Pinocho: Guillermo del Toro espera que su película ayude a revivir el arte del stop-motion

El stop-motion es uno de los tantos estilos de animación que existe en el mundo del cine, sin embargo, es uno de los más artesanales que existen. A diferencia del dibujo hecho a mano, como los clásicos de Disney al estilo de Blancanieves y los Siete Enanos (98%), este tipo de proyecto artesanal implica mucho más trabajo en el que cada figura es real y hay una persona que le va dando pequeños movimientos registrados fotograma por fotograma.

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En la actualidad es difícil pensar en el stop-motion como un tipo de animación recurrente debido a que implica la inversión de mucho tiempo, incluso años. Desde el proceso de fabricación de los títeres y sus diferentes rostros, los escenarios, el rodaje que es lo más tardado y la posproducción. Ahora, la era digital ha facilitado las cosas, la animación es mucho más rápida y los errores son fáciles de corregir, además de que permite tener lista una cinta en mucho menos tiempo.

Sin embargo, esto ha opacado el trabajo artesanal, y muchos otros aspectos que hay detrás de este arte. Uno de los cineastas que más se popularizó con este tipo de cine fue Tim Burton gracias a películas como El cadáver de la novia (83%) o Frankenweenie (87%), pero durante los últimos diez años, la presencia del stop-motion disminuyó de manera significativa. Pero eso estaría por cambiar gracias a Guillermo del Toro.

Pinocho de Guillermo del Toro (96%) ya tuvo su estreno durante el Festival de Cine de Londres la semana pasada, y llamó tanto la atención que la crítica le dio una calificación perfecta a su versión del cuento clásico de la marioneta que soñaba con ser un niño de verdad. Durante su conversación con la prensa (vía Polygon), el ganador del Óscar a Mejor Dirección por La Forma Del Agua (92%) aseguró que esperaba que esta cinta reviva el stop-motion.

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Quería devolver los controles de animación a los animadores y tratar [a los animadores] como actores. El stop-motion es absolutamente la animación más increíble y exhaustivamente exigente, ya sabes, y sólo la realiza un grupo de personas completamente extrañas que la sostienen, una y otra vez.

Del Toro dijo saber que muchos piensan que volver al uso de este tipo de animación es algo tonto y poco práctico, cuando el uso de lo digital es más rápido, pero su supervisor de animación Brian Leif Hansen le ayudó a ver que durante el proceso, por más lento y cansado que parezca, les ayuda a profundizar en el diseño y creación de la película, poniendo particular atención a los pequeños detalles; de hecho, mencionó que lo más difícil de animar fue el mar, y el uso de la digitalización sólo se mantuvo para eliminar de pantalla cosas como cables y elementos que debían desaparecer del cuadro.

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El mexicano también evidenció su inspiración el arte japonés del bunraku, en donde los actores visten de negro y encima tienen el títere que depende por completo de sus propios movimientos, otorgándole mayor personalidad, realismo y naturalidad a sus personajes. Pinocho de Guillermo del Toro llega a Netflix y algunos cines el 9 de diciembre. La cinta producida en México, Reino Unido y Portland, Oregón cuenta con las voces de Gregory Mann, Ewan McGregor y David Bradley .