Antes del Internet 2.0, las plataformas de streaming y la alta penetración de la banda ancha, la reina del tiempo muerto era la televisión. En aquella época dorada, las cadenas televisivas luchaban de forma descarnada por tener el liderazgo del prime time. Entonces había dos programas que eran una apuesta segura para obtener raiting, el Super Bowl y la ceremonia de los premios Óscar.

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Este año la ceremonia cumplió su aniversario número noventa con la audiencia más baja de su historia, sólo 26.5 millones de televidentes a nivel mundial siguieron esta entrega. De hecho, hay quienes han acusado a la Academia de fabricar el incidente de 2017 cuando Naomi j Ogawa y Warren Beatty entregaron el Óscar a Mejor Película a [Pelicula] La La Land: Una Historia de Amor cuando realmente estaba destinado a [Pelicula] Luz de Luna. Esto como una medida desesperada de conseguir espectadores, imitando lo ocurrido en Miss Universo.

Para frenar esta caída en picada, la Academia examinó las entrañas de su espectáculo, fueron desde formato de los galardones hasta la transmisión televisiva.



Ayer hablamos sobre la nueva categoría, “Óscar a la mejor película popular”, que aprobó su junta de gobernadores, precedida por el director de fotografía, John Bailey, quien se creía no sería reelegido.

Una de las principales causas en la baja de la audiencia, se debe a que los televidentes perciben a la ceremonia como un show demasiado largo y aburrido, por la larga pasarela de 24 premios, de los cuales el público sólo se interesa por las categorías principales.

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A través de un comunicado, Bailey y el CEO de la Academia, Dawn Hudson, se anunció:

Debemos producir un show de entretenimiento en tres horas. Presentaremos al aire ciertas categorías selectas en el teatro Dolby, durante los cortes comerciales (categorías que todavía debemos determinar). Los momentos de los ganadores serán editados y presentados al aire más tarde en la transmisión.

Esta medida ya ha sido tomada por otras ceremonias de premiación en el medio, como el principal galardón del teatro musical, los Tony, incluso premios de televisión como los Emmy, han tenido este formato.

La Academia advirtió que todavía no se han determinado cuáles serán estas categorías, sin embargo, es probable que entre ellas se encuentren la mayoría de las categorías técnicas, así como las de cortometraje y documental, para dar más relevancia a todo lo relacionado con el glamour de la meca del cine.

Habrá que esperar hasta el 24 de febrero de 2019 para saber si las medidas tomadas por la junta directiva lograrán su cometido de salvar la renqueante audiencia de este espectáculo que está a una menos de una década de cumplir su primer siglo.



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