Óscar 2023: Pinocho de Guillermo del Toro gana como Mejor Película Animada

Pinocho de Guillermo del Toro (96%) se llevó a casa el Óscar a la Mejor Película Animada en la edición número 95 de los premios de la Academia. Con este triunfo, el cineasta mexicano cerró una destacada temporada en la que su proyecto de animación stop-motion se salió con la suya con múltiples premios en varios eventos. Desde el comienzo se situó como la favorita en la categoría destinada a las películas animadas y no se detuvo hasta conseguir la estatuilla dorada este domingo.

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Esta aclamada adaptación del cuento de Carlo Collodi ya venía de una excelente racha. Triunfó en los premios del Sindicato de Productores de América y en los premios Annie, el equivalente del Óscar, solo que enfocado en las producciones animadas. En este último evento obtuvo cinco premios, incluyendo el de Mejor Película. A comienzos de año sorprendió al ganar el Globo de Oro, y su estatus de favorita se fue confirmando en cada premiación, desde los ya mencionados hasta el BAFTA.

El arduo trabajo de su equipo también llevó a esta cinta a ser reconocida en los premios de la Sociedad de Efectos Visuales, donde triunfó en las categorías que premian a los mejores títulos en Mejores efectos visuales para una película animada, Mejor entorno creado para una película animada y Mejor personaje en una película animada.

La cinta dirigida por Guillermo del Toro junto a Mark Gustafson(co-director) pasó por un proceso extremadamente largo desde el momento en que fue anunciada inicialmente. Cuando llegó la noticia en 2008, con la intención de ser estrenada entre 2013 y 2014, nadie imaginó que en realidad iban a tener que pasar casi diez años más para que el proyecto fuera una realidad en la pantalla grande. Pero al cineasta le apasionaba tanto la idea de llevar a su versión de Pinocho al cine que siguió intentándolo hasta que perseveró.

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Pinocho de Guillermo del Toro (96%) está lejos de ser la película que algunos imaginaron, porque la visión de Del Toro es diferente y la cinta realmente se enfoca en el cuento con un mayor énfasis en otros aspectos que le dan una madurez única a su historia. En una entrevista para Vanity Fair incluso comparó a Pinocho con Frankenstein y explicó los temas que consideró al momento de trabajar en esta adaptación.

Siempre me han intrigado mucho los vínculos entre Pinocho y Frankenstein. Ambos son sobre un niño que es arrojado al mundo. Ambos son creados por un padre que luego espera que descubran lo que es bueno, lo que es malo, la ética, la moral, el amor, la vida y lo esencial, por sí mismos. Creo que eso fue, para mí, la infancia. Tuviste que resolverlo con tu muy limitada experiencia.

En el texto original de Carlo Collodi, sólo a través de la obediencia y el aprendizaje de las reglas, Pinocho aprende las cualidades para convertirse en humano. El títere es castigado y renace después de cada uno de sus "errores", eventualmente aprendiendo que siguiendo las reglas puede encajar con el resto de la sociedad. Pero del Toro no quería la misma suerte para su personaje. En lugar del énfasis en la obediencia, del Toro celebra cómo cometer errores y expresarnos como individuos es lo que realmente nos hace humanos.

El tema de la obediencia se pone a prueba en el marco de la obra de Del Toro. Si uno va a llevar la obediencia o alguna deferencia a la autoridad nos acercamos al autoritarismo y al fascismo. Este es exactamente el vínculo que hace Del Toro en su película, manteniendo el escenario en su ubicación original de Italia pero moviendo el tiempo hacia adelante, en la Italia fascista de los años cuarenta, así convierte la moraleja de la necesidad de obediencia en una de desobediencia, de luchar contra las estructuras y deleitarse en el inconformismo como algo que es digno de celebrar.

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