La iniciación | La jungla de la masculinidad sudafricana

No es con frecuencia que un en occidente tenemos un vistazo a las tradiciones de África, ese gigante continente que por décadas ha quedado olvidado por la historia que se enseña aquí, pero en La Iniciación (75%), del realizador sudafricano John Trengove, se retrata cómo es que la construcción de la masculinidad también ha obligado por décadas a los jóvenes sudafricanos a pasar por tiempos difíciles a cambio de la aceptación social.

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El filme sigue la historia de Xolani (Nakhane Touré), un guía que debe atender a Kwanda (Niza Jay Ncoyini), un joven afeminado de la ciudad durante el ritual sudafricano de Ulwualuko, una tradición en la que los varones son circuncidados con una navaja para después ser confinados a un retiro a la mitad de la mañana hasta que la herida sana tras ser tratada con hierbas y otros remedios caseros. Pero cuando Kwanda comprende quién es realmente su cuidador, él se ve obligado a enfrentarse a su propia identidad.

Temáticamente, el filme tiene semejanza, y ha sido comparado, con Luz de Luna (98%), pues ambas son películas que exploran cómo es que los jóvenes de ascendencia africana, pertenecientes a comunidades marginadas por su status social y raza, definen y construyen su identidad sexual, pero la cinta de consigue una narrativa mucho más compleja al profundizar en el pasado de todos sus personajes y explorará sus miedos y motivaciones.

Uno de los aspectos negativos de La Iniciación (75%) es que el estilo visual se restringe a planos cerrados y medianos de cada uno de sus escenarios. Aunque probablemente se trató de un intento de su director para enfatizar en los rostros y crear un ambiente íntimo entre el espectador y los personajes, son pocas las secuencias en las que está decisión resulta efectiva y en general se pierden varias oportunidades de componer cuadros que resulten equilibrados y que detallen el escenario rural en el que está ambientada la trama.

Las actuaciones están en sincronía con la creciente tensión dramática en sus personajes. Touré es quien se roba la película pues aunque es presentado al principio como un personaje secundario eventualmente él toma el centro de la trama. El libreto hace un excelente trabajo al yuxtaponer el viaje de Kwanda hacia la hombría con los problemas personales, producto del mismo ritual al que su protegido está siendo sometido. Es la ambigüedad con la que la historia trata la relación entre ambos que hace el remate de la conclusión mucho más efectivo.

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El título del filme original Inxeba, quiere decir "la herida", y ayuda a interpretar la obra como un testimonio sobre cómo la tradición, que obliga a los jóvenes a sobreponerse al dolor y la brutalidad, tiene consecuencias emocionales que permanecen en los individuos más allá de la sanación física. El personaje de Xolani enfrentado por el joven Kwanda, que adopta el ritual sin perder sus propias convicciones, puede ser también una metáfora de las nuevas generaciones resignificando el concepto de hombre al que están acostumbrados.

La Iniciación (75%) es una ópera prima que, aunque se tropieza en su dirección, logra hacer un retrato sumamente emocional y con la suficiente complejidad como para permitir más de una lectura e interpretación. Pese a ser un rápido paseo por esa tupida jungla a la que llamamos masculinidad, es posible entender de dónde salen las bestias cuando un extraño se adentra en ella para tratar de dominarla o hacerla suya.

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