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La mayoría está de acuerdo en que El Señor de los Anillos es una obra maestra del cine, pero muy pocos se atreverían a decir lo mismo de la trilogía de El Hobbit, la cual inventó gran parte de su contenido porque el libro original era mucho más corto que El Señor de los Anillos y [Director] Peter Jackson ([Pelicula] Muertos de Miedo, [Pelicula] King Kong 2005, [Pelicula] Jamás Llegarán a Viejos) quiso hacer una nueva trilogía épica.
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El resultado del experimento fue bastante irregular, con una primera parte cumplidora pero que ya se sentía demasiado estirada, como poca mantequilla embarrada en mucho pan; la segunda recuperó gran parte del sentido de maravilla que enamoró al público en El Señor de los Anillos, pero varios personajes y subtramas fueron añadidas por los creativos y se alejaron del libro; finalmente la tercera entrega cometió muchos errores y demostró que nunca fue buena idea hacer una trilogía de El Hobbit.
En este artículo no pretendemos analizar todos los problemas que hacen de El Hobbit una saga irregular y muy inferior a El Señor de los Anillos, de lo que hablaremos es de las cosas más lamentables, aquellas que provocan en el espectador pena ajena y lo hacen preguntarse ¿en qué estaba pensando Peter Jackson?, ¿es realmente la misma persona que dirigió la épica trilogía ganadora de 17 Óscares y que obtuvo reseñas excelentes?
Por muy divertida que pueda parecer esta escena, resulta ridícula desde que caen los enanos por un túnel a la ciudad de los goblins y por cómo rebotan parecen muñecos de goma en lugar de seres vivos sumamente pesados. Luego de eso está una escena de escape donde vemos a Kili deteniendo flechas con su espada, una proeza que ningún personaje mortal de El Señor de los Anillos era capaz de lograr. Pero los problemas continúan con la secuencia de escape, pues caen en una plataforma de madera por un abismo de gran profundidad y todos sobreviven sanos y salvos, incluso aunque les cae encima el cuerpo del rey trasgo.
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A pesar de que en los detrás de cámaras podemos comprobar que se llevaron a cabo filmaciones en un río y en un set especial con agua en movimiento, la gran mayoría de la secuencia es digital y los efectos especiales no son muy realistas la mayoría del tiempo, lo cual la hace parecer un videojuego y no un épico enfrentamiento. Pero no solo los efectos generados por computadora son lamentables, algunas partes de la persecución en el río son fallidas desde su concepción, como aquel conveniente momento donde el barril de Bombur rebota y aplasta a varios orcos.
Alfrid es introducido en [Pelicula] El Hobbit: La Desolación de Smaug y desde su primera aparición es claro que se trata de una parodia y una sombra del excelente personaje que fue Grima Lengua de Serpiente. Sin embargo, su participación no habría sido gran problema de haberse limitado a la segunda entrega de El Hobbit, pero su papel de payaso en [Pelicula] El Hobbit: La Batalla De Los Cinco Ejércitos fue de completa pena ajena. Cada momento donde habla y hace alguna tontería demuestra el pésimo trabajo y el nulo esfuerzo de los guionistas al crear al personaje.
Una vez más, el principal problema de esta escena de La Desolación de Smaug es que los efectos especiales son asombrosamente malos. Estamos hablando de una cinta que acaba de mostrarnos al dragón más grande e impresionante de la historia del cine, cuya textura y movimientos son bastante realistas, pero cuando al final del enfrentamiento entre Legolas y Bolgo el elfo sale en persecución de su enemigo y lo vemos cabalgar, él y el animal parecen sacados de un videojuego, y no de una impresionante cinemática de videojuego, sino de un gameplay de un videojuego de Xbox 360. Pero las cosas no terminan ahí, es peor que en la siguiente entrega la persecución fue absurda pues Legolas regresa a las proximidades de Lake Town y no tuvo sentido verlo cabalgar en búsqueda del malvado orco.
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En [Pelicula] El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo fuimos testigos de lo que aparentemente es el lado oscuro de Galadriel, la poderosa elfa guardiana de Lothlórien, cuando Frodo le ofrece el anillo. En La Batalla de los Cinco Ejércitos vuelve a tener esa siniestra transformación para enfrentarse a Sauron, pero Peter Jackson y compañía decidieron que ahora debían inspirarse para su look en la niña de [Pelicula] El Aro, con su cabello alaciado y maquillaje negro alrededor de los ojos, una señora elfa completamente darks.
Como si en una película realizada casi por completo a computadora necesitáramos más personajes hechos por computadora, el rey Dáin II fue creado completamente con CGI. Debido a que los protagonistas enanos son interpretados por seres humanos y hay numerosos close ups al rostro de Dáin II, se ve ridículamente falso junto al resto, y su personalidad se alejó demasiado de lo descrito por Karina Gidi, pasando a convertirse en una versión ridícula del gran rey enano.
