Toda esa experiencia ha sido de gran ayuda en la faceta detrás de cámaras del “hombre sin nombre” y lo ayudó a desarrollar su propio estilo. Una forma práctica y concreta de hacer cine, alejada de la arrogancia del intelectualismo de café exprés. Los siguientes son valiosos consejos de Eastwood que todo aspirante a realizar cine debe tener en cuenta a la hora de ocupar la silla de director.
Dormir lo suficiente
Suena a un consejo demasiado obvio, pero el pesado ritmo de trabajo de un director puede convertir el sueño en un verdadero lujo. Alison, hija de Eastwood, explicó a The Hollywood Reporter que su padre la ha aconsejado ahora que ella también ha querido incursionar como directora:
Tiene un sentido del humor muy seco, su principal consejo fue que hay que dormir lo suficiente, descansar a consciencia, ya que necesitarás toda tu energía al hacer una película. A veces da consejos de formas peculiares y es que así es su personalidad.
Sé un intérprete, no un creador
Una peculiar frase que incluso podría sonar un tanto contradictoria, pero para Eastwood tiene todo el sentido del mundo y en una entrevista para The New York Times de 1985 el histrión explicó que prefiere esperar a encontrar el guión indicado en lugar de comisionar uno. “Éste soy yo y éste no soy yo, tengo limitaciones y debo estar consciente de ellas". Eastwood comenta que compró el libreto de Los Imperdonables - 95% e intentó hacerle ajustes. Ahí se dio cuenta de que mientras más cosas cambiaba peor quedaba, con lo que confirmó su mantra de no intelectualizar demasiado el proceso artístico.
En otra entrevista Eastwood profundizó aún más respecto a la diferencia entre crear e interpretar.
Cuando actúas no necesitas anunciar tu presencia, ya te encuentras en el set después de todo, pero si diriges no debes ser intrusivo con el material, ya que dirigir es una cuestión interpretativa, mientras que escribir realmente es crear algo. Por supuesto, se pueden hacer ajustes o cambios conforme filmas, pero debes apegarte a la arquitectura del libreto. Procuro además involucrar al director de fotografía y le hago saber lo que quiero plasmar, ya que el estilo es parte fundamental de la historia y cada historia requiere un estilo diferente.
No te cierres
Eastwood cree firmemente en apegarse al libreto, pero no se opone a los cambios y está abierto a ideas e incluso a cambiar de parecer y evolucionar a través de la producción. Esto fue lo que dijo en una entrevista de 2003:
Visitas el set de filmación y empiezas a formarte una idea respecto a los actores y la historia. Si vuelves varias semanas después es probable que hayan cambiado varias cosas en el set y empieces a considerar un acercamiento diferente al material. Tener todas tus ideas en un molde fijo puede crearte un conflicto. Me gusta cuando los actores sugieren algo y, si suena a una buena idea, lo intentamos. Es el tipo de cosas que me agradan en un set y es la forma en la que me gusta ser dirigido.
Da todo lo que tengas
Eastwood considera que uno debe poner todo su esfuerzo en un proyecto y a la vez ser fiel a su voz y a sus principios. El proceso de aprendizaje es, por supuesto, una parte esencial y es que nunca se termina de aprender, sin importar cuánta experiencia se tenga. Así lo explica en una entrevista en FilmCraft.
Aprendes algo de todos, de los actores, el director y el resto de los que participan en la producción. Incluso cuando observas a un director hacer algo reprobable también aprendes de ellos. Debes confiar en tus ideas a pesar de que habrá gente que tratará de prevenir que cometas un gran error de juicio, pero si pasas todo el tiempo con dudas tampoco podrás realizar algo importante.
Sé eficiente con todos
Es sabido que cuando Eastwood dirige rara vez se realiza un ensayo y menos una segunda o tercera toma. El veterano de Hollywood explica una vez más en FilmCraft que esto se debe a que procura mantener la frescura de las primeras interpretaciones.
Me gusta mantener un ritmo fluido de filmación y avanzar siempre hacia adelante, no permitir que las cosas se empantanen y con ello se empantanen los actores. Todos los involucrados deben sentir que realmente avanzan y que construyen nuevos logros cada día. Es así como logras sacar lo mejor de la gente.
Mantenerse callado
Eastwood también es conocido por no gritar las palabras “acción” y “corte” en sus sets de filmación. Esto es por una cuestión de eficiencia: favorecer el silencio por encima del ruido permite mayor concentración en la filmación. Para FilmComment, Eastwood explicó este punto en 2005.
La clave para mí es que todos estén listos y saben si yo estoy listo, así que solo necesito hacer un gesto con la mano y comenzamos a rodar la escena. No hace falta hacer un gran anuncio en el momento de empezar a filmar; si gritas harás que otros griten. Si hablas despacio y con calma los demás responderán de igual forma.
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