Los Paraguas de Cherburgo: una de las influencias de La La Land

Aprovechando el pre-estreno en México de La La Land: Una Historia de Amor - 92%, es tiempo de recordar un excelso musical francés de los años sesenta, el cual fue una gran influencia para el joven director Damien Chazelle: Los Paraguas de Cherburgo - 98% de Jacques Demy.

En una reciente entrevista con Birth.Movies.Death, Chazelle confesó que "algo importante para mí como un adolescente fueron los musicales de la Nueva Ola de cine francés como Los Paraguas de Cherburgo y The Young Girls of Rochefort [esta última también dirigida por Demy], y luego gracias a estas me volví a enamorar de los musicales de Hollywood, cualquiera de Gene Kelly y Fred Astaire". Si no estaba clara la deuda que Chazelle tiene con Demy, el director americano incluso visitó recientemente a Agnès Varda, cineasta y viuda de Demy. El resultado fue una maravillosa foto de Chazelle sosteniendo la mismísima Palma de Oro que Los Paraguas de Cherburgo obtuvo en el festival de cine de Cannes de 1964.

Damien Chazelle holding the original 1964 palme d'or of Jacques Demy at Agnes Varda Home ... Go see film LA LA LAND pic.twitter.com/DZe3bdmvWq

— JR (@JRart) January 10, 2017

Concentrándonos en Los Paraguas de Cherburgo, el filme narra una historia de amor entre dos jóvenes franceses, Geneviève y Guy. La primera una jovencita de solo 17 años que ayuda a su madre en una tienda de paraguas; el segundo un chico de 20 años que trabaja como mecánico en la misma ciudad de Cherburgo. La cinta dio a conocer a Catherine Deneuve, eventual musa de titanes como Luis Buñuel. Deneueve, como Geneviève, representa mera inocencia, un chica que aspira al amor verdadero, el que tiene que durar toda la vida una vez que lo encuentras. En su mente este tipo de amor ha llegado a sus 17 años, en forma de Guy (el italiano Nino Castelnuovo). A pesar de que su madre no aprueba su sentir (porque sabe que ambos son solo unos jovencitos), Geneviève está más que lista para casarse y Guy siente exactamente lo mismo. El único problema es que Demy estructuró su musical en diversos capítulos y el primero se titula "la partida". Por su puesto que Geneviève y Guy están a punto de enfrentarse a la realidad.

Los Paraguas de Cherburgo llama poderosamente la atención por su realismo en el relato de amor, y al mismo tiempo por su estilo y estética visual; esos colores llamativos y siempre bien combinados, tanto en los vestuarios como en cualquier escenario. Aunado a esto, Demy se sabe consciente de lo que está haciendo. La cinta no tiene escenas con coreografías de bailes pero el dialogo siempre está cantando y la música de Michel Legrand jamás se detiene (ciertamente hay diversos ritmos a lo largo del metraje). En un momento genial, propio de la Nueva Ola, uno de los amigos de Guy dice que él prefiere el cine sobre la ópera porque no soporta que una historia sea contada por medio de cánticos y música; obviamente este personaje dice todo su argumento cantando. Demy juega y se divierte. Por el contrario, sus protagonistas sufren todo tipo de sensaciones propias del ser humano, sobre todo una vez que Guy tiene que dejar Francia para cumplir con su servicio militar. La distancia termina siendo el factor clave en un primer amor que, naturalmente, no será el último para ninguno de los involucrados.

----------

También podría interesarles:

La La Land: una historia de amor: top de críticas, reseñas y calificaciones

Las 10 mejores películas de Ryan Gosling

La La Land, La Llegada y otras contendientes al Óscar se filtran en Internet