Sieranevada: top de críticas, reseñas y calificaciones

Cristi Puiu triunfó en festivales de cine en todo el mundo hace unos años con La Muerte del Señor Lazarescu, cinta que le valió todo tipo de elogios y que se considera una de las muestras de este cine rumano emergente que ha cautivado a los críticos. Con Sieranevada (91%), el realizador volvió a recorrer festivales y la cinta se encuentra ahora en cartelera comercial en nuestro país.

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La cinta de casi 3 horas sigue a un grupo de personajes en un memorial fúnebre, en el cual hablan de todo tipo de temas espinosos: desde el régimen comunista que tenía sometida a Rumania décadas atrás hasta las tragedias de Charlie Hebdo y el 11 de septiembre. Fue la cinta que Rumania envió al Óscar para competir por el galardón a mejor largometraje extranjero, pero no recibió la nominación. Definitivamente, la cinta es una opción para los que gusten de este tipo de cine, todo lo que circule en el circuito de festivales y tengan la paciencia de ver tres horas de plática entre varios personajes.

A pesar de que la mayoría de las críticas son positivas, algunos difieren respecto a lo realizado por el rumano. Entre ellos se encuentra Carlos Boyero para El País:

Ya he leído por ahí que esta extraordinaria película marca un antes y un después en el lenguaje cinematográfico. Estoy convencido de ello, es imposible hacerlo peor

Josh Cabrita, The Young Folks:

La película no va más allá de lo banal, nunca cava lo suficiente para evocar algo más allá de lo que vemos en la pantalla o despertarnos empatía por los múltiples personajes.

En reseñas más positivas, Peter Bradshaw para The Guardian:

Los actos son claustrofóbicos, intensos y alienantes -a menudo brillantes-, aunque en ocasiones un tanto redundantes.

Tim Robey para Telegraph:

No hay nada fácil o accesible respecto al cine de este director, pero no tiene que serlo, ahí reside su recompensa.

Carlos Esquives para Cinecuentro:

Un film en donde Cristi Puiu nuevamente estira el metraje de su trama a fin de entablar una cercanía entre el espectador y los personajes.

Ignacio Navarro para El Antepenúltimo Mohicano:

Un film que apuesta por combinar manipulación audiovisual y espaciotemporal con un fondo que aún pretende ser realista mediante una técnica que impresiona pero que ante todo busca la naturalidad y la eficiencia.

Gaspar Zimerman para Clarín:

El registro del asfixiante clima familiar es casi documental, tanto a partir del manejo de cámara como desde la asombrosa naturalidad de las actuaciones.

Javier Porta Fouz para La Nacion:

Una electrizante reunión familiar que deviene en danza maligna y biliosa.

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