Cuando Star Wars: Episodio IV - Una Nueva Esperanza - 
93% apareció en el horizonte fílmico en 1977, su éxito fue algo novedoso. La era de los blockbusters comenzaba a tomar forma como la conocemos actualmente, algunos dirían para infortunio del séptimo arte. La efervescencia por la aventura en el espacio fue tal, que productores de cine de todo el mundo dedicaron todos sus esfuerzos en capitalizar el momento. Intentos de reproducir la cinta surgieron en todas partes del mundo, ya fueran emulaciones vagamente inspiradas en la creación de George Lucas o producciones que no dudaron en plagiar escenas y elementos sin reparo alguno en leyes de derechos de autor.
Varios de estos intentos fueron por demás olvidables, pero otros han logrado superar la prueba del tiempo y se mantienen a flote en el limbo del subconsciente fílmico. Algunos resultan meras anécdotas curiosas y otros, aventuras genuinamente entretenidas. Las a continuación mencionadas cubren todo este espectro de estilos y merecen ser revisadas de nuevo para entender la gran influencia de Star Wars en la cultura popular.
The Black Hole (Gary Nelson, 1979)
Curiosamente, uno de los que se subieron al tren de imitar Star Wars fue el estudio que eventualmente adquiriría los derechos de la franquicia. Disney lanzó su propia aventura espacial dos años después de la original, titulada The Black Hole, que contaba con un tono y una atmósfera más lúgubre. El reparto incluía a Ernest Borgnine y Anthony Perkins y el resultado recibió críticas mixtas, pero, sin duda, habla de cómo en aquel entonces la casa del ratón más famoso del mundo aún estaba dispuesta a correr riesgos ―algo que difícilmente pasaría en la actualidad―.
Battle Beyond the Stars (Jimmy Murakami, 1980)
Producida por Roger Corman, con guion de John Sayles y efectos especiales de James Cameron, Battle pretende retomar algunas de las influencias originales de Lucas. La película tenía un guion moldeado con base en la obra de Akira Kurosawa y la presencia actoral de Robert Vaughn y la escultural rubia Sybil Danning. La cinta es un esfuerzo loable por ofrecer una aventura que, si bien no rebosa en originalidad, está cargada de acción y efectos especiales notables para la época.
Message from Space (Kinji Fukasaku, 1978)
Kinji Fukasaku era un auténtico obrero del cine, alguien que entraba en todo tipo de géneros que realizadores pretenciosos rechazaban. Las cintas iban desde yakuzas, comedias negras hasta historias del Japón feudal; no había estilo donde el director de Battle Royale no dejara huella. Esta aventura fantástica espacial, con elementos del cine de samuráis, fue un esfuerzo por volver a fusionar los elementos orientales y occidentales de estos relatos. La crítica la despedazó y aunque buena parte de los efectos no han envejecido bien, Fukasaku inyecta a su relato un sentido del humor y dinamismo que difícilmente se puede ignorar.
Starcrash (Luigi Cozzi, 1978)
Por supuesto, nuestra lista no estaría completa sin alguna cinta con un director italiano involucrado. La carrera de Luigi Cozzi palidece junto a la de varios de sus colegas, pero el señor siempre compensó sus limitantes con energía a raudales. Starcrash bebe en abundancia de los seriales de fantasía estilo Buck Rogers que el mismo Lucas también usara como fuente de inspiración. Con la sensual Caroline Munro y el mismísimo David Hasselhoff en pantalla, uno no ve Starcrash por la trama o efectos, sino por su sicodelia delirante y multicolor.
The Man Who Saved the World (Cetin Inanc, 1982)
(Este no es el tráiler original de la película, sino uno hecho con el audio del tráiler de Star Wars: Episodio IV - Una Nueva Esperanza - 93% usando escenas de la cinta turca)
Hablar sobre el cine popular turco del pasado amerita su propio artículo, una de las industrias más estrambóticas y temerarias con versiones piratas de personajes europeos y americanos en los fusiles más incomprensibles realizados. Uno de tantos casos es 3 Dev Adam, protagonizada por un Santo y Capitan America apócrifos que luchan contra un malévolo Spider-Man de grandes cejas; la verdadera guerra civil.
El fusil turco de Star Wars contiene escenas tomadas directamente de la original, efectos especiales prehistóricos, escenas de combate improbables y un guión nulo. Es una cinta que debe verse para creerse, ya que aún con su manufactura rudimentaria, pone en evidencia un hecho innegable: la gran necesidad del ser humano de producir entretenimiento. Cine hecho no por lujo o hobby, sino por auténtica necesidad.
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