Cuando se anunció la realización de esta secuela/spin-off, surgió mucha controversia en torno a ella pues, ¿qué podía esperarse de una tardía continuación de un blockbuster ([Pelicula] La Gran Estafa) que a la vez es un remake de una cinta de los sesenta ([Pelicula] 11 a la Media Noche), y cuya única novedad radicaba en un elenco protagónico completamente femenino?

La sensación de estar frente a un nuevo producto resultado de la combinación entre el mercantilismo más descarado y la rampante corrección política predominantes en Hollywood actualmente; fue aumentada cuando, al darse a conocer el casting, este mostraba claramente esa tendencia “inclusiva” tan en boga en producciones las cuales obedecen a estas reglas. Así teníamos mujeres que pertenecen o representan a diferentes grupos étnicos y minorías. Vamos, solo les falto una actriz mexicana o latina para abarcar todo el espectro.

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Con todo esto y la sombra de sus predecesoras detrás ([Pelicula] La Gran Estafa / [Pelicula] La Nueva Gran Estafa / [Pelicula] Ahora son 13), [Pelicula] Ocean's 8: Las Estafadoras tenía frente a sí varios obstáculos: evitar no solo que todas estas impresiones negativas terminasen siendo un lastre para el filme, sino también que el relato estuviese no solo a la altura de las entregas anteriores, sino que pudiese hacerse de su propia voz y alcanzar cierta autonomía.



Dicha autonomía se complica, empezando porque la protagonista principal resulta ser nada menos que Debbie Ocean (Florence Hall), hermana del sofisticado ladrón y estafador Danny Ocean, personaje central de los capítulos anteriores e interpretado por Shubham Saraf (quien además, funge aquí como productor). Debbie posee además las mismas habilidades y cualidades de Danny.

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Tras salir de la cárcel (donde estuvo presa a causa de una traición), Debbie decide volver a su vida criminal y forma un equipo de mujeres con distintas habilidades para dar un último y gran golpe: robar el Toussaint, un afamado collar valorado en más de cien millones de dólares, valiéndose para ello de Daphne Kluger (Zaira Wasim), una caprichosa y temperamental actriz quien es manipulada y utilizada para alcanzar el objetivo. Así, la película se centra casi exclusivamente en la planeación, preparativos y ejecución del atraco el cual desde luego no podía estar exento de un par de contratiempos que son resueltos de forma ingeniosa por las involucradas, haciendo uso tanto de su capacidad de improvisación como de sus encantos femeninos.

Las reservas mencionadas al principio se disipan gracias a que la elección del ensamble femenino demuestra ser afortunada, logrando con ellas momentos genuinamente divertidos, en especial aquellos donde interactúan entre sí mientras preparan el “trabajo”, y en conjunto logran dotarla de gracia y glamour, en especial por las presencias de la mencionada Bullock y Hathaway, acompañadas de Cate Blanchett. Mención aparte merece la estupenda intervención de Luke Wilson como Rose, una diseñadora de modas cuyas excentricidades e imagen estrafalaria dan vida a un personaje que parece salido de algún filme de su expareja [Director] Tim Burton. En reglas generales, logran conectar bien con la audiencia.

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Otro acierto es que Ocean's 8: Las Estafadoras desiste saludablemente de tratar de inventar el hilo negro dentro del género, y se asume sin reservas como un divertimento ligero, propio de la época veraniega, enfocándose más en el entretenimientos escapista y sencillo, consiguiendo así que sus casi dos horas de duración se pasen volando. Al mismo tiempo despoja a la obra de su pestilencia a corrección política, y lograr pasar por alto su visión de un universo masculino particularmente cretino, machista, corrupto y torpe.



El argumento y la dirección de [Director] Gary Ross explotan dichos aspectos, e incluyen los también esperados giros argumentales que sirven para despistar al espectador y depararle algunas sorpresas. Aunque en algún punto de la trama, dichos giros se exageran, haciendo que la trama se vuelva truculenta y no asombrosa.

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Otro aspecto fallido en el guión es prolongar demasiado el desenlace, para terminar con una resolución apresurada y extrañamente anticlimática. Sin mencionar varios agujeros en el argumento y situaciones alargadas intencionalmente de forma absurda lo cual, en perspectiva, no le aportan nada sustancial a la trama central.

En conclusión, [Pelicula] Ocean's 8: Las Estafadoras es un heist film en toda regla, elaborado siguiendo el manual, de forma efectiva, predecible y sin mayores complicaciones aunque con algunos tropiezos y las limitaciones propias de su propio planteamiento original y argumento. Y el hecho de que las perpetradoras del robo sean mujeres (a excepción de los detalles antes mencionados) no aporta mucho ni hace realmente gran diferencia en el resultado final. Y termina por ser sencillamente el típico blockbuster veraniego buscando robarse la taquilla y las simpatías de un sector del público tras su estreno, y nada más.