Por qué Batman vs Superman es mejor que Liga de la Justicia
Liga de la Justicia, a pesar de tener una mayor aprobación de los críticos, no es mejor que la controvertida Batman vs Superman: El Origen de la Justicia
Por fin llegó la película que todos los fans de Los Súper Amigos y de DC Cómics esperaron toda su vida: Liga de la Justicia (41%). Con una decepcionante recaudación en taquilla local, al menos logró evitar una embestida de la crítica tan dura como las que recibieron la segunda y tercera película de su universo cinematográfico.
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Muchos fans han quedado complacidos, varios críticos han aplaudido el cambio de tono y que se añadiera algo de humor a la cinta, y para suerte de Warner Bros., los padres podrán llevar a los niños al cine y probablemente no se aburran ni se asusten porque su héroe favorito esté obsesionado con matar a su otro héroe (y le de la paliza de su vida); tampoco verán el pecho de algún personaje ser atravesado.
Para molestia de unos y alegría de otros, el (llamado de manera no oficial) Universo Extendido de DC comenzó con una gran influencia de la trilogía de Christopher Nolan, que en varios sentidos era lo opuesto a lo que estaba haciendo Marvel Studios con sus personajes: películas muy serias, con muy poco o nada de humor, y bastante oscuras. Batman: El Caballero de La Noche (94%) y El Caballero de la Noche Asciende (87%) superaron los US$1000 millones en taquilla, por lo que aplicar la misma “fórmula” a una nueva cinta de Superman les pareció lo más lógico, con Nolan como productor y asesor.
Ahora que se han reunido los superhéroes más famosos de DC Cómics, ha quedado un vacío en gran parte de los espectadores, pues mucho de lo interesante y arriesgado que diferenciaba las películas de DC de la competencia está ausente en Liga de la Justicia, y aquí te diremos por qué, a pesar de las malas críticas, Batman vs Superman: El Origen de la Justicia (27%) es mejor que la más reciente cinta.
Tras un moderado éxito en taquilla con El Hombre de Acero (55%), y una dividida reacción de la crítica, Zack Snyder quiso ir más lejos en su nuevo universo cinematográfico con Batman vs Superman, sin duda una de las películas más controvertidas en la historia del cine de superhéroes.
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Cuando se estrenó los críticos la calificaron negativamente en su mayoría, señalaban hoyos en la trama (algunos fueron rellenados en la versión extendida), motivaciones poco claras, incoherencias en la historia y un villano (Lex Luthor) que parecía un híbrido de Woody Allen y Víctor Frankenstein.
Sin embargo, hubo una minoría de los críticos que vio algo más. No sólo el controvertido Armond White encontró “alma” en Batman vs Superman: El Origen de la Justicia, otros destacaron (incluso si la señalaban como cargada de errores) una gran ambición, y una reflexión sobre el poder que no se ve en otras películas del género. La cinta aborda a los protagonistas preguntándose ¿qué pasaría en nuestro mundo, en el siglo XXI, si existiera Superman? ¿Cuáles serían las consecuencias de sus acciones? ¿Cómo reaccionaría la sociedad a la aparición de un ser extraterrestre todopoderoso? Y ¿Cómo impactaría en un ser humano el tener todo ese poder para hacer el bien y enfrentar un mundo donde ya no hay valores absolutos? Cuestiones hechas anteriormente en Watchmen, Los Vigilantes (65%) y otras obras impresas pero que en el cine no habían tenido una aproximación tan oscura.
Al poner a Superman en medio de un conflicto bélico, y al hacerlo entrar a una corte para rendir cuentas por sus acciones en lugar de sólo enfrentarlo a un ejército de autómatas alienígenas, se trataban de responder (o de hacer) esas preguntas. El hecho de que Batman como muchos otros seres humanos desconfíe de un ser extranjero y su respuesta sea querer exterminarlo es una clara referencia a las preocupaciones políticas de muchos estadounidenses en la actualidad. Otros vieron en esto una desconfianza hacia el poder absoluto, representado por el kryptoniano, mientras que en ciertos momentos éste parecía representar el mesianismo (y el populismo), al ser adorado por las multitudes como un dios y buscar en él a un salvador.
Nada de esto fue explicado en discursos innecesarios (como el de Lex Luthor cuando cita el dilema de Epicuro), sino en breves líneas y momentos a través de la película. Estos detalles fueron los que vieron aquellos críticos, Batman vs Superman: El Origen de la Justicia aspiraba a ser mucho más que una película de superhéroes del montón.
Ahora, tras una tortuosa producción, Liga de la Justicia trata de enmendar sus errores, pero toda la ambición de Batman vs Superman: El Origen de la Justicia desapareció, y fue sustituida por una necesidad del estudio de complacer a todos los que se quejaron. Su solución: reducir el tiempo a dos horas, añadir más humor y tratar de evitar a toda costa demasiada seriedad.
Liga de la Justicia primero padece la edición de Warner Bros., que dejó a Snyder hacer una película de 2:30 horas (3 horas en versión extendida) con dos protagonistas, y ahora con seis personajes decide reducir el tiempo para que el espectador promedio no se canse de estar sentado en la butaca. La película nos presenta apresuradamente a Batman buscando a los meta humanos, y aunque el equipo logra una buena interacción en pantalla, los personajes no tienen el desarrollo adecuado.
