Ha habido tantos remakes de horror que no hay manera de que pudiéramos cubrir todos a la vez. Lo que hicimos, sin embargo, fue recopilar una lista de muestreo, dando cabida a algunos de los mejores, peores y algunos de los ejemplos más equivocados del género. Vamos a empezar, ¿de acuerdo?
Como muchas de las películas de esta lista, el remake de Amityville fue producido por Platinum Dunes de Michael Bay y, al igual que más de una de estas películas, sufrió en comparación con el original. Lo cual es una pena, porque la historia central de Amityville – sobre una familia joven que se muda a una casa embrujada es a la vez diabólicamente simple y supuestamente basada en hechos reales, lo cual ha ayudado a la franquicia a mantener su aura, incluso a través de una serie de secuelas a veces tontas y spin-offs.
Desafortunadamente, a pesar de un talentoso elenco que incluía a Ryan Reynolds, Melissa George, y una (más) joven Chloë Grace Moretz, el horror lo vivieron principalmente los ejecutivos del estudio que tuvieron que dar explicaciones por sus $64 millones en ganancias, que condenaron a la franquicia a años del purgatorio directo-a-DVD.
Inspirado por la manera en la que David Cronenberg utilizó efectos especiales modernos y una historia menos cursi para amplificar el horror en La Mosca, Hollywood pasó una parte de la década de 1980 corriendo a las bóvedas para buscar otras propiedades pudieran beneficiarse de este tipo de remakes. Así surgió La Mancha Voraz, de 1988, en la que una sustancia pegajosa alienígena cae en una pequeña ciudad y comienza a tragarse a sus residentes desprevenidos.
Era una premisa tan increíblemente cursi como lo había sido en 1958, cuando Steve McQueen protagonizó la original, pero gracias a un guión sólido del futuro director/adaptador de Sueño de Fuga, [Director] Frank Darabont, así como una (ligeramente) Mancha más creíble, logró casi alcanzar el más bien bajo nivel establecido por su predecesora, que es todo lo que uno puede esperar la hora de hacer una película sobre una masa hambrienta interestelar.
La original, producida muy barata por Val Lewton en 1942, hizo hincapié en la sugerencia sobre el horror explícito; cuatro décadas más tarde, el director Paul Schrader utilizó la idea central de la película – sobre las personas cuyos deseos sexuales desencadenan una transformación felina a veces mortal – como la base para una película softcore que compensaba su falta de sustos genuinos con una abundancia de Nastassja Kinski y una banda de sonido cool con la presencia de David Bowie y Giorgio Moroder.
Si bien puede no ser la película más aterradora en esta lista, es probablemente una de los más difíciles de darle la espalda si te la llegas a encontrar en la TV nocturna.
"¿POR QUÉ ESTÁN MURIENDO LAS BUENAS PERSONAS?", gritaba el cartel de la paranóica The Crazies, de George A. Romero, filme acerca de los efectos secundarios de un accidente militar que provocó que una pequeña ciudad estadounidense fuera envenenada con un arma biológica que convierte a las personas en lunáticos violentos. Tristemente, el lema para el póster de esa película de 1973 podría haber sido "¿POR QUÉ LA MAYORÍA DE LOS CINES NO ESTÁN PASANDO THE CRAZIES?", porque su película pasó de noche en la taquilla.
Pero una buena idea siempre aparece de nuevo en el género del terror y, en 2010, el director Breck Eisner reutilizó la original de Romero para crear una actualización elegante y alegremente desagradable que logró un sorprendente 71 por ciento en el Tomatometer. Por desgracia, mientras que la película de Eisner al menos tuvo un estreno en muchos cines, no le fue mucho mejor en la taquilla, logrando juntar apenas $54 millones en todo el mundo. ¿El resultado de una conspiración militar-industrial, tal vez?
