Un Nuevo Camino | “¿Enterprise, estás allí?”

La fantasía, como género artístico, tiene propiedades mucho más complejas que el ser un mero escapismo de nuestra realidad. En términos más específicos, la literatura como ejercicio íntimo de catarsis, también ha encontrado una vía para redimir situaciones adversas, exonerar al escritor de culpas o materializar escenarios ideales, películas como El sueño de Walt (78%), de John Lee Hancock, y Expiación, Deseo y Pecado (83%), de Joe Wright, dan fe del poder curativo de la escritura, en la primera al profundizar en las experiencias de infancia que llevaron a P.L. Travers a escribir su célebre novela Mary Poppins, mientras que en la segunda cumple como un medio para purgar las faltas cometidas por la protagonista de la historia en su pasado y que malograron el destino de su hermana.

En el caso de Un Nuevo Camino (61%), la escritura tiene un papel fundamental que funciona al mismo tiempo como detonante e intertexto para mostrar el impacto que las letras pueden ejercen en la transformación y crecimiento personal. Dirigida por el veterano Ben Lewin, Un Nuevo Camino es la adaptación de la obra de teatro Please, Stand by (también, título original de la cinta en inglés), del dramaturgo Michael Golamco de quien vale la pena destacar que fue el responsable de adaptar su pieza a la gran pantalla.

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De esencia geek, emotiva y cándida, esta road trip (o mejor dicho “foot trip”) es una película de maduración en cuyo centro palpita un bello homenaje a Star Trek a través de la historia de Wendy (Dakota Fanning), una joven con autismo que a sus 28 años ha logrado llevar una vida “normal” tras realizar con éxito algunos puntos de su plan de inserción social como son el conseguir un trabajo y mantener su temperamento estable, aunque todo ello lo ha conseguido debido a una obsesiva rutina que inicia desde el momento en que pone un pie fuera de la cama. Sin embargo, esa rutia tiene otro propósito ya que Wendy busca demostrarle a su hermana (Alice Eve) que es autosuficiente y no significa un peligro para su pequeña sobrina a la que no se le ha permitido conocer.

Sucede que Wendy en realidad es una chica con gran sensibilidad, conocedora del mundo de Star Trek y con una gran afición por la escritura cuya predilección es la redacción de fan fiction de la serie, por eso, cuando Paramount Pictures convoca a un concurso de guiones en torno a el popular show también conocido como Viaje a las Estrellas, ella lo verá como una oportunidad para destacar y reencontrarse con su hermana si es que llega a ganar el concurso, pero, para lograr dicho objetivo, Wendy emprenderá por sí sola el camino desde la clínica en la que está internada hasta el estudio de Paramount Pictures, todo ello sin avisarle a su psicóloga Scottie (Toni Collette).

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Como toda película que llama a la aventura, el viaje del personaje es utilizado por el director de Seis Sesiones de Sexo (94%) no sólo como un proceso de autodescubrimiento, sino también de reafirmación y, principalmente, de sanación para la chica que lo emprende, quien descubrirá una variedad de personajes que le enseñaran desde la bondad hasta la hostilidad que habita en las acciones de los humanos aparentemente normales, quienes, además, tienen una resonancia con las historias que escribe. Es en este punto que Star Trek funciona como metáfora y espejo, además de que no es gratuito que el personaje con el que Wendy siente una mayor identificación sea el Sr. Spock, quien aprende a conectar y mostrar sus emociones.

Cierto es que Un Nuevo Camino tiene un desarrollo y resolución predecible al tratarse de una historia con un personaje central que sufre un trastorno mental; sí, la historia ha sido vista miles de veces en la gran pantalla y sin duda, los personajes con desórdenes mentales siempre serán una gran oportunidad de lucimiento para los actores que les toca interpretarlos, pero lo que hace valiosa a esta cinta es la forma en que está contada, el encantador match con el querido relato de ciencia ficción de Gene Roddenberry, el tratamiento del guión y la estupenda actuación de su tercia de actrices. Vale mencionar que luego de varios papeles más bien olvidables, Dakota Fanning ha encontrado en Wendy el vehículo ideal para volver a brillar y recordarnos su gran capacidad histriónica.

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Un Nuevo Camino (61%) es de esas películas que cada año llegan a la cartelera sin mucho bombo y platillo, pero que, si te animas a descubrir, no sólo saldrás con un buen sabor de boca: esta película es como un apapacho emocional que nos hará seguir creyendo en la fantasía y encontrar nuestro propio Enterprise.

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