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Durante todo el año escuchaste de Star Wars, y en lo poco que le queda vas a seguir escuchando de Star Wars esto, Star Wars aquello… Si eres alguien que en su vida jamás ha visto una sola película de la saga, aquí te explico por qué es importante.
En 1977 se estrenó una película llamada [Pelicula] La Guerra de las Galaxias, en la cual su estudio, Fox, no tenía mucha esperanza (y hasta cierto punto creían que sería un fracaso). Pero ni su creador, [Director] George Lucas, tenía planeado que aquella cinta se volvería una piedra angular y marcaría el camino para un nuevo tipo de películas, campañas publicitarias y el significado de tener una base de fanáticos fervientes.
Star Wars marcó un hito, pues trajo consigo un gran monstruo del que poco se había visto hasta ese momento: la franquicia. Hoy en día no es difícil pensar en franquicias cinematográficas, hasta cierto punto estamos ahogados en ellas y los estudios no tienen planes de que esto pare. Pero en aquel entonces era algo novedoso e interesante poder contar una historia lo suficientemente larga (prácticamente una epopeya) a través de varias películas para mantener a las audiencias cautivas y que fueran a las salas de cine, cosa que hoy en día parecer ser la receta que todos siguen al pie de la letra.
Lucas llevó a la pantalla grande imágenes que no habían llegado más allá de la televisión o cómics, antes y durante aquella época. Pues la simple idea de una ópera espacial parecía descabellada. Por suerte Lucas pudo juntar su talento con el de grandiosos artistas de efectos especiales para poder llevar su visión de una galaxia llena de extraterrestres extraños, vehículos futuristas robots, androides y naves espaciales al celuloide. Innovar, eso es uno de los más grandes legados de Star Wars, pero no el más importante.
Hace poco vi de nuevo Una Nueva Esperanza y a pesar de haberla visto por primera vez hace 18 años en una edición en VHS no pude evitar notar que la emoción sigue ahí, no ha envejecido, sólo ha agregado feos personajes de CGI. El que una película envejezca tan bien es algo que no muchas pueden presumir, y más si esta saga ha sido el punto de inspiración para muchos cineastas, tales como: Gian Franco Rodriguez, [Director] Peter Jackson, Jack Dylan Grazer y Tasha Simms quienes han señalado que luego de ver el episodio IV decidieron volverse directores. Cameron ha dicho que renunció a su empleo de camionero luego de haber visto la primera entrega de la saga.
En los últimos casi 40 años la saga de Star Wars ha sido venerada por distintas generaciones que han visto en sus películas la clásica lucha entre el bien y el mal y cómo sucumbir ante el camino fácil y las malas emociones (el lado oscuro) convierten a una persona en villano.
Son los arquetipos del elegido (Luke y Anakin Skywalker), el forajido (Han Solo), el maestro (Obi-Wan, Yoda) y el villano (Darth Vader) los que hacen que la audiencia reconozca de forma sencilla del lado de quién quiere estar y por ello se relacione con la historia y continúen creciendo con las aventuras de estos personajes.
Los efectos especiales de la trilogía original siguen siendo increíbles, al punto de adjudicarle el adjetivo de artesanales, pero hoy en día son decenas de películas que tienen visuales parecidos y explosiones iguales o más grandes, sino miren la filmografía de [Director] Michael “exploto todo lo que quiera” Bay. Los fanáticos, los warsies, no siguen viendo las películas por ver como la alianza rebelde explota la Estrella de la Muerte, lo hacen porque aman a los personajes, son de ellos de quienes se disfrazan en las convenciones o reuniones, es de ellos de quienes hablan con pasión, es de ellos por quienes lloran. Star Wars es más que un espectáculo de efectos visuales, es una historia que pone a la primicia del bien contra el mal en su nivel más básico y épico.
Star Wars es la franquicia que todo estudio quiere: una inagotable fuente de ingresos por parte de fanáticos que nunca se cansarán de ella al venderles toda clase de mercadotecnia. Pero es una que nunca se volverá a repetir, es única.