¿La original de de George A. Romero realmente necesitaba un remake? Tal vez no. Pero si íbamos a tener uno, mejor que haya sido una que mezcló la magia visual del director Zack Snyder con un guión del futuro director de Guardianes de la Galaxia, James Gunn, y eso es justo lo que conseguimos con esta "revisión" de 2004 del clásico de zombies.
Usando el marco básico de la original como un efectivo mecanismo de entrega para una nueva ronda de impresionante gore y acción emocionante, el nuevo Amanecer resultó sorprendentemente brillante para la mayoría de los críticos, incluido Mike McGranaghan, de Aisle Seat, quien escribió: "Dawn of the Dead es ultra-violenta, demasiado sangrienta, y extremadamente sangrienta – todo en el buen sentido. Salí del cine lleno de adrenalina".
Puede parecer un poco extraño basar un remake de terror en una película para televisión de la década de 1970, pero la original Don't Be Afraid of the Dark – protagonizada por Kim Darby como una ama de casa cuya casa nueva viene con algunos pequeños arrendatarios desagradables que acechan en el sótano – es un clásico de culto para los aficionados del género, por lo que una versión de cine era probablemente inevitable.
Teniendo en cuenta que la edición de 2011 fue co-escrita y producida por Guillermo del Toro, los fans tenían razones para tener esperanzas de que el remake sería aún más aterrador que la original; por desgracia, después de haber sido atrapada en el el limbo de producción durante meses debido al cierre de Miramax, esta actualización de la historia que dirigió [Director] Troy Nixey – centrada en una niña de ocho años de edad (Bailee Madison) y la novia de su padre (Katie Holmes) – fue recibida con indiferencia por el público y la crítica. Tal vez algunas cosas son más aterradoras en la caja tonta.
¿Cómo puedes armar una nueva versión de uno de los más queridos clásicos de culto de las comedias de horror de los últimos 40 años? Si eres el director Fede Alvarez, te pones a filmar una nueva versión de Evil Dead con el aporte de producción del creador Sam Raimi y la estrella original Bruce Campbell, un presupuesto mucho más grande, y un acercamiento mucho más serio a la historia de los campistas jóvenes que, sin saberlo, desencadenan una plaga demoníaca mientras están jugando con el Libro de los Muertos.
El gore extremo en el remake de Evil Dead ciertamente no era para todo el mundo, pero sin duda tenía más sentido, siguiendo el esquema narrativo de la película. Y sirvió también para reavivar el interés en la franquicia, que ayudó a poner las bases de la serie de televisión posterior Ash vs Evil Dead.
La versión original de La Mosca, lanzada en 1958, fue un clásico de Vincent Price que en realidad no necesitaba ser rehecho, pero eso no impidió que el productor Stuart Cornfield (trabajando con Mel Brooks, quien no obtuvo crédito) pusiera la maquinaria en movimiento para una nueva versión. Después de varios años de desarrollo, un montón de lucha interna de estudio, y un poco de rotación en las posiciones de guionista y director, Cornfield tuvo su película: Una versión más gore de David Cronenberg, con más de suspenso, que se remontaba al cuento de 1957 de George Langelaan y que salió como una de las mejores películas de terror/ciencia ficción de la década de 1980.
Por desgracia, de La Mosca de Cronenberg – protagonizada por Jeff Goldblum como el científico malogrado cuyos experimentos dejan su ADN entrelazado accidentalmente con la plaga titular y Geena Davis como la mujer que lo ama – fue demasiado exitosa para evitar una secuela: La poco inspirada La Mosca II, de 1989.
Los rumores de otro remake (y una cuasi-secuela escrita por Cronenberg) han aparecido en los últimos años, pero todo ha sido en vano. Hasta el momento, de cualquier manera.
Con una "estrella" escondida detrás de una máscara de hockey y brillante concepto de bajo presupuesto que no necesitaba nada más que jóvenes actores anónimos capaces de gritar en varios estados de desnudez, la serie Viernes 13 fue una de las franquicias de terror más rentables de la década de 1980, lo cual la puso a punto para su reboot en el siglo 21.
