El Señor de los Anillos: por qué Christopher Tolkien odiaba las películas de Peter Jackson

Christopher Tolkien falleció el pasado 16 de enero y muchos lloraron porque es gracias a él que varias obras de su padre, J.R.R. Tolkien , fueron publicadas póstumamente. Desde El Silmarillion hasta la enorme Historia de la Tierra Media, los fanáticos le deben mucho más de lo que creen. Sin embargo, algo que muchos todavía no comprenden es el desprecio que sentía Christopher por las adaptaciones cinematográficas de El Señor de los Anillos y El Hobbit.

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Las dos trilogías, dirigidas por Peter Jackson, fueron grandes éxitos de taquilla y dieron a conocer la obra de Tolkien en todo el mundo, pero desde un principio el hijo del autor inglés expresó su desdén hacia éstas, pues consideraba que denigraban el trabajo de su padre. Para entender la mentalidad de Christopher hay que ponerse en su lugar, él amaba el mundo fantástico creado por su progenitor y se encargó de arrojar luz sobre el proceso creativo que le dio origen. No parece probable que él viera a las obras literarias de su papá como menos que obras maestras, casi sagradas, y por lo tanto es un purista, alguien que no acepta las modificaciones hechas en el cine a El Señor de los Anillos.

En las películas Peter Jackson y su equipo quisieron hacer no solo una adaptación fiel de la obra de Tolkien, sino también una historia que atrajera al público en general, que lo divirtiera y emocionara. En dicho proceso, y tomando en cuenta que se debían condensar 500 páginas en 3 horas, El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo (91%) omitió gran parte de lo que ocurre en La Comarca. Pero quizá eso no fue imperdonable para Christopher, lo que sí puede haber sido motivo de enojo es que se le diera a Arwen un protagonismo que en los libros no tenía.

La personalidad de Aragorn también fue un gran cambio en las adaptaciones fílmicas, puesto que en los libros se trataba de un héroe sumamente seguro de sí mismo y orgulloso de su linaje, mientras que en las películas el personaje es inseguro y se avergüenza de la debilidad de sus antepasados.

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Y tal vez lo que más molestó a Christopher (si es que vio las películas) fue la inclusión de escenas de acción que no existían en las novelas, como aquella donde Legolas usa un escudo como patineta durante la Batalla del Abismo de Helm en El Señor de los Anillos: Las Dos Torres (96%), o donde él solo acaba con un Olifante y con los guerreros haradrim que lo montaban en El Señor de los Anillos - El Retorno del Rey (94%).

En 2012, meses antes del estreno de El Hobbit: Un viaje inesperado (64%), Christopher Tolkien fue entrevistado por Le Monde y esto fue lo que opinó sobre las películas de Peter Jackson (vía IndieWire):

Evisceraron el libro convirtiéndolo en una película de acción para jóvenes de 15 a 25 años, y parece que "El Hobbit" será el mismo tipo de película.

Si bien los comentarios de Christopher Tolkien se referían a El Señor de los Anillos, sus palabras parecen estar mucho más justificadas cuando se habla de la trilogía de El Hobbit, pues Jackson se tomó muchas libertades y los aspectos criticables de El Señor de los Anillos fueron llevados al extremo en las precuelas protagonizadas por Martin Freeman. Pero el hijo del autor inglés no solo criticó las adaptaciones cinematográficas sino la explotación que se ha hecho de la obra de su padre:

Tolkien se ha convertido en un monstruo, devorado por su propia popularidad y absorto en lo absurdo de nuestro tiempo. El abismo entre la belleza y la seriedad del trabajo, y en lo que se ha convertido, me ha abrumado. La comercialización ha reducido el impacto estético y filosófico de la creación a nada. Solo hay una solución para mí: voltear a otro lado.

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De haber sido por Christopher, nunca hubiéramos podido disfrutar de las películas de Peter Jackson, pero los derechos fueron vendidos antes y gracias a ello tenemos una de las sagas cinematográficas más grandiosas de todos los tiempos, a pesar de los cambios que hayan hecho a los libros.