El Señor de los Anillos: actor que interpretó a un orco contó las penurias de usar maquillaje prostético

Hoy en día estamos acostumbrados a que las criaturas no humanas sean creadas por computadora y que sus movimientos sean capturados por actores usando la tecnología adecuada. Así es como Thanos, Darkseid y Steppenwolf cobraron vida en la pantalla grande. Y también así es como pudimos ver a Gollum en las tres películas de El Señor de los Anillos. Eso no significa que todo este tipo de seres sean creados así. Todavía hay películas que usan el tradicional arte del maquilla prostético para que los actores se conviertan en seres salidos de las más extrañas fantasía o pesadillas. El ejemplo que seguro a más de uno le ha de venir a la mente es Doug Jones quien ha interpretado a toda clase de criaturas en las películas de Guillermo del Toro usando esta técnica.

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En la trilogía del Señor de los Anillos se usó este tipo de maquillaje para darle vida a los orcos. Thrillist entrevistó a tres actores que participaron como esas problemáticas criaturas. Uno de ellos reveló los problemas que trae usar tantas capas de látex en el rostro. El actor es cuestión es Stephen Ure y el orco al que interpretó se llama Grishnákh. Actuar bajo todo ese peso no es nada sencillo. El actor reveló que en la filmación de El Señor de los Anillos: Las Dos Torres (96%) hubo un momento en el que le dio un ataque de pánico grave porque sintió que no podía respirar y nadie del set se dio cuenta por tener el rostro cubierto

Estábamos entre escenas cuando de repente sentí que había perdió mi mecanismo de deglución. Eso hizo que entrará en pánico y comenzará a hiperventilar un poco. Mientras más pánico sentía peor era todo. Nunca había experimentado un pánico como ese. Estuve a tres segundos de arrancarme la cara para poder respirar. Sentía que no podía respirar. Nadie se dio cuenta porque estaba bajo todo ese [maquillaje prostético]. De repente pude tragar de nuevo. Nadie se enteró de nada. Ese fue mi único episodio. Estuvo completamente aterrado por un minuto. Pudo haber sido terrible. Si me hubiera arrancado la cara hubiéramos perdido todo el día. Puedo haber costado decenas de miles de dólares.

Si bien ese fue su único episodio realmente aterrador y que pudo haber puesto en peligro la filmación de un día, el actor contó que toda la experiencia de usar ese maquillaje no fue grata en general:

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Ese personaje, Grishnákh, se veía muy triste cuando yo estaba con una expresión neutra, a menos de que usará mi rostro para expresar lo que sentía debajo de todo ese maquillaje. Él se veía muy desamparado. La gente se me acercaba constantemente preguntando como como: ‘¿Estás bien? ¿Te puedo traer algo?’ Yo decía: ‘Estoy bien. Sólo déjame solo’. ‘Simplemente te ves como si estuvieras muy desanimado.

El otro efecto secundario fue que nadie conocía su rostro verdadero porque tenía que llegar todos los días mucho más temprano que todos para ser convertido en un orco. Esto fue un problema en la fiesta para celebrar el fin de la filmación:

En la fiesta de despedida del Señor de los Anillos —yo trabajé en los tres filmes y conocía a varias personas— me encontré para ahí en una esquina solo porque nadie sabía quién era yo. En esa época tomaba cuatro horas y media para ponerme todo el maquillaje. Tenía que llegar a las dos de la madrugada. Para cuando iba a la mitad del proceso, a las cinco de la mañana que es la hora en que la gente comenzaba a llegar, yo ya estaba irreconocible.

Es interesante conocer la experiencia de un actor que tuvo que pasar por este proceso todos los días para convertirse en un orco. No siempre somos consciente de ello, pero este tipo de actores están condenados a un cierto tipo de anonimato hasta dentro de sus propias producciones.

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