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[Temporada] Avatar: la leyenda de Aang: Libro (1) es sin duda una de las series animadas más queridas por el público, creada por [Escritor] Michael Dante DiMartino y [Escritor] Bryan Konietzko , la caricatura combina muy bien la construcción de un mundo complejo con personajes entrañables a los que es entretenido acompañar durante su viaje. Tras su final y debido al éxito, evidentemente, hubo interés en continuar con la franquicia, por lo que se crearon comics que contaban los eventos posteriores a la derrota del Señor del Fuego y una nueva serie animada llamada [Temporada] La leyenda de Korra (1).

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En el 2010 se hizo el primer intento de adaptar la serie animada a un formato live-action con la película [Pelicula] El Último Maestro del Aire. Condensando toda la primera temporada, esta adaptación del director [Director] M. Night Shyamalan falló en trasladar la fascinante historia de Aang y sus amigos a la pantalla grande. Ahora es el turno de [Temporada] Avatar: La Leyenda de Aang, la serie de Netflix, que por una lado se nota que han puesto un gran esfuerzo en la búsqueda de sus actores y en la recreación de los escenarios, y que por otro los creadores de la serie original se separaron del proyecto por diferencias creativas, y con Netflix siempre es una moneda al aire.

¿De qué trata ‘Avatar: La Leyenda de Aang’?

Después de cien años el pequeño Aang es encontrado por Katara y Sokka, solo para descubrir que el mundo está en guerra debido a su ausencia como el Avatar, protector del equilibrio del mundo. La Nación de Fuego esta cerca de cumplir su conquista, y para poder enfrentarlos Aang tendrá que aprender a controlar los cuatro elementos. Para lograrlo se embarcará en un viaje por el mundo junto a sus nuevos amigos en búsqueda de maestros. Mientras tanto Zuko, el príncipe de la Nación de Fuego, no se detendrá ante nada para capturarlo.



Cuando se adapta algo que ya cuenta con demasiado cariño del público siempre es un riesgo, las constantes comparaciones y la sensación de que no era necesario hacerlo terminan por imponerse. Este parece ser el síntoma de Avatar: La Leyenda de Aang, serie que los críticos han encontrado buena, pero no magnifica, entretenida, pero no maravillosa. En su mayoría las reseñas apuntan a un producto hecho con mucha calidad, pero con falta de amor, aunque también hay varios que destacan la labor de los actores que se notan comprometidos con la historia. La vara era demasiado alta y parece que al final el que te guste o no depende de que tanto le puedas perdonar no ser tan buena como la serie original.

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¿Qué dice la crítica de ‘Avatar: La Leyenda de Aang’?

Rafael Motamayor de Discussing Film:

Esto se siente como un programa creado por un algoritmo dirigido al tipo de fanático que odia el relleno y las historias paralelas en la animación y odia cuando los personajes hacen bromas. ¡Se esfuerza tanto por ser más adulto que el material original que termina siendo mucho más seguro y menos complejo que los dibujos animados para niños!

Paul Tassi de Forbes:

El mayor éxito aquí es el casting. Muchos comentaron cuán inquietantemente similares parecían las opciones de reparto con los personajes animados, pero en términos de canalizar esos personajes, realmente funciona. De buenas a primeras, debo decir que la actuación más impresionante es la de Dallas Liu como el Príncipe Zuko, quien retrata la rabia enmascarando el rechazo de manera experta a lo largo de toda la serie. Se le une nuevamente otra elección de reparto perfecta en Iroh de Paul Sun-Hyung Lee, cuyo único defecto es que es… alto. Si bien se toman más tiempo para desarrollarse, Sokka de Ian Ousley y Aang de Gordon Cormier son geniales y anclan la serie.

Devan Coggan de Entertainment Weekly:

El resultado es una adaptación encantadora pero imperfecta que mejora enormemente la película de 2010, pero nunca llega tan alto como el programa animado original (…) Hay potencial aquí. Dejando a un lado las imágenes monótonas, las escenas de flexión reales son una gran mejora con respecto a la versión de Shyamalan, y hay una emoción distintiva al ver a los personajes lanzar bolas de fuego, levantar paredes de roca sólida o congelar las olas del océano en fragmentos puntiagudos de hielo. El elenco también eleva cada conversación y escena de pelea, y los niños principales parecen tan cómodos lidiando con temas pesados ​​como ejecutando una voltereta hacia atrás.

