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Iron Man 3, de Shane Black, ¿qué dijo la crítica en su estreno?

El inicio de la Fase 2 del MCU fue un tropiezo para Marvel Studios por la división que generó, pero nunca una caída gracias a su éxito en la taquilla.

Una de las películas más exitosas de Marvel y también una de las más divisivas, Iron Man 3 (79%) llegó a la pantalla grande hace una década, exactamente en abril de 2013, con Robert Downey Jr. al frente del cierre de la trilogía que tuvo el Hombre de Hierro con este actor en el papel dentro de las primeras producciones de Marvel Studios. Entonces, con tantas expectativas de sus fans luego de las dos primeras entregas dirigidas por Jon Favreau, lanzadas en cines en 2008 y 2010 respectivamente, además con la difícil tarea de convertirse en la apertura de la Fase 2 de la franquicia, era lógico que iba a tener mucha presión detrás y que podía fallar por varias razones.

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Shane Black fue el encargado de la dirección para esta adaptación que al final de su recorrido en las salas de cine amasó un total de US$1214 millones, a partir de un presupuesto de US$200 millones, lo cual representó muchas ganancias para el estudio que de seguro no se inmutó ante las opiniones divididas de la crítica (ni los comentarios de la audiencia) puesto que ya tenía lo más importante. Además, él escribió el guión junto a Drew Pearce , quien curiosamente había sido contratado por Marvel en 2010 para una adaptación de The Runaways cuyo poco progreso fue detenido para que la compañía pudiera enfocarse en lo que terminó siendo la película Los Vengadores (92%).

De hecho, gran parte del interés que atrajo esta cinta se debió no solo a que representaba el inicio de una fase nueva, sino que sirvió como una secuela del primer crossover del equipo de superhéroes antes mencionado. Por eso las emociones de los fans estaban por los cielos, y aquello se convirtió en una jugosa recaudación en taquilla para Marvel Studios. Pero ¿qué tan divisiva fue realmente? Después de todo, ha pasado una década desde su estreno en la pantalla grande y aún se recuerda esta película con sentimientos encontrados, por decir algo.

Un punto que puso de acuerdo a la crítica fue la actuación de Robert Downey Jr. como Tony Stark/Iron Man. Para algunos fue una de las cosas más destacadas, pero según otros fue la única cosa destacada. Por ahí ya podemos entender de qué van las críticas mixtas que recibió esta adaptación del popular personaje, aunque es solo uno de los tantos detalles mencionados en las reseñas. Otro elemento que dividió a los medios especializados fue la dirección, y con eso nos referimos al trabajo de Shane Black, quien antes de entrar al Universo Cinematográfico de Marvel había dirigido a su actor principal en el filme Entre besos y tiros de 2005.

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Varias opiniones mencionaron en su momento que el trabajo de Black hizo que las escenas de acción fueran tediosas de ver, refiriéndose a ellas como “interminables”, aunque también se dijo que el director, al parecer, prefirió usar su tiempo en escribir bromas ingeniosas para que fueran dichas por Tony Stark en lugar de aportar con una dirección más sólida. Curiosamente, algunas críticas no se dirigen de esa manera al trabajo del cineasta, sino que dicen que él contribuyó a sacar lo mejor de Robert Downey Jr. para esta faceta de la vida de Iron Man.

Medios como el San Francisco Chronicle dijeron que la producción no era del todo mala y que de hecho había muchas cosas buenas en ella que deberían haber sido suficientes para conquistar a los fans del personaje y la franquicia en general; sin embargo, también señalan que se quedó corta y que varias cosas le jugaron en contra, haciendo que todo lo que se podía destacar perdiera un poco de ese valor que podía aportar a la propuesta de Marvel.

Y cuando dice que tiene cosas buenas podemos hablar de cómo fue un espectáculo visual que involucró una gran cantidad de armaduras que todo fan conoce, así como el regreso de Gwyneth Paltrow en el papel de Pepper Potts y un guión ambicioso que podría haber conquistado a todos sin excepciones, pero que al final demostró que tal ambición tal vez fue demasiado para su equipo de trabajo. De hecho, la versión del Mandarín (Ben Kingsley) que presenta esta producción es, en lugar de olvidable, algo que muchos fans no han podido perdonar a la franquicia (aunque quizás se les pasó un poco tras haber visto Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos (95%), pero hubo mucho tiempo de diferencia entre un lanzamiento y otro).

No solo esta adaptación fue considerada patética, sino que la revelación del “verdadero” Mandarín (Aldrich Killian, interpretado por Guy Pearce) tampoco fue la gran cosa. Sin duda son detalles que opacaron la visión de Shane Black según la crítica, ya que también se dijo que esta era apenas decente y que destruir el material en el que se basa fue una de las claves para el desastre de una historia que, según una parte de la crítica, no mostraba tener idea de a dónde quería llegar.

Esto fue lo que dijo la crítica sobre la divisiva Iron Man 3 (79%):

Candice Frederick de Reel Talk Online:

La película hace exactamente lo que debe hacer un éxito de taquilla: entretener.

Mick LaSalle de San Francisco Chronicle:

Iron Man 3 tiene cosas buenas, suficientes para complacer a los fanáticos de la serie, pero también demasiados inconvenientes para ganar muchos adeptos.

Anthony Lane de New Yorker:

El problema es que, a medida que la trama se acelera, cualquier ingenio se retira para dar paso a los petardos del clímax. Ese no es el fuerte de Black, y su película se convierte en un desastre.

Jason Bailey de Flavorwire:

Más allá de todas las explosiones, los escenarios de acción y la magia en 3D, aún puedes escuchar a un escritor con una voz distintiva y entretenida.

Christopher Orr de The Atlantic:

Shane Black sobresale escribiendo bromas ingeniosas, autorreferenciales e infundadas de la cultura pop, y no hay ningún actor trabajando hoy en día que esté mejor preparado para hacerlo que Robert Downey Jr.

Lisa Kennedy de Denver Post:

Iron Man 3 se siente como un mantillo explotador de las ansiedades actuales. El guión es ambicioso pero no lo suficientemente sabio como para ser legítimamente catártico. Es más Cuisinart que arte.

Peter Rainer de Christian Science Monitor:

La acción, dirigida por Shane Black, va de pasable a interminable.

Rene Rodriguez de Miami Herald:

Al igual que lo hace con esas horribles películas de Sherlock Holmes, Downey eleva este material bastante endeble con su pura presencia.

Michael Sragow de Orange County Register:

Sería solo un gran espectáculo de efectos especiales y hardware, con un guión sin salida lleno de giros equivocados, si no fuera por Robert Downey Jr. y un juego e ingenioso elenco.

Keith Garlington de Keith & the Movies:

Black tenía una visión decente para esta película y ciertamente tenía un elenco maravilloso. Pero falta la dirección general de su historia, y su trituración de material fuente clave le quitó lo que hizo bien.

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