Cómo la idea original para Obi-Wan Kenobi destaca el principal problema de Disney con Star Wars

Tuvieron que pasar muchas cosas para que Lucasfilm llegue a Obi-Wan Kenobi (95%) de la forma en que conocemos a la producción. Quizás nunca sepamos todos los secretos detrás de los intentos del estudio para llevar a Kenobi a la pantalla grande luego de Star Wars: Episodio III - La Venganza de los Sith (79%), pero lo que sabemos es más que suficiente para saber que la compañía estuvo cerca de repetir un error que ha estado presente en la franquicia desde que Disney tomó el control de lo que fue empezado por George Lucas hace más de 40 años en la pantalla.

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Disney y Lucasfilm planearon originalmente un spin-off cinematográfico de Star Wars con el protagonista de la serie que llegará a su plataforma de streaming, según una historia de The Hollywood Reporter de 2017. Pero después de dos películas derivadas de Star Wars, que fueron Rogue One: Una Historia de Star Wars (85%) y Han Solo: Una Historia de Star Wars (56%), no se llevó a cabo de la forma que había planeado Disney. La nueva historia de Obi-Wan fue eliminada de sus proyectos y después lo intentaron con otra película derivada que se iba a centrar en Boba Fett, pero decidieron no seguir adelante. La compañía terminó retrasando futuras entregas de Star Wars, incluida una trilogía del director Rian Johnson, y una trilogía de los creadores de Game of Thrones (59%).

Solamente después de varios cambios fue que Obi-Wan Kenobi se volvió realidad, pero no sin que antes hubiera más problemas que habrían llevado a esta producción a caer en un error que la franquicia ha estado repitiendo. Originalmente anunciada en 2019, fue en la convención D23 de ese año cuando la compañía confirmó que Ewan McGregor regresaría al papel en una serie que iba a empezar su filmación en 2020. Parecía mentira después de todos los rumores y reportes, pero sucedió inicialmente como un spin-off escrito por Hossein Amini y dirigido por Stephen Daldry cuando iba a ser película y luego convertido en una serie tras el fracaso del filme en solitario de Han Solo.

Un mes después de que se confirmó la serie, Deborah Chow se unió como directora y se esperaba que las filmaciones empiecen en julio de 2020. Sin embargo, en enero de ese año se detuvo todo el proceso porque la gente de Lucasfilm no estaba contenta con los guiones. Joby Harold, el showrunner, fue contratado para reescribir la serie en abril de 2020 y al año siguiente se anunciaron nuevos miembros del elenco. El rodaje se dio en mayo de 2021, lo que quiere decir que hubo una pausa de poco más de un año debido a que a los ejecutivos no les agradó la idea original.

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Esto nos lleva a notar que, claramente, hubo un cambio de planes sobre lo que iba a ser Obi-Wan Kenobi originalmente y que estos cambios denotan el problema que tiene la franquicia desde hace unos cuantos años: la falta de creatividad. Pero ese no es el único asunto, ya que también podemos hablar de lo difícil que se le está haciendo que sus nuevas producciones se sientan frescas y originales como en otras producciones que son más fuertes en ese sentido. No es tan difícil, dado que Rogue One es un interesante ejemplo que salió muy bien en determinados aspectos, y podría decir que sucedió lo mismo con The Mandalorian (91%).

El concepto era muy similar a The Mandalorian

Hoy en día, cuando una idea o concepto tiene éxito, lo que hacen los estudios es convertirla en fórmula debido a la cantidad de veces que la repiten para volver a tener buenos resultados. The Mandalorian fue un rotundo éxito desde su llegada en Disney Plus y, como era de esperar, la compañía no perdió tiempo para usarla como catapulta para otras producciones y, por qué no, repetir lo que creen que gustó tanto a la gente como para no importarle volver a lo mismo. Las aventuras de Din Djarin y Grogu son fascinantes, e incluso su separación y posterior reunión en la pantalla chica generó mucha conversación. Dicha reunión tuvo lugar en una producción que surgió como derivada de esta con el nombre de El Libro de Boba Fett. Esta serie no logró tener el mismo efecto en la gente, pero en cuanto apareció el mandaloriano todo cambió y esos episodios enloquecieron a la audiencia de forma literal. Boba Fett, en cambio, hizo que surja una nueva división en los fans, aunque a la larga es lo que se puede esperar de una franquicia que es seguida por diferentes generaciones.

Obi-Wan Kenobi iba a ser muy similar a The Mandalorian en el sentido de que iba a ser como una especie de “las aventuras de Kenobi y el pequeño Luke Skywalker”. Para el momento en que Lucasfilm consiguió un escritor para la nueva serie de seguro no sabía que su primera producción para televisión iba a ser un enorme éxito, y lo que hizo el escritor fue como tomar el arco de Din Djarin y Grogu para hacer lo mismo con el Jedi y el joven Skywalker. El protagonista emergiendo desde las sombras de Tatooine para proteger al protagonista de la Trilogía Original. Con esto quedó claro que la serie necesitaba ser reescrita porque iba a ser una historia reciclada. Algo similar ocurrió con la trilogía de secuelas desde el momento en que J.J. Abrams decidió seguir con un concepto que trataba de regresar mucho a la audiencia a las primeras películas.