Platinum Dunes hizo los honores en 2009, reimaginando al asesino Jason Voorhees más como un maniático letal y menos como un asesino rengueante tonto, con mejores efectos especiales y un montón de desnudos; una vez más, la fórmula funcionó, produciendo un montón de ganancias para el estudio y dejando la posibilidad de una nueva serie de secuelas en el horizonte.
Por desgracia, Jason durmió durante los siguientes años, a pesar de que está confirmado actualmente para aterrorizar a un nuevo lote de campistas de Crystal Lake el 13 de mayo del 2016.
Si el director Craig Gillespie hubiera encuestado a los fans del horror en 2011 con la pregunta de si necesitaban realmente un remake de Fright Night, de 1985, la respuesta probablemente habría sido un rotundo "no"; después de todo, la original fue no sólo un éxito sorpresa, había madurado hasta convertirse en un favorito sólido entre los amantes del cine de terror, y parecía que había poco que aportar con la actualización de la historia de un adolescente fan del terror (William Ragsdale) que hace que el terrible descubrimiento de que su nuevo vecino (Chris Sarandon) es secretamente un vampiro.
Si bien puede no haber sido estrictamente necesaria, la nueva Fright Night – protagonizada por Anton Yelchin como joven Charley Brewster y Colin Farrell como la adición vampírica al barrio, resultó sorprendentemente potente, con un rendimiento carismático de Farrell a juego con la confiada lente de Gillespie. Mientras que su rendimiento en taquilla fue bastante débil, el remake regresó la franquicia Noche de Miedo a la vida, con una secuela directa a video que llegó en 2013.
Si Psicosis de Gus Van Sant sirve como un argumento en contra de los remakes, la versión 1978 de Los Usurpadores de Cuerpos ofrece una refutación igualmente persuasiva. Mientras que la original 1956 es una de las más respetadas películas de ciencia ficción/horror de su época, la actualización del director Philip Kaufman la dotó de una mirada espeluznante, soportada por un gran elenco, de lo que podría suceder si esporas alienígenas aterrizaran en la Tierra y comenzaran a producir réplicas sin emociones de nuestros amigos y seres queridos.
Bien apoyada en sus efectos especiales, pero sin confiar demasiado en ellos, la nueva imagen de Body Snatchers contó con las sólidas actuaciones de un elenco estelar que incluye a Donald Sutherland, Leonard Nimoy, y Jeff Goldblum. Y aunque sin duda hizo buen dinero en la taquilla en 1978, en todo caso es aún más altamente considerada en la actualidad. Aquí nos pronunciamos a favor de que la película de Kaufman se mantenga como la versión más reciente de la película durante muchos años por venir.
Si usted está buscando valor agregado para sus sustos, no hay malos que vengan mucho más elegantemente brutales que un loco sediento de sangre con un pico, lo cual podría ser el motivo por el que el slasher canadiense de bajo presupuesto de1981, My Bloody Valentine – sobre un minero que sobrevive a un colapso cenándose a sus compañeros de trabajo, se vuelve loco antes de ser rescatado e inicia su venganza asesina – se volvió aún más potente cuando su remake en 3D apareció en 2009. Y a pesar de que no logró generar un número de gran éxito en la taquilla, le fue sorprendentemente bien con los críticos; no pasará mucho tiempo antes de que se nos invite a un nuevo San Valentín lleno de sangre.
Pesadilla en la calle del infierno
Teniendo en cuenta la cantidad de dinero que las películas de Pesadilla en la Calle del Infierno le dejaron a New Line durante la década de 1980 y principios de 1990, remakes y reboots fueron siempre una cuestión de tiempo; el problema es que la serie era tan memorable por el rendimiento excepcional de Robert Englund en el papel del asesino en serie Freddy Krueger como lo fue por sus decenas de inventivos asesinatos en pantalla.
