Michel Franco asegura estar contento con las críticas que recibe su trabajo
El director, homenajeado en la 19a edición del FICJM (Festival Internacional de Cine Judío), es conocido por provocar al público y dividir a la crítica con sus películas
Michel Franco es uno de los directores que más separa al público común y a la crítica especializada. No es raro que los expertos y las audiencias no tengan las mismas opiniones sobre ciertas películas, pero hay casos donde cada uno está parado en un extremo. El creador es considerado uno de los grandes nombres dentro del circuito de festivales, pero la gente no lo recibe tan bien de manera comercial, especialmente en México. Si Franco siempre ha tenido problemas para conectar con el público del país, Nuevo Orden (77%) terminó por complicar más las cosas. Pero estos ataques no parecen desanimarlo, pues considera que abren la puerta a un debate siempre necesario.
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La obra del director siempre se ha caracterizado por su intento de hiperrealismo y alta crudeza, pero también porque suele enfocarse en la clase alta, lo que para muchos ya limita su recepción. Mientras los festivales internacionales y los premios independientes lo consideran un creador duro y complejo, otros lo ven como un artista que busca provocar por provocar sin dedicarse al desarrollo de un buen guion o a la evolución lógica de sus personajes. Daniel y Ana (43%) es el perfecto ejemplo. Franco aseguró que estaba basada en hechos reales y la idea era simplemente aterradora por lo que no tardó en acaparar la atención de los medios. Sin embargo, más allá de la actuación de Marimar Vega, la historia resulta agotadora y no en el buen sentido, pues el escándalo de su premisa se desvanece rápidamente dejando sólo la intención de romper esquemas. Sea como sea, este título fue suficiente para marcar su reputación.
Después de Lucía (80%) es, casi con seguridad, la única de sus cintas que mostró recepciones similares entre los críticos y el público. Con el tema del bullying adolescente siempre vigente, la trama tocó puntos interesantes y además se presentó como parte de un movimiento para dar luz al problema. Para muchos, Las Hijas de Abril (58%) es su trabajo más flojo, uno donde quedaba muy claro que ya se sentía cómodo con su estatus y su estilo, olvidando por completo elementos fundamentales para contar su historia. Nuevo Orden terminó por causar una reacción extrema en el público mexicano. Mientras en otros países nombraban la cinta como un espectáculo terrorífico y realista, en México se vio como enteramente clasista y racista.
Nuevo Orden quedó como la gran marca de Franco y algunos prefieren ya no ver sus películas como una especie de protesta y boicot. La cinta seguirá causando controversia, con algunos considerándola una historia sobre los riesgos de la militarización, la manipulación política y la ceguera social de los ricos, y otros considerándola como un ejemplo de creación whitexican. En este contexto se estrenó Sundown: Secretos en Acapulco (74%), que también está generando opiniones encontradas.
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Se puede asegurar que cada que el director estrena una película viene acompañada de controversia y ataques, lo que alejaría a muchos de la profesión, pero a él le parece un aspecto importante. En una reciente entrevista para Indiewire, Michel Franco, homenajeado en la 19a edición del FICJM (Festival Internacional de Cine Judío), aseguró que le gusta recibir las críticas sobre sus películas y de alguna manera lo impulsan:
Sabía que [Nuevo Orden] iba a agitar las cosas. Y creo que la gente era todavía más sensible. Pero para mí, eso es un interés muy halagador. Algunas personas estaban preocupadas preguntándome: “¿Estás bien, Michel?” No solo estoy bien. Estoy muy feliz de ver que mi trabajo desencadena tales debates.
De igual forma, Franco reconoce que los ataques contra Nuevo Orden sólo se vieron de esa forma en México y se volvió un tema político:
Todos los críticos y audiencias de otros países, incluido España, no lo leyeron de esa manera. En México se convirtió en una cosa política, de qué lado estás políticamente. No me importan esas cosas, y lo escribí hace mucho tiempo, así que no se trata de eso. Se trata de la disparidad social. Nuevo Orden es solo una forma de decir: "Las cosas tienen que cambiar, de lo contrario, nos dirigimos en la dirección equivocada". De nuevo, sólo en México, la mitad de la gente lo vio diferente. Pero eso es interesante, eso es parte de la conversación. No tomé esa crítica en serio en absoluto, y la vi venir.
En la entrevista, Franco también reconoce que el público mexicano siempre ha estado dividido sobre su obra, pero que a él no le interesa seguir el camino fácil y contar historias superficiales sobre el país. Por otro lado, aunque admite que se siente bien leer comentarios positivos sobre su trabajo, los negativos le parecen más interesantes porque le sorprende lo mucho que la gente se apasiona y quiere descubrir qué es exactamente lo que causa esas reacciones.
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