Premios César se suman al #MeToo y excluirán a todos los acusados de agresión y acoso

Uno de los temas más controvertidos en la historia del cine mundial es el abuso al que son sometidas incontables estrellas que aspiran a llegar lejos en sus carreras. Los relatos son muchos, en especial entre mujeres, quienes desde hace muchas décadas son víctimas de productores o directores con altos niveles de poder que se sienten con la libertad de ejercer sus violencias contra ellas. Ejemplos como los de Harvey Weinstein o Roman Polanski son algunos de los más conocidos; fue necesario el surgimiento de movimientos como #MeToo o Time’s Up para desvelar los horrores de la industria y para que muchos de los responsables obtuvieran sus merecidos castigos.

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En el contexto anterior, los premios César, entregados por la Academia de las Artes Técnicas del Cine de Francia, destacaron en años muy recientes por ignorar las solicitudes de actrices y actores que pidieron a la organización no reconocer a los artistas acusados de abuso o agresión. Recordemos que Polanski fue encontrado responsable de varios casos de abuso sexual contra menores de edad en los años 70 y, que incluso con ese peso encima, su película El oficial y el espía obtuvo 12 nominaciones a los César en 2020 y el premio a mejor dirección.

La ceremonia de los César en 2020, específicamente por los reconocimientos a Polanski, hizo que varias actrices abandonarán el recinto como forma de protesta. En las calles de París ya se habían reunido numerosos colectivos feministas qué arremetieron contra la Academia de cine en Francia por reconocer y premiar a un director de crímenes claros. Ahora, a través de su sitio web oficial, la junta encargada de supervisar los César anuncia nuevas reglas que involucran a los sospechosos de abuso y agresión (vía RFI):

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Por respeto a las víctimas (incluso presuntas en el caso de acusación o condena no firme), se decidió no destacar a las personas que estarían implicadas por la justicia en hechos de violencia. Esta exclusión también se extiende a cualquier discurso de esa persona durante esos mismos eventos, incluso si se otorga un César al final de la segunda ronda de votación.

El movimiento #MeToo es una invitación para hablar sobre las agresiones en la industria del cine y fuera de ella. En los últimos años, incontables actrices de Hollywood y millones de mujeres han declarado sobre las ocasiones en las que fueron víctimas de alguna agresión de tipo sexual. Aunque los esfuerzos han sido numerosos, destacan las palabras dichas por Issa Rae para Elle a mediados de octubre, cuando abordó el tema de los abusadores y de la mala costumbre que tiene la industria de defenderlos:

Hay demasiados impedimentos para que haya un cambio real. La gente tiene que rendir cuentas. Tiene que haber consecuencias legítimas. Hollywood es muy malo con las consecuencias. Es literalmente la peor industria cuando se trata de castigar a las personas por fechorías y acciones, porque el dinero siempre reinará. Eso es algo que, incluso trabajando en esta industria, estamos permitiendo. Así que es difícil. De lo que me he dado cuenta es que puedo controlar mi propio entorno y con quién trabajo.

La edición número 48 de los premios César se celebrará el próximo 24 de febrero en el famoso escenario del Olympia de París. ¿Veremos las medias de la Academia hechas efectivas?

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