Belen Edwards de Mashable:

Mejor que Cowboy Bebop, menos divertido que One Piece , Avatar: La Leyenda de Aang cae justo en medio de las adaptaciones live action de Netflix, tal como lo hace con sus propios predecesores. De una manera extraña, su propia cualidad refleja uno de los principios fundamentales de Avatar: el equilibrio. Ni horrible ni sorprendente, es simplemente… buena.

Nicola Austin de Radio Times:

…es fantástico ver finalmente a un elenco predominantemente asiático e indígena liderando una serie de fantasía tan querida con influencias culturales tan fuertes, basada en gran medida en el folclore y las leyendas asiáticas. Con un presupuesto notable, cortesía de Netflix, los efectos de flexión elemental central y el amado bisonte celestial Appa de Aang cobran vida de manera increíble: el fuego es la forma de flexión más impresionante. La batalla culminante en el episodio final, Legends, también es una secuencia sobresaliente, y ciertamente los fanáticos deberían esperarla.



Elijah Gonzalez de Paste Magazine:

…a pesar de sus imperfecciones, aún logra mantener la sólida estructura de esta historia, expresando los viajes personales envueltos en esta búsqueda grandiosa y amenazadora para el mundo. Aborda ideas pesadas sobre el costo del imperialismo para las víctimas de la guerra y cómo pudre la sociedad que la lleva a cabo, el dolor de vivir en una era rota y el difícil proceso de asumir responsabilidades. Pero también captura momentos de ligereza, la posibilidad de cambio y, sobre todo, a nuestro protagonista como símbolo de esperanza.

Jasmine Valentine de Dexerto:

Netflix adopta un enfoque algo tibio para profundizar en las ricas capas de la historia de Aang, y la decisión de eliminar gran parte de lo que fundamenta la narrativa la hace aún más superficial. Hay poca diversión, pero mucho tiempo para conexiones románticas fugaces que nunca llegan a ninguna parte. Hay poco espacio para aprender, con descubrimientos que cambian vidas en un período de tiempo ridículamente corto. Si a una historia no se le puede prestar la debida diligencia en un ámbito determinado, ¿deberíamos siquiera preocuparnos?

Coleman Spilde de The Daily Beast:

El programa está luchando por demostrar su valía, pero se ve constantemente obstaculizado por elevadas ambiciones que nunca podrían igualar el alcance del programa original, solo superar la iteración anterior de live action. Cualquiera puede hacer que saltar sobre una barra tan baja parezca fácil. Pero igualar (y especialmente superar) una serie apreciada y desafiante requiere una convicción real. Ese es un poder que Avatar: La Leyenda de Aang simplemente no tiene.

Angie Han de The Hollywood Reporter:

…los defectos que afectan a este Avatar son completamente suyos, separados del peso insoportable de las expectativas de los fanáticos. En su giro hacia la oscuridad, se olvida de dejar espacio a la luz. Al abordar temas elevados, descuida los detalles y los conceptos básicos para hacerlos realidad. En su impaciencia por crecer, no deja a sus personajes espacio para evolucionar. Y en todas estas fallas, ofrece un Avatar que, por más valiente que sea, se siente mucho menos maduro que los dibujos animados para niños (…) Pero los problemas más fundamentales de Avatar se reducen a una escritura torpe y, en consecuencia, a actuaciones incómodas.

Jeremy Mathai de Slash Film:

Los escritores y showrunners solían publicar historias con cortes comerciales en mente, lo que tenía el feliz efecto secundario de imponer una estructura natural de tres actos. Específicamente en el caso del original de Nickelodeon, la animación permitió una libertad de expresión, imaginación y tono que nunca podría replicarse en live action. Nada de eso se muestra en esta obsoleta reinvención del cuento clásico de la era del streaming, que ofrece a los espectadores una colección de grandes éxitos con poco del corazón, el humor y el alma que los fanáticos esperaban. Olvídese de la amenaza de las propias dudas de Zuko o Aang que plagan cada paso de su viaje: el mayor desafío del Avatar hasta ahora resulta ser nada menos que el modelo de streaming en sí.

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