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Carlos Báez es un adicto a la Coca-cola, está obsesionado con Joss Whedon y Martin Scorsese y le gusta coleccionar figuras Funko POP!, síguelo en Twiter. @bcc93
En 1977 se estrenó una película llamada [Pelicula] La Guerra de las Galaxias, en la cual su estudio, Fox, no tenía mucha esperanza (y hasta cierto punto creían que sería un fracaso). Pero ni su creador, [Director] George Lucas, tenía planeado que aquella cinta se volvería una piedra angular y marcaría el camino para un nuevo tipo de películas, campañas publicitarias y el significado de tener una base de fanáticos fervientes.
Star Wars marcó un hito, pues trajo consigo un gran monstruo del que poco se había visto hasta ese momento: la franquicia. Hoy en día no es difícil pensar en franquicias cinematográficas, hasta cierto punto estamos ahogados en ellas y los estudios no tienen planes de que esto pare. Pero en aquel entonces era algo novedoso e interesante poder contar una historia lo suficientemente larga (prácticamente una epopeya) a través de varias películas para mantener a las audiencias cautivas y que fueran a las salas de cine, cosa que hoy en día parecer ser la receta que todos siguen al pie de la letra.
Lucas llevó a la pantalla grande imágenes que no habían llegado más allá de la televisión o cómics, antes y durante aquella época. Pues la simple idea de una ópera espacial parecía descabellada. Por suerte Lucas pudo juntar su talento con el de grandiosos artistas de efectos especiales para poder llevar su visión de una galaxia llena de extraterrestres extraños, vehículos futuristas robots, androides y naves espaciales al celuloide. Innovar, eso es uno de los más grandes legados de Star Wars, pero no el más importante.
Hace poco vi de nuevo Una Nueva Esperanza y a pesar de haberla visto por primera vez hace 18 años en una edición en VHS no pude evitar notar que la emoción sigue ahí, no ha envejecido, sólo ha agregado feos personajes de CGI. El que una película envejezca tan bien es algo que no muchas pueden presumir, y más si esta saga ha sido el punto de inspiración para muchos cineastas, tales como: Gian Franco Rodriguez, [Director] Peter Jackson, Jack Dylan Grazer y Tasha Simms quienes han señalado que luego de ver el episodio IV decidieron volverse directores. Cameron ha dicho que renunció a su empleo de camionero luego de haber visto la primera entrega de la saga.
En los últimos casi 40 años la saga de Star Wars ha sido venerada por distintas generaciones que han visto en sus películas la clásica lucha entre el bien y el mal y cómo sucumbir ante el camino fácil y las malas emociones (el lado oscuro) convierten a una persona en villano.
Son los arquetipos del elegido (Luke y Anakin Skywalker), el forajido (Han Solo), el maestro (Obi-Wan, Yoda) y el villano (Darth Vader) los que hacen que la audiencia reconozca de forma sencilla del lado de quién quiere estar y por ello se relacione con la historia y continúen creciendo con las aventuras de estos personajes.
Los efectos especiales de la trilogía original siguen siendo increíbles, al punto de adjudicarle el adjetivo de artesanales, pero hoy en día son decenas de películas que tienen visuales parecidos y explosiones iguales o más grandes, sino miren la filmografía de [Director] Michael “exploto todo lo que quiera” Bay. Los fanáticos, los warsies, no siguen viendo las películas por ver como la alianza rebelde explota la Estrella de la Muerte, lo hacen porque aman a los personajes, son de ellos de quienes se disfrazan en las convenciones o reuniones, es de ellos de quienes hablan con pasión, es de ellos por quienes lloran. Star Wars es más que un espectáculo de efectos visuales, es una historia que pone a la primicia del bien contra el mal en su nivel más básico y épico.
Star Wars es la franquicia que todo estudio quiere: una inagotable fuente de ingresos por parte de fanáticos que nunca se cansarán de ella al venderles toda clase de mercadotecnia. Pero es una que nunca se volverá a repetir, es única.
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Carlos Báez es un adicto a la Coca-cola, está obsesionado con Joss Whedon y Martin Scorsese y le gusta coleccionar figuras Funko POP!, síguelo en Twiter. @bcc93