El cine es un medio artístico, pero también uno que da trabajo a cientos de personas, y no es raro que el desequilibrio en estos aspectos dicten la percepción del público y los creadores ante las nuevas tendencias. En los últimos años se ha construido un sistema multimillonario que implica la creación de franquicias que conectan cada elemento entre sí, creando una necesidad en el espectador de ver todo lo que se le ofrece, incluso cuando no tiene un interés particular por tal o cual entrega. En este contexto, varios directores han levantado la voz para quejarse de lo que este sistema implica y una de las voces más fuertes es la de Martin Scorsese, quien aprovechó el estreno de su nuevo documental para criticar la obsesión por los resultados en taquilla.
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Hacer una película no es nada fácil. Como siempre pasa, el dinero es lo que termina por mover varias de las piezas más importantes. Incluso cuando un director usa sus propios recursos para producir una obra se debe pensar en los gastos de post-producción y distribución. Las productoras, motivadas por estos ingresos, suelen ir a la segura, ya sea con sagas o con actores populares que pueden explotar en distintos géneros que apelan a diferentes espectadores. Todos los días escuchamos los millones que gana un actor por algún papel, así como los miles de millones que obtiene una cinta luego de su recorrido por la cartelera internacional, pero también escuchamos de los grandes fracasos que pueden obstaculizar la trayectoria de los involucrados, como acaba de suceder con Ámsterdam - 23% de David O. Russell.
Para varios directores experimentados este nuevo sistema no sólo es inaceptable, también pone en riesgo su visión artística. Martin Scorsese declaró hace tiempo su postura sobre las películas de superhéroes y antes de eso ya había criticado la popularidad de los servicios de streaming; sin embargo, Netflix se quedó con El Irlandés - 100% y Apple compró los derechos para Los Asesinos de la Luna - 94%, abriendo un nuevo camino para el creador luego de que algunas productoras le dieran la espalda por no considerarlo redituable.
Es verdad que las cintas de Marvel o DC están hechas para obtener miles de millones, pensemos en lo que pueden generar Black Adam - 52% y Pantera Negra: Wakanda por Siempre - 88%, pero también es cierto que no son nada baratas de hacer, y mientras los números sigan saliendo a favor y exista un mercado de fanáticos leales, este tipo de entregas seguirán existiendo. Lo que no es justo es que se busquen resultados similares con películas menores o independientes. Algunas como Sonríe - 82% o Bárbaro - 90% pueden dar la sorpresa, pero en general es importante saber a qué público van dirigidas y la cantidad real de dinero que podrían obtener.
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La molestia de muchos directores de renombre está justamente en que las productoras esperan grandes resultados en una cartelera llena de secuelas y franquicias que dominan las salas y los fines de semana. Además, pareciera que todo depende de ese primer fin de semana de estreno, y en muchas ocasiones se retira una cinta a los pocos días sin darle la oportunidad de encontrar a su público. Martin Scorsese aprovechó su visita a The New York Film Festival para hablar sobre estos problemas que ponen en riesgo el punto artístico del cine. Durante la presentación de su documental, Personality Crisis: One Night Only, el director declaró (vía IndieWire):
El cine está siendo devaluado, degradado, menospreciado por todos lados, no necesariamente por el lado comercial, pero ciertamente por el lado artístico. Desde los años 80’s, ha habido un enfoque en los números. Es algo repulsivo. El costo de una película es una cosa. Se entiende que una película cuesta una cierta cantidad, y se espera al menos recuperar esa cantidad.
El énfasis ahora está en los números, el costo, el fin de semana de apertura, cuánto ganó en los EE. UU., cuánto ganó en Inglaterra, cuánto ganó en Asia, cuánto ganó en todo el mundo, cuántos espectadores tuvo. Como cineasta y como persona que no puede imaginar la vida sin el cine, siempre encuentro esto realmente insultante.
Martin Scorsese aclaró que visitaba el festival justamente porque ahí no se trata de números o de ganar premios, sino de ver películas y nuevas propuestas. Personality Crisis: One Night Only es un documental que muestra un concierto muy íntimo y especial del artista David Johansen que se llevó a cabo en Nueva York. El director se prepara también para el estreno de Killers of the Flower Moon, donde trabaja nuevamente con Leonardo DiCaprio, que espera obtener un espacio en la próxima edición del Festival de Cannes que tendrá lugar en mayo del 2023.
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