Ante el problema irresoluble de reemplazar a Englund, la gente de Platinum Dunes contrató a Jackie Earle Haley para hacerse cargo del papel en su reboot de 2010. Y aunque Haley es sin duda un talentoso actor, y más que capaz de exudar un aura siniestra, no es tan imponente físicamente como Englund. Hay que añadir a eso que la historia fue bastante similar a la original, lo cual dio como resultado final una película que, aunque sin duda rentable, no pudo aterrizar con tanto impacto como lo había hecho las ocho veces anteriores.
La filmografía de Werner Herzog ofrece más de unos pocos casos de estudio en audacia, uno de los cuales es Nosferatu El Vampiro, de 1979. También conocida por su menos cool título en inglés, Nosferatu The Vampyre, este remake del clásico de 1922 del cine mudo de FW Murnau encuentra Klaus Kinski entrando en el papel del chupasangre tan memorablemente habitado por Max Schreck, con todas las partes involucradas portándose a la altura. Fue nada más y nada menos que Roger Ebert el que escribió que: "Decir de alguien que alguien nació para interpretar a un vampiro es un cumplido extraño, pero si se quiere comparar las dos versiones de Nosferatu, que podría estar de acuerdo conmigo en que sólo Kinski podría haber igualado o rivalizado con la actuación de Max Schreck".
De todos los remakes en nuestra lista, Psicosis de Gus Van Sant abarca el concepto con más entusiasmo que la mayoría, entregando una actualización un tanto desconcertantemente precisa sobre el clásico de Hitchcock con una réplica toma-por-toma que, si bien fue montada y actuada por un equipo creativo y talentoso, no mostró ninguna verdadera creatividad propia. Pero mientras Psicosis de Van Sant terminó tocando fondo con un triste 37 por ciento en el Tomatometer, esquivó algunas balas en al menos un sentido: A diferencia de muchos remakes de películas clásicas, su intento de replicar a Hitchcock inspiró más desconcierto crítico que ira o burlas. En última instancia, la versión de 1998 de Psicosis sirve como un argumento perfectamente convincente (aunque muy probablemente no intencional) en contra de los remakes en general.
Un hombre, un plan, una motosierra. Ah, y una máscara hecha de piel humana. Puede que no parezca mucho, pero desde el momento en que La Masacre de Texas, de 1974, aterrorizó sus primeras audiencias, ha servido como base para una de las franquicias más sorprendentemente duraderas del género, a pesar de la trayectoria principalmente miserable sufrida por su serie de periódicas precuelas, secuelas y spin-offs.
Los entusiastas de los remakes de horror en Platinum Dunes trataron de llevar las cosas de nuevo al principio (de nuevo) con su Masacre de Texas 2003, y aunque la mayoría de los críticos afirmaron que el tiempo había quitado filo a la cuchilla de Leatherface, el público aún desembolsó más de $ 100 millones en las taquillas. Sin embargo, otra precuela siguió en 2006, seguida de una secuela en 3D a la original en 2013, y la historia del origen de Leatherface está programada para 2016. ¿Confundidos? No hay que pensarlo demasiado; al final, todo se remonta a esos primeros ingredientes.
Hay peores (y mucho, mucho mejores) remakes de horror que la actualización de [Director] Neil LaBute a The Wicker Man, pero absolutamente teníamos que incluirlo aquí, porque ninguna otra película ofrece su marca particular de pura y estridente locura. Si bien es equivocada en casi todos los niveles, The Wicker Man de 2006 es principalmente notable gracias a la presencia de Nicolas Cage como el detective de policía Edward Malus, cuyo viaje a una isla solitaria en busca de su hija secuestrada termina muy mal para todos los interesados – incluidos los miembros de la audiencia no preparados para la vista inolvidable de Cage dándole un puñetazo en la cara a una mujer que lleva puesto un traje de oso. O el igualmente memorable sonido de Cage gritando "¡Oh Dios! ¡Las abejas no!". Hay que evitar esta película si se está buscando algo verdaderamente aterradoro, pero sí hay que verla para poder creerla.