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Premios de cine y la celebración que hace la industria a sí misma

Las galas de premiaciones, más que celebrar el arte, se convierte rápidamente en plataformas para el ego y la banalidad

Decía George C. Scott que una gala de premiación como la del Óscar era básicamente una pasarela de carne sin ninguna otra relevancia. El veterano actor señalaba la frivolidad de un evento que pretende ser una celebración del arte, pero en realidad es una celebración a los organizadores de dichas galas. Algo que por igual se puede decir de otros premios de Hollywood y del mismo viejo continente. Premiaciones que se convierte en plataformas políticas para sus realizadores, o bien, un placebo para estimular egos inflados al premiar a cintas de dudosa calidad.

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Las premiaciones de Hollywood de esta temporada llegan en uno de los peores momentos en cuanto a la calidad moral de la industria se refiere. Escándalos de acoso sexual han plagado las noticias desde que el productor Harvey Weinstein fuera destapado como un depredador sexual de la más baja calaña. A pesar de ello, las actrices de Hollywood que dicen oponerse al acoso contra la mujer asistirán a los próximos Globos de Oro, vestidas de negro para realizar una supuesta protesta silenciosa. Dicen que el que calla otorga y actrices como Meryl Streep parecen hacer honor a este dicho, porque aún dentro de su tren progresista nadie se atrevería a morder la mano de quien le da de comer.

Sin embargo, habría que preguntarse en dónde queda el espectador, quién es realmente el que alimenta a estos actores que regañan al respetable constantemente por votar por el candidato “equivocado” o por tener actitudes políticamente incorrectas. No es secreto que los niveles de audiencia de estos programas de premios han bajado drásticamente en los últimos años. Para el ciudadano promedio, ver a millonarios darse estatuillas doradas unos a otros difícilmente es una prioridad a saciar al final del día.

En cuanto a discursos políticos, es muy probable que ¡Huye! (99%) de Jordan Peele se lleve premios tanto en los Globos de Oro como en el Óscar. El thriller de suspenso del cineasta efectivamente toca el tema del racismo, pero lo que muchos de los que han elogiado la cinta no parecen notar es que ésta los crítica precisamente a ellos, a los blancos liberales estadounidenses que dicen estar en favor de las minorías y que en realidad las explotan a su conveniencia. Hollywood cree que al premiar a Peele ataca a Donald Trump, pero su disonancia cognitiva no les permite ver que el director es quien se lleva la carcajada final.

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Por supuesto, recibir un reconocimiento por una labor artística realizada no es algo repudiable en automático y decir que Hollywood es superficial no es descubrir ningún hilo negro. Sin embargo, esta temporada de premios en particular debe ser clave para que muchos pierdan el poco encanto que aún tenían con la meca del cine. Entre las cosas filtradas por el escándalo de Weinstein se reveló que el productor interfirió para que el Óscar fuera a Gwyneth Paltrow, a quien acosó en su momento, por la aburrida Shakespeare Apasionado (92%), cinta que nadie recuerda ya a pesar de haber ganado el premio a mejor película. Si los mismos jurados del Óscar han revelado en secreto que ni ven las cintas por las que votan, no debe sorprenderles que algo similar ocurra en otras premiaciones. En ese orden de ideas, ¿Cuántos clásicos de la historia del cine nunca ganaron un solo premio? La lista es bastante larga…

Para esta temporada también se espera que The Post: Los Oscuros Secretos del Pentágono (88%) de Steven Spielberg, un supuesto “ataque” contra Trump, se lleve premios como buena cinta “Oscar bait” que es. Spielberg es un director muy capaz que puede hacer entretenimiento de primera calidad, pero cuando se pone en modo aleccionador es más tedioso que una tía o crítico de cine regañón que te atacan por ver películas “sucias”. A pesar de todo lo que ha ocurrido en Hollywood, estos pesados y anticuados rituales de ceremonias y chistes tibios (y jugar a ser el liberal) se mantendrán intactos. Para los que aún tenga fe en la magia del cine quizás estas premiaciones les digan algo, para los demás, batallaremos para no bostezar demasiado a la hora de leer quien ganó qué y quien hizo el discurso más anti-Trump de la noche.

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