Por qué el Batman de Joel Schumacher es importante para la representación LGBTQ
Las extravagantes adaptaciones de Batman realizadas por Joel Schumacher fueron destrozadas por la crítica y los fans, pero su importancia es más grande de lo que muchos creen.
Las películas Batman Eternamente (41%) y Batman & Robin (11%) no son exactamente las entradas más queridas en la filmografía de Batman. De hecho, es común ver cómo su existencia fue objeto de burlas en las últimas décadas y en los últimos años pasaron a ser completamente ignoradas. Aunque tal vez no todos lo hagan, sí hay muchos que parecen haber olvidado que el director Joel Schumacher nos dejó dos coloridas y extravagantes adaptaciones del superhéroe de DC después de que Tim Burton no pudiera terminar su trilogía. A raíz de la versión presentada por este cineasta, el estudio decidió cambiar las cosas y volverse loco.
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Así fue como llegaron a la pantalla grande dos películas que parecían inspirarse demasiado en la serie de televisión de 1966 y, aunque igual estuvieron más relacionadas con el entorno de la época en la que se estrenaron los filmes, se puede decir que ambas películas fueron como una actualización vibrante y cursi del Hombre Murciélago a finales de la década de 1990. Pero algo que también se hizo de lado cuando la gente prefirió hacer de cuenta que no existían, fueron su importancia y su subtexto que nos demuestran que hay mucho más por lo que merecen ser recordadas.
Joel Schumacher estaba decidido: su Batman, interpretado por Val Kilmer y luego George Clooney, y su Robin, interpretado por Chris O'Donnell, no eran homosexuales. Tampoco tenía la intención de hacer un guiño a la forma en que la gente durante décadas había interpretado la relación del Dúo Dinámico, según él. Pero si Schumacher no hubiese sido gay uno se habría preguntado cuál era la naturaleza de su obsesión con el cuero y los primeros planos de ciertas partes del cuerpo cuando los protagonistas se ponían los trajes. No hay nada que compruebe esta relación más allá que las interpretaciones que se le dan a la película, hay que reconocerlo. A propósito, o inconsciente, el director realmente nunca confirmó esto.
En cierto modo, lo que para muchos es la negación de Schumacher de confirmar que la película tiene muchos detalles queer es justamente lo que le permite funcionar como lo habían hecho tradicionalmente las películas que afirman ser queer. Durante décadas, los espectadores tuvieron que sintonizarse con la codificación queer y las sugerencias con el fin de obtener obras que aparentemente los representaban. Coquetear es parte de la diversión y, hasta hace relativamente poco, era necesario para las personas que están sedientas de encontrar con quien poder identificarse en la pantalla. No tienes que ir muy lejos para olfatear el potencial queer de Batman y Robin, por ejemplo. Obviamente, está el hecho de que Bruce Wayne y Dick Grayson viven juntos y comparten una dinámica cuando menos interesante.
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Ahora bien, vale la pena señalar que Batman Eternamente (41%) no menciona explícitamente a gays y bisexuales. En 1995, el público en general no habría estado demasiado interesado en personajes tan abiertamente LGBTQ+ en una película de superhéroes. Sin embargo, el director Joel Schumacher, abiertamente gay durante la mayor parte de su carrera, tomó las riendas después de la partida de Tim Burton y podría decirse que usó su tiempo en la franquicia de gran presupuesto para colarse mucho en este aspecto.
Está claro que Schumacher quería explorar el trasfondo de la relación entre Batman y Robin. Ahora bien, la sugerencia de que podría haber algo más entre ellos a menudo ha sido el blanco de muchos chistes, pero es importante saber que esta idea ganó popularidad en el libro Seduction of the Innocent, del Dr. Fredric Wertham, quien lo publicó en 1954 (vía Syfy). El libro de Wertham fue una acusación mordaz hacia los cómics y su supuesta influencia en los niños, y en sus páginas afirmó que la relación entre Batman y Robin era "un sueño de dos homosexuales viviendo juntos" y que "el tipo de historia de Batman puede estimular a los niños a las fantasías homosexuales". Por supuesto, esto se presentó en un tono negativo y ayudó a estigmatizar la idea de Batman y Robin como una pareja gay.
Schumacher pareció apoyarse en esta idea, pero le dio un giro. Batman Eternamente (41%) hace que Dick Grayson tenga al menos 18 años, y su relación con Bruce Wayne se centra en el deseo de Dick de convertirse en socio de Bruce en su lucha contra el crimen. El uso continuo de la palabra "compañero" en el diálogo trae alusiones a las parejas del mismo sexo porque suele ser la palabra estándar en la vida real. Lo importante es el trato que Bruce le dio a Dick directamente después del asesinato de sus padres. En esos momentos, el filme comienza a afirmar una relación positiva entre los dos. Pero, cuando el tema de convertirse en socios asoma la cabeza después de que Dick descubre que Bruce es Batman, el conflicto comienza a tomar forma.
El arco de Bruce se centra en sus complicados sentimientos acerca de ser Batman. Lo ve como su lado más oscuro y comienza a cuestionarse si debería ser Batman. Mucho de esto se explora a través de la psicóloga Dr. Chase Meridian, personaje interpretado por Nicole Kidman. Al ser una gran película de estudio, estos dos personajes tienen que entablar algún tipo de romance y aquí es donde entra en juego la idea de que Batman es una metáfora de que Bruce es bisexual. Su lucha involucra lo que él ve como deseos conflictivos: ser Bruce Wayne y llevar una vida “normal” o continuar siendo Batman y saciar su yo interior. Esto llega a un clímax cuando tanto Chase Meridian como Robin son secuestrados por El Acertijo. Batman puede salvarlos a ambos y le dice al villano que ha aprendido que puede ser tanto Bruce Wayne como Batman. Esto es algo que puede verse como una aceptación de sus múltiples estilos de vida, que también podría leerse fácilmente como que él acepta su bisexualidad.
El simple hecho de señalar todos estos factores no es lo que convierte a las películas de Batman de Joel Schumacher en las más importantes de todas para la comunidad LGBTQ+, pero sí tienen un papel muy destacado. Hay docenas de momentos de la película que pueden ayudar a defender su subtexto extraño, pero ¿por qué importa todo esto? Para empezar, es vital examinar qué tan subrepresentadas están estas ideas en el cine de superhéroes convencional. Recién en los últimos años estamos comenzando a ver a personajes LGBTQ+ que se abren camino hacia la pantalla grande y pequeña. Aunque Batman Eternamente (41%) y Batman & Robin (11%) tuvieron que usar la codificación queer para transmitir estas ideas, es crucial que no ignoremos su intento de llevar este tipo de material al cine a lo grande, y merecen elogios por eso.
Pero, el aspecto más significativo del subtexto de estas adaptaciones de Batman es que son películas sobre la autoaceptación y la búsqueda de otras personas que te amen por lo que eres. A lo largo de la película, el fiel mayordomo de Bruce, Alfred, nutre el yo interior de Dick y, finalmente, le hace el traje de Robin. Y la escena en la que Batman & Robin finalmente se vuelven socios es uno de los momentos más positivos en el cine de superhéroes. Sí, ambas son deliberadamente extravagantes y no juegan en el mismo tono sombrío que otras películas de Batman más queridas. Sin embargo, deben reconocerse como un gran paso en la "liberación" del cine LGBTQ+ porque no necesitaron ser tan literales, y eso que tampoco fueron tan sutiles, para llevar este tema a la franquicia.
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