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RMFF2016: Plataforma Mexicana

Comentamos algunos de los filmes mexicanos en competencia

Las películas mexicanas seleccionadas para participar como parte de la competencia oficial del Riviera Maya Film Festival son títulos que difícilmente verán un estreno comercial masivo. Se trata de propuestas que toman riesgos en lo temático, que tratan de provocar al espectador y explorar la forma de contar historias.

Una de las particularidades de esta selección en competencia es que no hace distinción entre ficción y documental.

Tras las primeras jornadas del festival, les compartimos lo provocado por alguno de estos títulos.

Maquinaria Panamericana

La película de Joaquín del Paso, una divertida y agradable cinta sobre una empresa de construcción donde un viernes que podría parecer como cualquier otro, con la ola de costumbres y cotidianidades de oficina, rituales laborales de todo tipo que solo pretenden matar el tiempo para la llegada del fin de semana, se transforma en un universo caótico, absurdo y surreal cuando se descubre que el dueño ha muerto en un departamento dentro de la propia empresa, y que la compañía está en quiebra.

Tanto los retratos individuales como los guiños sociales que se hacen a través de estos, resultan no solo atinados e interesantes, sino enormemente naturales.

Del Paso logra mantener un tono uniforme a lo largo de toda la película, en control del tipo de humor y observación que busca hacer, a pesar de que sería claramente más fácil querer replicar ideas o universos de referencia cinematográfica como El Ángel Exterminador (95%) de Luis Buñuel y su idea del imposible abandono de un espacio físico o los señalamientos con dedo flamígero hacia ciertas clases sociales.

Las postales y momentos que van construyendo el devenir del día sin duda atrapan al espectador para llegar a la resolución por encima de la propia trama, lo cual puede ser un acierto en sí mismo.

Una refrescante y agradable experiencia que se aleja del maniqueísmo del cine mexicano que se mece entre el de éxito comercial con mínima exigencia e historia de fórmula y la propuesta autoral demasiado contemplativa o referencial para disfrutarse por públicos más allá del circuito de festivales.

El Paso

En este documental, Everardo González nos lleva a conocer la historia de aquellos reporteros en la frontera, en Ciudad Juárez y El Paso, Texas, quienes alejados de los reflectores de fama de conductores televisivos de noticias, son auténticas víctimas de su profesión.

Los sacrificios, esfuerzos y experiencias que deben superar por hacer su trabajo, son simplemente indescriptibles. Y esto da pie a una serie de reflexiones sociales y actuales que acompañan el retrato personal y humano de aquellos que han tenido que dejar su casa, su familia, sus amigos, su país y todo lo que conocen, por el peligro que representa ejercer su labor en nuestro país, amenazados por el narco, abandonados a su suerte por sus propias empresas de trabajo y, por supuesto, por cualquier autoridad.

La falta de un auténtico apoyo gremial colectivo, la retórica sobre la importancia del periodismo que se queda en discurso oficialista y social vacío, se ponen en la mesa de discusión de este destacado documental que abre y expone las complejidades de nuestra realidad y del oficio del reportero desconocido, el verdadero héroe de la información.

Margarita

Margarita es una mujer que vive en la calle. Detrás de esta circunstancia, se esconde un personaje llamativo y curioso, una mujer que asegura venir de una familia rica, quien alguna vez hizo películas y que ahora vive en un mundo bastante desconectado de la realidad.

Lamentablemente, esto es casi todo lo que podremos saber de ella. Bruno Santamaría, director de este documental, nos muestra una serie de encuentros que decide ir registrando como trabajo fílmico, donde trata de acercarnos a esta singular figura.

Sin embargo, no hay estructura ni investigación que ayuden a esta natural curiosidad por una persona con tal historia, para poder hacerla pasar al siguiente nivel de interés, de análisis o de reflexión.

Santamaría deja pasar varias oportunidades de profundizar en su sujeto, desaprovecha construir una ruta que nos permita saber a qué quiere llegar, o qué quiere descubrir o develar, e incluso cierra toda la historia en un atípico y apresurado momento que no tiene mucha lógica y que deja al espectador insatisfecho y sabiendo que se pudo saber más de un interesante personaje, pero que la realización no estuvo a al altura de esta posibilidad.

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