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Estudio afirma que disfrutar malas películas está ligado con ser inteligente

¿Tienen realmente alguna relación los gustos cinematográficos con la inteligencia?

Aunque muchos cinéfilos y espectadores comunes encuentran reprobable la existencia de películas malas y no se atreven a invertir su tiempo en ellas, un estudio de 2016 dice que la capacidad de ver y disfrutar malas películas puede estar ligado a una alta inteligencia (aunque como verán más adelante, eso no significa que sólo por verlas te volverás más inteligente).

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La investigación fue llevada a cabo por Keyvan Sarkhosh, del Max Planck Institute for Empirical Aesthetics, y fue publicado en el diario Poetics (vía LAD Bible). El estudio exploró el hecho de que muchos espectadores ven y disfrutan películas que ellos mismos consideran “del mal gusto” y “basura”.

El ejemplo usado por Sharkhosh es Sharknado (82%) y sus spin-offs para demostrar el éxito de estos “placeres culposos”:

A primera vista, parece paradójico que alguien vea deliberadamente películas mal hechas, vergonzantes y, a veces, perturbadoras, y disfrutar de ellas. Para tales espectadores, las películas basura aparecen como una desviación interesante y bienvenida de lo mainstream.

Dos detalles importantes que revela el estudio son que este público no es predominantemente masculino, y los que ven estas películas suelen ser cinéfilos, personas que disfrutan ver cine, y por esa misma razón suelen estar dispuestos a dejarse llevar por el placer “culposo” de ver una película considerada basura:

En su mayoría son cinéfilos los que ven películas basura, lo que tendría sentido, ya que a menudo su disfrute se dirige al análisis de los valores de producción, los diálogos y la estructura de la trama. Estamos tratando aquí con una audiencia con una educación superior a la media, que podríamos describir como ‘omnívoros culturales’. Dichos espectadores están interesados en un amplio espectro del arte y los medios que cruza los límites tradicionales de la alta cultura y la cultura popular.

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Los ejemplos usados por Sarkhosh para ejemplificar los resultados del estudio fueron las películas Plan 9 del espacio exterior de Ed Wood y El Vengador Tóxico (67%). Los resultados confirman que los fanáticos de estas películas no las toman realmente en serio, y que son vistas de manera irónica.

A pesar de lo que dice este estudio, la opinión de algunos es que el mérito del tipo de cine considerado “basura” no debe ser reducido a que algunos cinéfilos arrogantes lo vean para burlarse, sino que debe ser reconocido como un tipo de expresión artística que funciona de alguna manera y no debería causar “culpa” el disfrutarlo.

La pasión puesta por cineastas como Ed Wood quedó plasmada en la película Ed Wood (92%), de Tim Burton, donde más que mofarse del director se hace un homenaje a la pasión que tenía y a su inquebrantable determinación de ser un cineasta tan grande como Orson Welles; y lo mismo podríamos decir de The Disaster Artist: Obra Maestra (94%), la cinta que cuenta cómo fue creada la “peor película de la historia”, The Room (32%), de Tommy Wiseau.

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