Flash sirve como el comic relief y la mayoría del tiempo es efectivo como el joven novato del equipo. De Aquaman sabemos muy poco, pues varias de sus escenas fueron eliminadas y éstas hubieran explicado mejor el porqué de su actitud rebelde y su afección por los seres humanos, pero en su lugar nos dejan a un sujeto rudo con menos oportunidad de lucirse bajo el agua que Mera.
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Con Cyborg sucede lo mismo, la relación con su padre es presentada de una forma muy escueta. En este caso se extraña el personaje atormentado que seguramente pensó Snyder para Victor Stone. Gal Gadot como Mujer Maravilla se sigue luciendo la mayoría del tiempo, y Ben Affleck como Batman hace un buen trabajo otra vez.
Superman es otra historia. Estaba muy claro que el personaje atormentado de Batman vs Superman: El Origen de la Justicia no regresaría de la muerte exactamente igual, y que veríamos una versión renovada de éste, pero convertirlo en una triste imitación de Christopher Reeve de un momento a otro sólo para complacer a los fanboys insatisfechos fue una mala decisión, ¿desde cuándo aprendió a soplar una ventisca helada? ¿Eso se explicaba en una de las escenas eliminadas? (¿También lo veremos regresar el tiempo girando alrededor de la tierra?) Seguramente se trata de uno de los reshoots de Joss Whedon para que se pareciera más al Superman clásico, aunque no tenga sentido (o no haya tiempo para explicarlo) en este universo cinematográfico. Cuando deja la granja donde estaba recuperándose con Lois Lane llega al campo de batalla con una actitud totalmente alegre y hasta hace bromas (la frase de Mujer Maravilla insertada por Whedon, “trabajo con niños” es uno de los peores momentos).
En general, los nuevos personajes, al tener sólo dos horas para ser presentados, hacen que se echen de menos las escenas eliminadas que Snyder tenía pensadas para todos, incluido el villano, que terminó siendo una triste caricatura casi al mismo nivel que los de Escuadrón Suicida (25%). Y su problema principal no es el CGI, sino su falta de personalidad, pues es el típico malvado que quiere destruir la Tierra porque sí, que además habla como loco con una Caja a la que se refiere como “madre” (este sujeto tiene traumas de la niñez).
Otro aspecto muy importante donde la mano de Whedon afectó el resultado final fue la banda sonora. Aunque causó entusiasmo en muchos el que Danny Elfman fuera a retomar su tema de Batman (72%) y el de Superman: La película (93%), de John Williams, su música pasa sin pena ni gloria casi en las dos horas completas, salvo los momentos donde aparecen esos temas. Esto contrasta demasiado con lo que hizo Hans Zimmer en El Hombre de Acero, para la que creó un nuevo tema tan épico y grandilocuente como el personaje principal; y en Batman vs Superman lo mismo podemos decir de la banda sonora compuesta por Zimmer y Junkie XL, desde la primera pista hasta la última.
La pelea de Superman contra el General Zod en El Hombre de Acero dejó destrozada la ciudad de Metrópolis, y en Batman vs Superman se intentó evitar otra masacre parecida (para evitar más críticas al respecto) llevándose la batalla a una zona deshabitada, aunque incluso así no pudieron evitar que el monstruo de Lex Luthor pareciera una amenaza mundial. David Houghton en Gamesradar señala que la amenaza en Liga de la Justicia es inexistente, prácticamente en la ciudad donde Steppenwolf crea su cúpula de terraformación (o como sea que se llame) sólo vemos a una familia rusa, y ningún medio de comunicación está presente para saber que estaba por acabarse el mundo.
En un escenario como lo es el apocalipsis hay poco espacio para pensar en cuestiones morales o políticas, y sabíamos que debía llegar ese momento en el que los héroes de DC se unen para frenar una invasión alienígena, pero en Liga de la Justicia no se siente la amenaza sobre la raza humana, y no hay consecuencias, además de algunos edificios que parecen abandonados y son destruidos (en Rusia, porque ver edificios desplomarse en una ciudad estadounidense ficticia ofende a los espectadores sensibles).
En el caso de Batman vs Superman: El Origen de la Justicia, los críticos (aunque fuera sólo una minoría) podían ver más allá de los defectos algunos temas interesantes y momentos muy notables. Ahora con Liga de la Justicia lo mejor que se ha dicho es que es “divertida” y “más ligera.” El Hombre de Acero y Batman vs Superman dieron de qué hablar a pesar de las críticas negativas, y tenían el sello de Snyder con todas sus virtudes y sus defectos, pero Liga de la Justicia no es (a pesar de que lo repitieran una y otra vez) una película de Snyder. Los abundantes reshoots de Whedon son evidentes (cada vez que vemos a Henry Cavill con el bigote rasurado digitalmente).
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Al final, Liga de la Justicia es divertida y complacerá a los que quedaron insatisfechos o molestos por el tono oscuro de Batman vs Superman y sus dos protagonistas. Aquí encontrarán algo más cercano a sus adorados personajes de cómics y caricaturas y tendrán suficientes razones para estar emocionados por el futuro, pero la realidad es que la cinta que debía reunir de forma épica a los superhéroes de DC es víctima del estudio y su falta de visión.
Batman vs Superman se tomaba “demasiado en serio” a sí misma, y por eso fue diferente. Dividió opiniones, pero al menos tuvo un impacto y trataba de poner a los superhéroes en un escenario diferente al acostumbrado, en un mundo hostil que no te deja ser completamente bueno o incluso te orilla a la locura. Liga de la Justicia es una película más de superhéroes, de las que ya conocemos su fórmula y aunque funciona, no hay mucho qué decir al respecto.
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