Así que te gusta el cine o al menos eso crees. Pudiste ver algunas cintas en el cineclub de tu facultad, en parte por querer ligarte a la chica o chico con playera del Che, cabello azul y tatuaje de “ni una menos”. Te aventaste a Godard, Fellini, Tarkovski, Ozu, Antonioni y Bresson. No le entendiste a varias y te dormiste en más de una, pero entre las charlas que escuchabas captaste suficientes detalles para poder fingir que sabes del tema.

Se acabó la escuela, tu banda de post rock no funcionó y el prospecto de trabajar en el negocio familiar no te apetece. Tu libro de poemas solo lo compraron tus primos y la compañía teatral en la que estabas te corrió. ¿Qué hacer ahora?
Afortunadamente existe el mundo del cine, sí, ese al que te acercaste solo para alimentar tu ego y tus aires de intelectualidad. Sabes algunos detalles técnicos pero, en general, sigues perdido en la materia. No hay nada que tener; el cine es un área muy fértil para cualquier individuo con poco que decir y mucho que presumir. Específicamente, el circuito de festivales de cine, donde cintas “finas y cultas” (traducción: aburridas y pretenciosas) son las que importan.

Por supuesto, ya aprendiste a como “bluffear” a estas alturas y es que ese asunto del intelectualismo requiere un alto grado de pose y emulación. Aunque no tengas algo importante que decir les harás creer que tus películas dicen algo. Recibirás premios, fama y hasta beneficios económicos para producir múltiples cintas desnudas pero vestidas con un hilo invisible mágico y tu labor será vender ese hilo a los incautos y fáciles de impresionar.

Ya sabes qué deseas hacer, ahora requieres las herramientas y un plan para iniciar tu exitosa carrera como director de cine de arte y festivales. Primero lo primero, dinero, incluso la cinta más infame necesita al menos un presupuesto moderado. Si tu familia es adinerada y están convencidos de que nunca podrás sobrevivir en un trabajo de verdad es seguro que financiarán uno más de tus proyectos artísticos. Incluso el gobierno usa dinero de impuestos para financiar cintas por medio de IMCINE, así que es probable que tengas que empezar con un corto para ganar apoyos, eso combinado con un RP acertado y el camino a los festivales comenzará a tomar forma.

Así que ya tienes un presupuesto, algún corto incoherente llamó la atención de gente de algún festival. Hiciste conectes, tu tía que te consiente te soltó un buen billete de su pensión y conseguiste un crew de despistados y arrogantes, no tan arrogantes como tu claro. Es hora de hacer la película, pero no tienes la menor idea sobre que filmar. Fusilarte una cinta es un camino fácil pero algo empedrado y una vez más, no tienes la menor idea de cómo escribir una trama con personajes definidos y desarrollarlos. Una vez más, no temas, aquí van algunas opciones sobre que puedes filmar:


Historias sobre migrantes



Uno de los temas favoritos de la cofradía del cine de “arte” es el tema de la migración, pero específicamente, fingir que les importa de la migración. Es perfecto para generar una simpatía chantajista en el espectador, así como aludir a su sentimiento nacionalista más pueril. Si la cinta dice o no algo relevante sobre la migración es lo de menos, se trata de mostrar mexicanos pobres e indefensos y si se puede a algún estadounidense tiránico. Nada mejor que explotar la paranoia xenofóbica con el arribo de Trump al poder que con más de estas cintas.

Un documental sobre familiares o gente excéntrica



Otro tren del mame con bastante espacio para ser abordado, te ahorrara tiempo, dinero y ante todo esfuerzo. Ese tío raro que el resto de tu familia evita, que vive solo y de recuerdos que puede o no que se haya inventado. Que fue soldado en el ejercito de Zapata, que fue agente infiltrado en movimientos estudiantiles para el PRI, que conoció a Frida. Tu solo prende la cámara y deja que él se explaye con sus delirios. Si no tienes un tío así, busca vagabundos en las calles, grabalos y argumenta que haces un "estudio social sobre el abandono en las grandes urbes de nuestro país".

Relaciones de pareja



Un tema más que recurrido, pero esencial que lo presentes con explicitas escenas de sexo, porque aparentemente aun vivimos en 1989 y nadie tiene internet así que nuestra sociedad “mocha machista falo céntrica” aún se espanta con el cuerpo al desnudo. Venderla como transgresora y a la vez como un drama será esencial. Con un par de escenas de la pareja tirados en la cama sin moverse ni decir nada por 10 minutos, seguidas de una escena de penetración y ya la hiciste.

Viaje al “México Mágico”



Es aquí donde el minimalismo artificial debe entrar en acción, tomas largas que se sientan eternas y donde nadie diga nada. Escenas que pondrían a dormir a cualquier audiencia, pero que son requisito indispensable para apelar al criterio de los festivales. Un protagonista que luego del suicidio de un amigo por no ser incluido en una selfie llevara al personaje a dejar su trabajo bien pagado, su depa en la roma y su auto del año para ir al campo a reencontrarse a sí mismo. Un campo mágico porque no hay narco, no hay gente, no hay personajes y en general no hay algo remotamente interesante.

Consejos adicionales



*Hacer que tus personajes rompan la cuarta pared y declaren que la película es una bobería y que de seguro le encantará a los festivales europeos.
*Llegar ebrio a las conferencias de prensa para dar una imagen de realizador “rebelde y rock star”.
*Quejarte del gobierno, aun cuando te haya dado dinero para producir la cinta y te dé miedo nombrar políticos o partidos en específico.
*Echar la culpa a Eugenio Derbez si nadie va a ver tu película en caso que, por pura casualidad, se estrene en cartelera comercial.
*Describir tu película con palabras como “transgresora” “naturalista” o bien como una cinta con “denuncia social”.

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