Crash: Extraños Placeres, de David Cronenberg, ¿qué dijo la crítica en su estreno?
La polémica película a la fecha divide opiniones entre fans y críticos
Aunque varias películas con las que más se identifica a David Cronenberg han sido de su autoría, también existen las obras para las que se basó en novelas de otros artistas o algo como La Mosca (91%), que era un remake de un clásico de género de la década de los 50. Desde El Almuerzo Desnudo (71%) hasta algo como Cosmópolis (64%) o Crash: Extraños Placeres (58%), el realizador canadiense ha orbitado hacia material afín a su sensibilidad: historias sobre la complejidad del pensamiento humano manifestado en formas desagradables o difíciles de clasificar. En el caso de Crash: Extraños Placeres (58%), el director centra su atención en un grupo de individuos con una extraña parafilia: un fetiche por los choques de autos.
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La crítica fue entre mixta y negativa, algo que no sorprende ante el material tan espinoso que maneja la película. Los personajes son retratados con una frialdad clínica que convierte al espectador en un mirón que se siente incómodo. Los códigos de conducta de estos individuos escapan a la comprensión y Cronenberg evita cualquier narrativa convencional.
Enfocarse en personajes marginados cuyas conductas son en extremo incomprensibles va a dejar a más de uno desconcertado. Sin embargo, Cronenberg filma todo con seriedad absoluta y jamás se atreve a mofarse de lo que vemos.
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El reparto de actores, liderado por James Spader, Holly Hunter y Deborah Kara Unger, se encuentra igualmente comprometido a crear figuras que no sean dignas de burla o admiración. Las crónicas de su día a día no hacen más que envolvernos en su locura, pero es esa concentración la que nos mantiene pegados a la pantalla. Algunos críticos incluso se quejaron de que Cronenberg era muy tibio con el material, pero las ideas que vemos en la película tienen su carga de dinamita fílmica y un exceso de escenas gráficas que podrían haber hecho de esto un mero ejercicio de explotación. Es una apuesta arriesgada que da grandes frutos, aunque muchos no lo vieron así. El filme estaba destinado a estar ausente de las grandes plazas comerciales en las que se exhiben opciones más seguras. Con el tiempo, la cinta ha logrado reconocimiento, pero hay quienes aún la detestan. Aquí las opiniones de los especialistas en su estreno:
Roger Ebert fue uno de los contados críticos que supo ver por encima del shock e identificó la visión e intenciones del director.
Cronenberg realiza una cinta sobre un fetiche que nadie en este mundo puede tener, es como si una computadora hubiera cruzado sus algoritmos sobre sexo y autos. El resultado es atrevido, transgresor y original, es una cinta que admiro mucho aunque no creo que pueda decir que me gusta.
Geoff Andrew para Time Out:
Es una oscura, perturbadora y lánguida película, así como ridícula, hermética y repetitiva, tal vez, como la novela original de Ballard, pero admirablemente segura y fiel a sí misma.
Rob Humanick para Slant:
Incómoda pero necesaria exploración del deseo humano y lo autodestructivo que éste puede ser.
Rob Gonsalves, efilmcritic:
Un trabajo cinematográfico extraño, un híbrido que deja como resultado una sensación de ser salpicado por agua fría.
Todd McCarthy, Variety:
Mientras el director se mantiene firmemente detrás de la llanta durante la primera hora aproximadamente, se ríe a carcajadas hacia el final con secuencias que envían al filme y a la audiencia a una zanja.
Desson Thomson para Washington Post:
"Crash: Extraños Placeres" no se extiende más allá de su mayor sensacionalismo inmediato. Cuando la película intenta encontrar un tema, choca contra una pared de ladrillo de galimatías.
Janet Maslin, The New York Times:
El señor Cronenberg, inhibido extrañamente por un tema de bronce, ha hecho una película meticulosamente estilizada y controlada que deja muchas de las ideas de los personajes apagadas y carece de la verdadera audacia que su fuente material demanda.
Owen Gleiberman para Entertainment Weekly:
Para una película obsesionada con la conexión entre relaciones sexuales y accidentes de automóviles, Crash: Extraños Placeres de David Cronenberg difícilmente podría ser más estacionaria.
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