Las dos primeras partes de El Hobbit ya habían sido infieles a la novela original y habían añadido varios elementos que hacen que Tolkien se retuerza en su tumba, pero en La Batalla de los Cinco Ejércitos fueron demasiado lejos al meter gusanos gigantes que a muchos les recordaron a los monstruos de [Pelicula] Terror en el desierto o a los enormes Shai-Hulud de [Pelicula] Dunas. Estas criaturas inexistentes en la mitología de la Tierra Media podrían ser el arma más letal del enemigo pero solo las usan para cavar un tunel y a través de éste enviar un ejército. Su aparición fue gratuita y carente de sentido.
La rivalidad entre Bolgo y Legolas quedó establecida desde el final de La Desolación de Smaug, pero en la siguiente entrega Peter Jackson quería darle a los fans más escenas de Legolas tipo escudo-patineta de [Pelicula] El Señor de los Anillos: Las Dos Torres o Legolas-mata-a-olifante-él-solo de [Pelicula] El Señor de los Anillos - El Retorno del Rey. En La Batalla de los Cinco Ejércitos el elfo realiza una acrobacia que desafía las leyes de física, lo cual no es un problema para una historia de fantasía, pero sí es un problema cuando el público en lugar de sorprenderse con la escena donde el héroe brinca sobre bloques de piedra cayendo, relaciona a Legolas con Mario de Nintendo.
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El epítome de la ridiculez en El Hobbit es el romance de dos días de la elfa Tauriel y, el enano Kili, que termina de forma trágica cuando ella ve morir a su amado a manos del orco Bolgo. Hasta ese punto es comprensible el dolor que sentía el personaje (con todo y lo absurdo que resultaba el romance), pero lo más ridículo es lo que dice al rey Thranduil, «si esto es amor, no lo quiero». A lo que el sabio elfo de miles de años de edad responde «duele porque es real». El punto más bajo de toda la trilogía y uno de los diálogos más estúpidos sobre el amor en la historia del cine.
Para rematar esta infame lista, no podemos omitir la forma forzada de unir la trilogía de El Hobbit con El Señor de los Anillos con una escena que carece de todo sentido. Después de que terminó la Batalla de los Cinco Ejércitos, Legolas es aconsejado por su padre para ir a conocer a Aragorn, quien por ese entonces solo era un niño según la cronología de los libros, pero incluso si se tratara de un adolescente, ¿qué podría enseñarle a un elfo con un edad mucho mayor? Solo Jackson podría responder a este sinsentido.
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El resultado del experimento fue bastante irregular, con una primera parte cumplidora pero que ya se sentía demasiado estirada, como poca mantequilla embarrada en mucho pan; la segunda recuperó gran parte del sentido de maravilla que enamoró al público en El Señor de los Anillos, pero varios personajes y subtramas fueron añadidas por los creativos y se alejaron del libro; finalmente la tercera entrega cometió muchos errores y demostró que nunca fue buena idea hacer una trilogía de El Hobbit.
En este artículo no pretendemos analizar todos los problemas que hacen de El Hobbit una saga irregular y muy inferior a El Señor de los Anillos, de lo que hablaremos es de las cosas más lamentables, aquellas que provocan en el espectador pena ajena y lo hacen preguntarse ¿en qué estaba pensando Peter Jackson?, ¿es realmente la misma persona que dirigió la épica trilogía ganadora de 17 Óscares y que obtuvo reseñas excelentes?
Enanos de goma en Goblin Town
Por muy divertida que pueda parecer esta escena, resulta ridícula desde que caen los enanos por un túnel a la ciudad de los goblins y por cómo rebotan parecen muñecos de goma en lugar de seres vivos sumamente pesados. Luego de eso está una escena de escape donde vemos a Kili deteniendo flechas con su espada, una proeza que ningún personaje mortal de El Señor de los Anillos era capaz de lograr. Pero los problemas continúan con la secuencia de escape, pues caen en una plataforma de madera por un abismo de gran profundidad y todos sobreviven sanos y salvos, incluso aunque les cae encima el cuerpo del rey trasgo.
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La persecución en el río
A pesar de que en los detrás de cámaras podemos comprobar que se llevaron a cabo filmaciones en un río y en un set especial con agua en movimiento, la gran mayoría de la secuencia es digital y los efectos especiales no son muy realistas la mayoría del tiempo, lo cual la hace parecer un videojuego y no un épico enfrentamiento. Pero no solo los efectos generados por computadora son lamentables, algunas partes de la persecución en el río son fallidas desde su concepción, como aquel conveniente momento donde el barril de Bombur rebota y aplasta a varios orcos.
