Lo Que El Viento Se Llevó siempre ha sido una película racista y sexista

Lo Que El Viento Se Llevó (94%) es una de esas películas que se quedan contigo. Fue dirigida por Victor Fleming (El Mago de Oz (99%), Madre Tierra (94%), Camaradas Errantes) y es una de las más importantes en la historia de Hollywood, una prueba fehaciente de las enormes producciones que se lograron en la tierra del cine estadounidense, un hito a nivel técnico que sigue causando maravillas a los espectadores de hoy. Pero no es ningún secreto el hecho de que se trata de una cinta cargada con racismo y estereotipos, en este artículo ponemos en evidencia sus puntos más problemáticos (vía ScreenRant).

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Estrenada en 1939, Lo Que el Viento se Llevó es protagonizada por Vivien Leigh (Un Tranvía Llamado Deseo (98%)) y Clark Gable (Los Inadaptados (100%), Sucedió Una Noche (98%), Mogambo), y es la historia de la tormentosa relación entre Scarlett O’Hara y Rhett Butler. Ambientada antes, durante y después de la Guerra Civil estadounidense, el temperamento caprichoso y manipulador de Scarlett la arrastrará a todo tipo de problemas, pero también la sacará adelante en los tiempos difíciles y en medio de una sociedad tradicional que no está acostumbrada a las mujeres de carácter independiente.

Lo Que el Viento se Llevó esta basada en la novela homónima de Margaret Mitchell publicada en 1936, se trata de una de los libros más famosos de la historia pero a su vez de los más polémicos. La película no se molesta en tomar los componentes racistas del material original, la cual fue denominada por Carlton Moss, pionero del cine afroamericano independiente en los primeros años de Hollywood, como “una petición nostálgica de simpatía por una causa aún viva de la reacción sureña”.

La historia de la película se encuentra irremediable ligada a la Guerra Civil de Estados Unidos, conflicto armado acontecido de 1861 a 1865 en donde resaltan dos fracciones: la Unión, compuesta por estados del norte que buscaron abolir la esclavitud, entre otros objetivos; y los Confederados del sur, quienes intentaron mantener el régimen de esclavitud con el fin de no perder la mano de obra que laboraba en sus casas y en las plantaciones de algodón. En la cinta, la preciosa Scarlett nace en una familia sureña con esclavos negros trazados como figuras que “adoran” su posición y a sus amos.

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Lo Que el Viento se Llevó es una joya de Hollywood, una superproducción de suma importancia histórica, cultural y estética; ganadora de diez premios Óscar, entre ellos el de Hattie McDaniel (Mammy), la primera afroamericana en ser reconocida con la estatuilla. Es justo mirarla con los ojos de su tiempo, finales de los años treinta, una década donde la discriminación y las leyes de Jim Crow estaban en su esplendor, sin embargo, no podemos negar su naturaleza problemática, racista y sexista. Incluso durante su estreno la polémica se hizo presente, aquí algunos puntos para destacar:

Lo Que el Viento se Llevó ya era considerada racista en su año de estreno

Las críticas severas en contra de Lo Que el Viento se Llevó podrían imaginarse como algo reciente, pero no es así. David O. Selznick, el productor, adquirió los derechos del libro en 1936 e inmediatamente recibió cartas de innumerables activistas quienes le advirtieron sobre el material repleto de estereotipos en contra de los afroamericanos. Incluso la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), fundada en 1909, organizó protestas en contra del estreno. Una de las cartas enviadas a Selznick en 1936, escrita por el actor Hyman Meyer, declaró lo siguiente:

Quiero registrar mi protesta contra la realización de la película Lo Que el Viento se Llevó. Es una película de hostigamiento a los negros que solo alentará a organizaciones como el Klu Klux Klan y la Legión Negra a continuar con su terrorismo y sus violaciones de los derechos civiles. Creo que esa película ciertamente no contará con la aprobación de las personas, pero será bienvenida por los fascistas y nazis de este país. Una vez más, permítanme invitarlo a que no produzca esta película.

La película glorifica el esclavismo y convierte en héroes a los racistas

En Lo Que el Viento se Llevó los “buenos” son los sureños, incluso Scarlett O’Hara es retratada como heroína al aferrarse al cuidado de su plantación con base en la explotación de su esclavos, luego de que el sitio fuera arrasado por el ejército del norte. “Aunque tenga que mentir, robar, engañar o matar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre” dice Scarlett en una de sus escenas más poderosas mientras la cámara se aleja glorificándola en la puesta de sol.

Pero en el otro lado de la moneda, al servicio de Scarlett y su vida de millonaria, tenemos a Mammy, Pork, Prissy y otros esclavos, pintados por el relato como individuos sumisos y poco inteligentes, quienes viven “en paz” con su vida bajo el yugo de los blancos. Mammy es el estereotipo de la mujer negra que enaltece a su dueña, viste enaguas reservadas y se encarga de criar a los niños en un contexto donde la piel clara es ley. Muy de vez en cuando observamos a los protagonistas ser amables con los esclavos, pero jamás dejan de observarlos como seres inferiores; incluso Scarlett golpea a Prissy en una ocasión y amenaza con venderla si no sigue sus órdenes. Para el final de la película nada cambia, todos siguen a sus servicios.

Naturaliza la violación conyugal

La relación entre Scarlett y Rhett es problemática desde el inicio. Ella vive enamorada de Ashley, quien la rechaza por Melanie; Scarlett se casa en tres ocasiones, la primera para dañar a Ashley y la segunda por dinero, termina viuda dos veces y finalmente acepta ser la esposa de Rhett, quien en numerosas ocasiones le había confesado su amor. Ambos son tal para cual, ella con sus actitudes y acciones poco convencionales, y él con la fama de mujeriego y bebedor. Juntos logran construir una vida en alta sociedad pero llegados a un punto, Rhett descubre que a pesar de los años Scarlett guarda sentimientos por Ashley.

Durante una escandalosa escena de discusión entre Scarlett y Rhett, tras propagarse el rumor de una amorío entre ella y Ashley, él la obliga a tener relaciones sexuales contra su voluntad. Observamos cómo un alcoholizado Rhett la toma por la fuerza y la sube a la habitación diciendo que esa noche no se le negará. A la mañana siguiente le pide disculpas a Scarlett y culpa a la bebida por su comportamiento. Estas escenas naturalizan la realidad que vivieron y viven muchas mujeres, quienes a menudo deben someterse a los deseos de la pareja por razones machistas.

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