Joker vs. Avengers Endgame, ¿cuál es la mejor película de cómics de 2019?

En lo que resta de 2019 ya no veremos más películas basadas en cómics de superhéroes, así que llegó el momento de hablar de los dos colosos del año, Avengers: Endgame (95%) y Guasón (91%), la primera es una película de Marvel y la segunda de DC. Comparar dos producciones tan diferentes puede parecer injusto y tal vez una tarea complicada, pero una vez que el lector haya terminado este artículo descubrirá la razón de la conclusión.

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Avengers: Endgame es la culminación de una saga cinematográfica de veintidós entregas estrenadas a lo largo de once años, es un hito en la historia del cine pues nunca antes se había construido un universo cinematográfico tan largo y sin caer en la mediocridad y el bajo presupuesto con cada secuela, lo más cercano anteriormente era la saga de Harry Potter, que consta de ocho películas, y el universo de los X-Men, aunque muy irregular y con numerosas contradicciones.

Guasón por su parte es otro hito para el cine basado en cómics de superhéroes, pues por primera vez se ha tomado un personaje salido de las historietas y se le ha dado un tratamiento tan serio y con una interpretación tan buena como la de Joaquin Phoenix. Aunque el Guasón contaba con grandes actores que lo habían representado en el pasado, nunca una cinta se había enfocado de lleno en el personaje de esta manera.

Como verán, estamos ante dos parteaguas, aunque por distintas razones, y con todo y sus diferencias fundamentales, trataremos de decidir cuál merece ser llamada la mejor del año.

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En los aspectos técnicos mencionaremos que, con todo y lo bien hechas que están, las cintas de Marvel Studios suelen carecer de personalidad (contadas excepciones) y su fotografía es siempre la misma; desafortunadamente en Avengers: Endgame esto se vuelve a repetir. Guasón, por su parte, tiene una fotografía que refleja exactamente el mundo decadente interior del protagonista, así como la miseria del mundo exterior en el que vive él mismo.

El ritmo de Avengers: Endgame resulta muy irregular en sus tres horas de duración, razón por la cual algunos espectadores expresaron su preferencia por Avengers: Infinity War (79%), entrega anterior que siempre mantuvo al público al borde del asiento. Debemos también señalar que Endgame es especialmente atractiva para los fans más apasionados de Marvel, pues para entender la historia plenamente hay que conocer al menos la mitad de las anteriores películas de la saga.

Guasón tiene un ritmo mucho más estable que Avengers: Endgame y es un filme tan independiente que no necesita estar ligado a un universo cinematográfico para destacar y hacer que la audiencia sienta empatía por el protagonista.

No podemos comparar estas dos producciones sin mencionar que la cuarta entrega de Los Vengadores depende demasiado de los efectos especiales generados por computadora (CGI), aunque gracias a estos nos regala una batalla espectacular como nunca se había visto en el cine de superhéroes. Guasón depende mucho menos del CGI y gran parte de los escenarios que vemos son sets o lugares reales. El uso de más o menos efectos especiales no es un indicador de calidad necesariamente, pero más adelante al hablar del impacto de ambas historias en el mundo se verá cómo ni siquiera millones invertidos en efectos visuales pueden superar un buen guión y una gran actuación.

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¿Qué podemos decir del impacto que han tenido Avengers: Endgame y Guasón en la sociedad? En el caso de la epopeya de Marvel Studios los críticos la han alabado por ser la conclusión grandiosa que se esperaba para los superhéroes más populares de la actualidad, una aventura llena de espectáculo y emoción que dejó extasiados a los fans alrededor del mundo. El valor mostrado por el Capitán América, Iron Man y Thor, entre otros, inspira a millones de niños, adolescentes y adultos a vestirse como sus héroes y en algunos casos hacen acciones altruistas como ir a hospitales infantiles para regalarles una sonrisa a los que más lo necesitan.

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Sin embargo, pocos debates en torno a temas actuales se han iniciado gracias a Avengers: Endgame, las motivaciones pseudo ecologistas del villano Thanos son risibles y demuestran que su apodo de “Titán Loco” está bien justificado, así que hay poco de qué hablar porque al final, con todo y sus momentos épicos, se trata de una tradicional lucha del bien contra el mal.

Guasón, por otro lado, nos presenta la historia desde un punto de vista no maniqueísta, donde el “villano” de DC es el protagonista y antes de volverse en un agente del caos es un marginado en cuya historia el guionista Scott Silver y el director Todd Phillips plasmaron grandes problemas del sistema que perduran y son muy evidentes en la actualidad.

Uno de los temas que por mucho tiempo ha sido ignorado por la sociedad son las enfermedades mentales, y aunque desde hace mucho los estudiosos hayan querido llamar la atención de la gente común, no hay investigación escrita ni documental audiovisual que tenga el alcance que sí tiene una cinta como Guasón, la cual ha despertado un debate de especialistas en diversas áreas que estudian la mente, sobre si la película hace un buen trabajo retratando a un enfermo mental o si hace daño a la imagen que se tiene de estos.

Otro sorprendente efecto de Guasón es que en varias protestas alrededor del mundo su imagen se ha convertido en el símbolo de la resistencia contra el sistema, como en el pasado lo hizo V, de V de Venganza (73%), ahora el payaso aparece en los rostros de manifestantes desde Chile hasta Hong Kong. ¿Es esto una moda pasajera nada más? Sea o no una moda, no podemos dejar de notar que, a diferencia del genio multimillonario Tony Stark / Iron Man y el patriótico Steve Rogers / Capitán América, el Joker trasciende fronteras y pone en evidencia que hay algo mal en el sistema. El rechazo de Thomas Wayne hacia los pobres y el calificarlos como “payasos” es una representación de una retorcida y equivocada forma de entender el mundo que quiere ser perpetuada por el pensamiento “emprendedor” o “pensamiento de tiburón” tan en boga, que nos hace pensar que los pobres lo son porque quieren y que un cambio de actitud te hará prosperar económicamente.

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En lugar de provocar violencia y tiroteos masivos como varios esperaban, Guasón ha inspirado expresión a través del arte, pues en murales y graffitis ha aparecido el personaje. Todas estas cuestiones han sido tema de conversación desde que estrenó el filme; Guasón tuvo su premiere en el Festival Internacional de Cine de Venecia y ganó el León de Oro, uno de los galardones más prestigiosos del séptimo arte; fue presentada en otros festivales y ha generado debates en universidades y recintos públicos. Su impacto social es innegable.

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Finalmente hemos de concluir diciendo que, aunque Avengers: Endgame es todo un hito en el subgénero de superhéroes, no trasciende los límites de éste, mientras que Guasón ha logrado hacerlo. Aunque el término obra maestra es muy discutido y se dice que el tiempo suele ser el mejor juez, podemos aventurarnos a decir que parte de lo que hace trascender a una película es su capacidad de ser interpretada y reinterpretada nuevamente. El tiempo nos dirá si Guasón llega a ser considerada como tal, pero dentro del subgénero al que pertenece y en estos momentos, ha generado más debate que todo el Universo Cinematográfico de Marvel junto, no fue complaciente con la mayoría y nos mostró una cara del mundo actual de la que solemos escapar al ver a Los Vengadores en acción.

La ganadora es Guasón (91%).

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