Todas las escenas de Alfrid
Alfrid es introducido en [Pelicula] El Hobbit: La Desolación de Smaug y desde su primera aparición es claro que se trata de una parodia y una sombra del excelente personaje que fue Grima Lengua de Serpiente. Sin embargo, su participación no habría sido gran problema de haberse limitado a la segunda entrega de El Hobbit, pero su papel de payaso en [Pelicula] El Hobbit: La Batalla De Los Cinco Ejércitos fue de completa pena ajena. Cada momento donde habla y hace alguna tontería demuestra el pésimo trabajo y el nulo esfuerzo de los guionistas al crear al personaje.
El caballo digital de Legolas
Una vez más, el principal problema de esta escena de La Desolación de Smaug es que los efectos especiales son asombrosamente malos. Estamos hablando de una cinta que acaba de mostrarnos al dragón más grande e impresionante de la historia del cine, cuya textura y movimientos son bastante realistas, pero cuando al final del enfrentamiento entre Legolas y Bolgo el elfo sale en persecución de su enemigo y lo vemos cabalgar, él y el animal parecen sacados de un videojuego, y no de una impresionante cinemática de videojuego, sino de un gameplay de un videojuego de Xbox 360. Pero las cosas no terminan ahí, es peor que en la siguiente entrega la persecución fue absurda pues Legolas regresa a las proximidades de Lake Town y no tuvo sentido verlo cabalgar en búsqueda del malvado orco.
No te pierdas: El Hobbit, de Guillermo del Toro, todo lo que sabemos de la película cancelada
Galadriel-niña de El Aro
En [Pelicula] El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo fuimos testigos de lo que aparentemente es el lado oscuro de Galadriel, la poderosa elfa guardiana de Lothlórien, cuando Frodo le ofrece el anillo. En La Batalla de los Cinco Ejércitos vuelve a tener esa siniestra transformación para enfrentarse a Sauron, pero Peter Jackson y compañía decidieron que ahora debían inspirarse para su look en la niña de [Pelicula] El Aro, con su cabello alaciado y maquillaje negro alrededor de los ojos, una señora elfa completamente darks.
Dáin II
Como si en una película realizada casi por completo a computadora necesitáramos más personajes hechos por computadora, el rey Dáin II fue creado completamente con CGI. Debido a que los protagonistas enanos son interpretados por seres humanos y hay numerosos close ups al rostro de Dáin II, se ve ridículamente falso junto al resto, y su personalidad se alejó demasiado de lo descrito por Karina Gidi, pasando a convertirse en una versión ridícula del gran rey enano.
Los gusanos
Las dos primeras partes de El Hobbit ya habían sido infieles a la novela original y habían añadido varios elementos que hacen que Tolkien se retuerza en su tumba, pero en La Batalla de los Cinco Ejércitos fueron demasiado lejos al meter gusanos gigantes que a muchos les recordaron a los monstruos de [Pelicula] Terror en el desierto o a los enormes Shai-Hulud de [Pelicula] Dunas. Estas criaturas inexistentes en la mitología de la Tierra Media podrían ser el arma más letal del enemigo pero solo las usan para cavar un tunel y a través de éste enviar un ejército. Su aparición fue gratuita y carente de sentido.
Legolas contra Bolgo
La rivalidad entre Bolgo y Legolas quedó establecida desde el final de La Desolación de Smaug, pero en la siguiente entrega Peter Jackson quería darle a los fans más escenas de Legolas tipo escudo-patineta de [Pelicula] El Señor de los Anillos: Las Dos Torres o Legolas-mata-a-olifante-él-solo de [Pelicula] El Señor de los Anillos - El Retorno del Rey. En La Batalla de los Cinco Ejércitos el elfo realiza una acrobacia que desafía las leyes de física, lo cual no es un problema para una historia de fantasía, pero sí es un problema cuando el público en lugar de sorprenderse con la escena donde el héroe brinca sobre bloques de piedra cayendo, relaciona a Legolas con Mario de Nintendo.
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“Duele porque es real”
El epítome de la ridiculez en El Hobbit es el romance de dos días de la elfa Tauriel y, el enano Kili, que termina de forma trágica cuando ella ve morir a su amado a manos del orco Bolgo. Hasta ese punto es comprensible el dolor que sentía el personaje (con todo y lo absurdo que resultaba el romance), pero lo más ridículo es lo que dice al rey Thranduil, «si esto es amor, no lo quiero». A lo que el sabio elfo de miles de años de edad responde «duele porque es real». El punto más bajo de toda la trilogía y uno de los diálogos más estúpidos sobre el amor en la historia del cine.
Thranduil envía a Legolas a buscar a Aragorn
Para rematar esta infame lista, no podemos omitir la forma forzada de unir la trilogía de El Hobbit con El Señor de los Anillos con una escena que carece de todo sentido. Después de que terminó la Batalla de los Cinco Ejércitos, Legolas es aconsejado por su padre para ir a conocer a Aragorn, quien por ese entonces solo era un niño según la cronología de los libros, pero incluso si se tratara de un adolescente, ¿qué podría enseñarle a un elfo con un edad mucho mayor? Solo Jackson podría responder a este sinsentido.
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