Las mejores películas de posesiones y ataques demoníacos según la crítica
El miedo con tonos religiosos es un relato popular en el cine de horror de ayer, hoy y siempre
A lo largo del tiempo la religión ha buscado dar a millones de personas confort y alivio espiritual que ninguna otra rama del pensamiento podría otorgar de la misma manera. La fe viene acompañada del temor a cometer actos impuros, a molestar a los dioses o, peor aún, ser tentado por los antagonistas que existen en todas las religiones del mundo. El horror religioso es un género particularmente popular en el cine y puede venir en varias formas. Sin importar que se hable de catolicismo, islamismo o budismo, el temor a la furia divina o la lengua del diablo y sus trucos es una constante en varias cintas.
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En naciones donde predominan las creencias judeocristeanas es común ver relatos sobre personajes que tienen que lidiar con las inevitables visitas del ángel caído —Lucifer— a nuestro mundo. Pactos y posesiones satánicas son parte de relatos de lo más variopintos; desde Filipinas hasta Italia y México, las invasiones de seres del inframundo representan el constante conflicto entre el bien y el mal en este tipo de creencias. El diablo y los entes a su servicio son algo que mucha gente toma bastante en serio y de ahí que pueda ser terreno fértil para este tipo de relatos.
Varios cineastas han bebido de historias de exorcismos para contar historias aterradoras. La realidad es que estos supuestos "casos reales" se refieren, tristemente, a personas que padecían algún tipo de esquizofrenia u otro trastorno mental. La frase "basada en una historia real" se debe tomar como un grano de sal a la hora de ver una película, sobre todo si es de horror. Sea como sea, a continuación una breve lista de cintas enfocadas en este tema de las posesiones y los ataques de espíritus demoníacos.
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Paco Plaza escribe y dirige esta historia en la que una joven invoca a entidades malignas al jugar a la Ouija con sus amigas. Inspirada en un extraño caso de la vida real que cobró la vida de una joven de forma misteriosa, Plaza mueve su cámara por una serie de secuencias lúgubres. Los lugares comunes abundan en la historia, sin embargo, fue todo un éxito con el público adicto a las historias de horror.
Ed Potton, Times (UK):
Un zumbido considerable en línea sugirió que este horror español podría detener la reciente serie de dudosas películas de Netflix. Lamentablemente, no es así.
La manifestación de los miedos y frustraciones de una madre soltera cobra forma en un ser con sombrero y tétrica sonrisa. La historia busca crear un balance entre el drama y lo sobrenatural, algo que otras historias de horror modernas han intentado con resultados mixtos. El Babadook se convirtió en un éxito de crítica y gente como William Friedkin no dudó en alabarla.
William Goss, Film.com:
Un impresionante ejercicio con el estilo de la vieja escuela.
Abdul Alhazred, el árabe "loco", fue el autor del Necronomicon, un libro con pasta hecha con piel humana en cuyas páginas está toda la información necesaria para invocar a seres primitivos que existen en nuestro planeta desde hace eones. El libro es un artefacto en extremo peligroso en las manos equivocadas, así lo dijo varias veces en sus textos H.P. Lovecraft , creador de este mito literario. El libro maldito sirve para invocar a demonios que pueden poseer a seres humanos y llevarlos a la locura y eso es lo que ocurre en la cinta que catapultó a Sam Raimi al salón de la fama en la historia del cine de horror y fantástico. La trilogía de Evil Dead tiene risas, lágrimas y sangre a montones y la primera entrega logró introducir al mundo este concepto delirante con apenas unos dólares de presupuesto.
Steve Grant, Time Out:
Poco desarrollo de personaje e historia, pero fuerte en la atmósfera de terror llega de imágenes geniales.
La cinta definitiva en cuanto a temas de exorcismo se refiere y un clásico del cine de horror en todos los sentidos. Nominada a varios premios Óscar en su momento, incluido uno para Linda Blair por mejor actuación, la cinta de William Friedkin considera al diablo como una forma de maldad pura y muy real que puede hacer de las suyas con abierta impunidad. La película contiene varios momentos memorables y es el estándar con el que cualquier otra cinta que aborde el tema siempre será comparada. La filmación estuvo envuelta en varios sucesos extraños y accidentes, algo que algunos han adjudicado a la temática abordada por la trama. Uno pensaría que el diablo estaría más ocupado en aterrorizar el set de filmación de alguna comedia mexicana reciente.
¿Realmente la gente necesita una película tan intensa para sentir algo?
Las aventuras de una pareja de investigadores de lo paranormal ha pasado de ser una anécdota de la vida real (con poca o nula credibilidad) a una de las franquicias de horror más rentables en la actualidad. Las cintas no pretenden reinventar el género o algo parecido, solo hacer las cosas de forma satisfactoria para quienes buscan sustos sin grandes complicaciones. James Wan, sin duda, tiene una especie de toque de rey Midas para el cine de horror con cintas baratas que logran recaudar grandes cantidades.
Rene Rodriguez, Miami Herald:
Una intensa y aterrorizante experiencia fuera de lo común.
Un jinn o djinn es una entidad fantástica, especie de duende con poderes y presencia física y propia de las creencias del islam. Para las comunidades, los jinns pueden ser seres ambiguos, pero también muy peligrosos. En esta cinta una madre que trata de criar a su hija en la represiva cultura islámica (la cual prohíbe a mujeres estudiar o andar en la calle sin el velo hijab) tendrá que sobrevivir a dos cosas: la guerra entre Irán e Irak de la década de los 80 y el ataque de un jinn. La cinta logra altas cantidades de suspenso y no es necesario estar versado en el Corán para entender perfectamente la amenaza que representa el ser que ataca con furia a la madre e hija.
Scott Marks, San Diego Reader:
El cambio de drama familiar a horror sobrenatural es sutil, pero efectivo.
Esos italianos locos hacen de las suyas en esta demente cinta en la que un grupo de espectadores de un cine ven como la trama de la película en pantalla se vuelve realidad gracias a una máscara. Cada uno se convertirá en un demonio desquiciado y hambriento de sangre y carne humana. En otras palabras, es una formula zombie que juega con una metanarrativa interesante y que logra tener personalidad en el proceso.
Príncipe de las Tinieblas (57%)
John Carpenter trata de conciliar la ciencia y la religión en esta exploración sobria de lo que podría ser una manifestación espiritual de un ente de maldad pura. Un anticristo que realmente pudiera existir como algo tangible, pero no manifestado en las imágenes cliché de siempre. La cinta tiene mucha ambición y, sin duda, rompe el molde con otras que buscan abordar el tema del horror religioso.
Fernando F. Croce, CinePassion:
La visión de Carpenter sobre la angustia espiritual colectiva.
El Exorcismo de Emily Rose (45%)
Aunque el tema de las posesiones y los exorcismos puede ser explotado a destajo por Hollywood, esta cinta (basada en otro caso real, otro lamentable suceso de enfermedad mental que no fue bien tratada) busca reflexionar un poco más que otras historias sobre el tema. La religión, la fe y las leyes del mundo terrenal chocan cuando un sacerdote se niega a aceptar que su intento de exorcismo fue lo que mató a una joven que hablaba en otras lenguas y aseguraba ver demonios. No es un clásico del horror, pero en su momento logró tener cierta reputación entre los fans del género.
Roger Ebert, Chicago Sun-Times:
Una película intrigante y perpleja.
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