Darth Vader no aparecía en los reportes como el villano, pero sí otro Sith

La reescritura de los guiones nos dejó sin el villano que iba a aparecer originalmente en la historia y a la vez nos regresa a otro problema: la franquicia se obliga a sí misma a depender mucho de las tres primeras películas en lugar de proponer algo original. Sabemos que va a aparecer Hayden Christensen como Darth Vader, lo que será otra aparición del personaje en la franquicia. Al menos tendremos a los Inquisidores, quienes habían salido únicamente en series animadas y se sumó la presencia de otros nuevos, pero es inevitable que volvamos a los personajes clásicos para ir a lo seguro. Algo que habría sido más interesante y creemos que realmente hubiera llevado a la franquicia a rincones más nuevos de la galaxia se podría haber logrado si la serie no se deshacía de Darth Maul, quien estaba en los primeros guiones.

Según Screen Rant, varios reportes indicaron que la serie se iba a enfocar en el regreso de Maul, quien ya tenía una rivalidad con Obi-Wan Kenobi desde la trilogía de precuelas, que después se vio en las producciones animadas de la compañía. Esto además hubiera sido una forma buena de continuar con el final de Han Solo: Una Historia de Star Wars, donde hubo un vistazo al villano como el responsable de algo más grande que ocurría detrás del telón en dicha historia y sería bastante interesante para explorar. Hay unas cuantas inconsistencias sobre qué tan desarrollada estaba la idea en los guiones, pero de acuerdo con la información incluso se habían filmado escenas con Ray Park, el actor que ha interpretado al personaje por años.

De vuelta al principal problema…

El problema con las producciones de Star Wars en la actualidad es, principalmente, la falta de creatividad. Tener varias historias con una trama, concepto o idea muy parecida entre sí es problemático y esa repetición afecta la forma en que la audiencia espera algo nuevo de la franquicia al punto de no sentir interés por algo nuevo. Muchos vieron The Mandalorian, pero al leer comentarios en Internet parece que muchos menos vieron El Libro de Boba Fett. Como el regreso de Ewan McGregor en el papel también ha transcurrido luego de varios años, de seguro hay expectativas… que se habrían acabado en cuanto los fans se dieran cuenta que era más de lo mismo pero con otros personajes. Ni siquiera el enfoque de las series ha sido tan original: The Mandalorian está tomando mucho de una parte de las Leyendas que el público siempre quiso ver como son los mandalorianos, y Obi-Wan Kenobi se está centrando más en las estrellas que protagonizaron las precuelas, vendiéndole al público más el hecho de que presentará el regreso de McGregor y Christensen que la historia como tal.

Lucasfilm debe evitar otro gran problema

La franquicia tiene tanto contenido que resulta inevitable que ella misma se contradiga en sus nuevas producciones. Lo que inicialmente era una historia que solo podía verse en el cine, creció con series de televisión, videojuegos y mucho más material. Mantener la continuidad se está volviendo un problema debido a que es muy fácil que el contenido nuevo termine contradiciendo al que salió antes, como en el caso de las precuelas y la serie animada The Clone Wars, donde apariciones de personajes alteran lo que los fans creyeron conocer. Quizás fue por ese motivo que la compañía decidió no continuar con el regreso de Darth Maul y Disney se encuentra en una situación bastante irónica, ya que tiene una dependencia excesiva de la continuidad que, sin embargo, no logra evitar los errores.

Algo tiene que cambiar para mejor en el futuro

Lo que podría beneficiar a la franquicia desde el primer momento es una mayor diversidad de contenido. Hasta ahora, todas las producciones de Disney, especialmente aquellas que van a la plataforma de streaming, se sienten muy parecidas entre sí porque tocan temas similares o debido a la forma que tienen sus historias. El título cambia, pero gran parte de las historias recientes parecen calcadas en tono, estilo, enfoque, trama y otros detalles que no se sienten originales justamente porque no lo son. Dado el alcance y profundidad con la que se han contado nuevas historias, sabemos que el universo de Star Wars siempre puede tener la oportunidad de hacerlo mejor y al menos tendremos la oportunidad de ver algo diferente cuando la franquicia explore los días de la Alta República, como en la serie The Acolyte. Fuera de eso, todo es más de lo mismo y ya está agotando al público. Para mantenerse siempre renovado y haciendo algo diferente, Lucasfilm debería tomar en consideración no solo la creación de una historia nueva con personajes nunca antes vistos, sino también irse a sectores de la línea de tiempo que no se han tocado mucho. De lo contrario, todo lo que está sacando Disney será más desechable (y olvidable) que nunca.

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