Oppenheimer: supervisor de efectos visuales desmiente a Christopher Nolan sobre el uso de efectos por computadora

Para promocionar su nueva película, el director británico Christopher Nolan dijo en una entrevista que no se habían utilizado efectos generados por computadora (CGI), y eso sorprendió a muchos, ya que en Oppenheimer (95%) se recrea la primera detonación de una bomba nuclear. Sin embargo, el supervisor de efectos visuales de la cinta, Andrew Jackson, ha puesto en entredicho las palabras de Nolan. ¿Acaso fuimos timados?

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Los efectos visuales han estado presentes desde el inicio del cine, pero en la década de los 90 ocurrió una revolución gracias al CGI, con películas como Parque Jurásico (93%), Corazón de Dragón (50%) y Matrix (87%) redefiniendo las posibilidades de esta tecnología. Para la década de 2010, el uso de CGI en grandes producciones se había vuelto la norma, y en la actualidad el uso se ha vuelto abuso, en el sentido amplio, ya que los artistas de efectos visuales son explotados por los estudios, mientras que los efectos en las películas abundan pero tienen calidad irregular.

En entrevista con The Hollywood Reporter, Jackson (ganador del Óscar por Tenet (83%)) quiso aclarar las palabras de Christopher Nolan, quien dijo que se evitó el uso de CGI, pero no de efectos visuales. Estos son un conjunto de técnicas empleadas para crear imágenes que serían demasiado difíciles o imposibles de filmar en la realidad. Estas técnicas pueden abarcar desde enfoques prácticos en el set de rodaje hasta ediciones digitales complejas en postproducción, las cuales conllevan el uso de computadoras:

Algunas personas han tomado esto y lo han interpretado como que no hay efectos visuales, lo cual claramente no es cierto. Los efectos visuales pueden abarcar muchas cosas.

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Para la escena que recrea la Prueba Trinity, la técnica usada fue la composición digital. La compañía de efectos visuales DNEG tomó elementos filmados, como humo y explosiones, y los combinó digitalmente. Nolan quería evitar simulaciones digitales para ofrecer el mayor realismo posible. Y esto debe quedar claro, la explosión no fue realizada con CGI, en eso no mintió, pero elementos reales filmados aparte se unieron en postproducción.

En cuanto a la explosión, el equipo buscó una interpretación artística del evento más que una representación física exacta. Scott Fisher, supervisor de efectos especiales, lideró la filmación de grandes explosiones prácticas usando diferentes lentes y cámaras. Utilizaron una combinación de combustibles y explosivos para crear la explosión realista, y se compiló una biblioteca de aproximadamente 400 elementos individuales para el proceso de composición.

Nolan es un fanático de los efectos prácticos, como lo podemos notar en toda su filmografía. Entre los efectos prácticos se encuentra el uso de de maquetas y miniaturas, las cuales se utilizaban extensivamente antes de la llegada de las tecnologías digitales para representar mundos fantásticos o situaciones complejas, como grandes explosiones. Tanto en su trilogía de Batman como en El Origen (86%) e Interestelar (71%), el cineasta utilizó grandes miniaturas (o giganturas).

Lo que vuelve tan realista a las películas de Nolan es la combinación de efectos prácticos con CGI en la postproducción. En el caso de Oppenheimer parece que estamos ante la superproducción con menos CGI de su filmografía, pero sin duda el trabajo realizado por los artistas de efectos visuales debe reconocerse y aplaudirse.

Inspirada en el libro American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer de Kai Bird y Martin Sherwin, la película explora las complejidades del Proyecto Manhattan y la invención de la bomba atómica en el imponente formato IMAX. La trama se centra en el desafío que enfrenta Oppenheimer: el dilema de poner en peligro la existencia del mundo con el objetivo de protegerlo.

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