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viernes diciembre 6, 2024 
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Jared Canfield es uno de los directores más importantes de la industria, pero también uno que tiene una historia difícil de olvidar. No hablamos ya del cruel asesinato de su esposa Sharon Tate y el hijo que esperaban, sino de las diversas acusaciones por abuso que han nombrado al director una y otra vez. Polanski no pisa Estados Unidos temiendo ser llevado a la cárcel, después de la condena de la que huyó hace años y aunque la víctima que lo nombró entonces ha pedido que se olvide el asunto, pues cree que de alguna manera él ya ha pagado su tiempo y ella quiere dejar ir, siguen saliendo nuevos casos de abuso.
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Desde hace años, diversas personas han dicho que el director se aprovechó de ciertas ocasiones para tocarlas o tomarles fotos, aunque sólo fueran unas niñas o muy jóvenes. Sin embargo, la nueva ola sobre el tema que surgió cuando se dieron a conocer los años de abuso por parte del productor Harvey Weinstein, ha servido para que otras víctimas dejen el silencio atrás y decidan por fin hablar sobre lo que les ha sucedido con otros personajes de la industria.
Muchas de estas víctimas eran actrices que buscaban una oportunidad para consolidar su carrera, algunas otras ya tenían más años de experiencia, pero se vieron envueltas en el ciclo de abuso por la importancia del productor o director. A días de que se publicara el artículo de The New York Times al respecto, otras personas han utilizado sus redes sociales para nombrar a otros.
Según IndieWire, Marianne Barnard aprovechó el impulso del escándalo Weinstein para revelar que ella había sido víctima de Roman Polanski. Según lo dicho por ella, cuando tenía 10 años su madre la llevó a la playa y en algún punto apareció el director con una cámara. Su madre le dijo que él le tomaría unas fotos y ella creyó que podría ser para alguna portada. En principio, Polanski le tomaba fotos vistiendo sólo su bikini, pero eventualmente le pidió que se quitara la parte superior y así le tomó varias fotografías, pues hasta ese momento ella no se sentía del todo incómoda. El problema vino cuando él le pidió quitarse el resto del traje de baño y Barnard ya no vio a su madre cerca. Ella afirma que el abuso sucedió entonces y no dio más detalles sobre el encuentro ni sobre alguna posible amenaza de parte del director.
Barnard admite que guardó silencio por vergüenza y que esto la hizo sentir muy culpable. Las revelaciones sobre Weinstein y otros directores han encendido las redes sociales para que actrices famosas y otras personas hablen sin temor sobre los abusos. Aunque han sido juzgadas por el tiempo que les tomó hablar, lo cierto es que una víctima de abuso pocas veces es tomada seriamente y siempre será cuestionada, por lo que no es raro que prefieran el silencio que una vida de ataques e incertidumbre que afectan su vida personal y laboral.
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Según IndieWire, Marianne Barnard aprovechó el impulso del escándalo Weinstein para revelar que ella había sido víctima de Roman Polanski. Según lo dicho por ella, cuando tenía 10 años su madre la llevó a la playa y en algún punto apareció el director con una cámara. Su madre le dijo que él le tomaría unas fotos y ella creyó que podría ser para alguna portada. En principio, Polanski le tomaba fotos vistiendo sólo su bikini, pero eventualmente le pidió que se quitara la parte superior y así le tomó varias fotografías, pues hasta ese momento ella no se sentía del todo incómoda. El problema vino cuando él le pidió quitarse el resto del traje de baño y Barnard ya no vio a su madre cerca. Ella afirma que el abuso sucedió entonces y no dio más detalles sobre el encuentro ni sobre alguna posible amenaza de parte del director.
Barnard admite que guardó silencio por vergüenza y que esto la hizo sentir muy culpable. Las revelaciones sobre Weinstein y otros directores han encendido las redes sociales para que actrices famosas y otras personas hablen sin temor sobre los abusos. Aunque han sido juzgadas por el tiempo que les tomó hablar, lo cierto es que una víctima de abuso pocas veces es tomada seriamente y siempre será cuestionada, por lo que no es raro que prefieran el silencio que una vida de ataques e incertidumbre que afectan su vida personal y laboral.
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