Director de 'Realmente amor' se disculpa por la falta de diversidad y chistes inapropiados sobre el peso
Richard Curtis, reflexionando sobre sus obras, ha expresado remordimientos recientes.
El cine y la televisión, desde sus inicios, han reflejado las realidades socioculturales, pero también han perpetuado estereotipos y prejuicios. Si algo caracteriza a la ficción televisiva de los últimos años es una visión crítica de temas polémicos. Esta evolución, evidenciada en series como Severance (93%) (2022) y Euphoria (79%) (2019), responde a un creciente interés de la audiencia en debates sociales. A pesar de estos avances, aún persisten tabúes, particularmente en la falta de diversidad corporal y la escasa representatividad de personajes gordos en la ficción televisiva.
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La gordura es causa de discriminación, tal como apunta Lyla Byers (vía El País), investigadora en estudios de la gordura de la Universidad Virginia Tech: "A la sociedad no le gusta hablar con gente gorda, ver a gente gorda, creer a gente gorda o escuchar a gente gorda”.Tal invisibilización no es solo social, sino que también tiene graves consecuencias para la salud de las personas gordas.
Cuando la ficción presenta personajes gordos, muchas veces cae en estereotipos, desde el objeto de burlas, como el personaje de Debby Ryan en Insatiable (11%) (2018), hasta el hombre gordo idiota de Homero Simpson. Ariane Prohaska, socióloga de la Universidad de Alabama, opina que tales representaciones llevan a tratar de forma diferenciada a las personas gordas ya perpetuar nociones erróneas sobre la necesidad de "mejorar" constantemente nuestros cuerpos.
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Estas caricaturizaciones afectan en mayor medida a grupos normalmente marginados ya que el tamaño del cuerpo se intersecta con otras dimensiones de opresión. La representación de mujeres negras gordas en la televisión ha sido históricamente problemática, así como la representación de otras minorías racializadas y la comunidad LGBTIQ.
Richard Curtis
Ahora bien, pese a la criticidad de la situación, han surgido voces que cuestionan y reevalúan pasadas representaciones. Una de estas voces es la de Richard Curtis, director y guionista de películas icónicas como Realmente Amor (63%). Curtis, reflexionando sobre sus obras, ha expresado remordimientos recientes. Mientras hablaba en The Times y Sunday Times Cheltenham Literature Festival (Vía The Hollywood Reporter), el cineasta recordó:
Lo sorprendido que me sentí hace cinco años cuando [mi hija] Scarlett me dijo: 'Nunca más podrás usar la palabra gorda'.
En Realmente Amor (63%) (2003), Martine McCutcheon es llamada "gordita" y se comenta sobre sus "muslos como troncos de árboles". El propio primer ministro británico, interpretado por Hugh Grant, dice: "Dios, pesas mucho", al levantarla. Reflexionando sobre esto, Curtis admitió:
Creo que estaba atrasado, ya sabes, detrás de la curva, y esos chistes ya no son divertidos, así que no siento que haya sido malicioso en ese momento, pero creo que no fui observador y no tan, ya sabes, tan inteligente como debería haber sido.
La falta de diversidad no se limita al tema del peso. Curtis también ha sido criticado por la falta de diversidad racial en sus películas. Abordando esto, el cineasta dijo:
[Con] Notting Hill, creo que me aferré al tema de la diversidad, a la sensación de que no sabría cómo escribir esas partes. Y creo que fui un poco estúpido y equivocado en eso. Simplemente no miré lo suficiente hacia afuera.
El reconocimiento de Curtis es un paso significativo. Sin embargo, la industria del cine y la televisión aún tiene un largo camino por recorrer en representar adecuadamente la diversidad en todas sus formas. Es imperativo que los creadores se esfuercen por reflejar las realidades y riquezas de todas las experiencias humanas, rompiendo estereotipos y tabúes persistentes. Además, las palabras de Curtis son un recordatorio de la responsabilidad que tienen los cineastas. La representación importa, y las películas y series pueden reforzar o desafiar las normas culturales. La lente de la industria tiene el poder de influir en cómo se ve y se entiende a las personas, y esto no debe tomarse a la ligera.
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