El actor británico John Hurt, murió hoy a los 77 años. El cáncer de páncreas que venía padeciendo desde 2015 acabó con su vida este viernes. La noticia del fallecimiento del reconocido intérprete fue difundida por el diario británico The Mirror. Las circunstancias que rodearon su muerte aún son desconocidas. El actor nominado a dos premios Óscar por su trabajo en El hombre elefante y Expreso de medianoche, anunció en junio de 2015 su enfermedad. Consciente de la dura batalla que en adelante libraría dijo en comunicado de prensa difundido en aquella época:
He sido diagnosticado recientemente en una fase inicial de cáncer de páncreas. Estoy bajo tratamiento y soy más que optimista con un resultado satisfactorio, el equipo médico también lo es. He querido comunicar esto porque siempre he sido abierto en la manera en que conduzco mi vida, y bajo ese espíritu he querido hacer el comunicado. Continúo centrado en mis compromisos profesionales.
Nació el 22 de febrero de 1940 en Chesterfield, Derbyshire. Fue hijo de Phyllis Massey, una actriz aficionada e ingeniera, y Arnould Herbert Hurt, un matemático que se convirtió en clérigo anglicano desempeñándose como vicario de Shirebrook. También fue vicario en la iglesia de San Juan en Sunderland. En 1937, se trasladaron a Derbyshire, donde se convirtió sacerdote de la Holy Trinity Church. Tuvo una educación estricta; la familia vivía frente a un cine, pero no se le permitió ver películas, tampoco mezclarse con los niños del lugar. Cuando tenía ocho años fue enviado a la escuela anglicana St Michael's en Otford, Kent, donde comenzó su pasión por la actuación. Pero también fue en esa etapa que sufrió una de los sucesos que lo marcó toda su vida: los abusos sexuales por Donald Cormack (ya fallecido, maestro de la escuela. A los diecisiete años se matriculó en la Escuela de Arte Grimsby. Ganó una beca que le permitió estudiar para diplomarse como profesor de arte en la Saint Martin's School of Art en Londres. A John Hurt le sobrevive su esposa Anwen Rees-Myers. En sus años de carrera, el legendario actor británico participó en casi dos centenares de proyectos en cine y televisión.
El Legado actoral de John Hurt
Una carrera impresionante fue la que tuvo John Hurt, con más de 200 créditos en un periodo de casi 60 años. Obviamente los filmes que le dieron su par de nominaciones al Óscar son con los que más personas lo van a identificar: El Expreso de Medianoche y El Hombre Elefante, esta última una maravillosa obra de David Lynch para la que Hurt se transformó en el personaje titular. “No soy un animal, soy un ser humano”, se convertiría en uno de los diálogos más icónicos en la historia del cine. Hurt también pasó a ser inmortal por "darle vida" al Alien original en Alien - El Octavo Pasajero - 
97%, un rol que años después repetiría en la parodia clásica de Mel Brooks, Spaceballs - 54%.
Naturalmente, un histrión de su calibre logró llegar a varias generaciones. En lo personal, por ejemplo, mi introducción a Hurt se dio gracias a la primera Hellboy - 81% de Guillermo del Toro, en la cual le dio vida al “padre” del demonio, quien le dio humanidad durante toda su vida; sin duda una interpretación conmovedora. Tampoco se puede ignorar el hecho que apareció en varias cintas de Harry Potter, esto al ser una de las franquicias fílmicas más populares de los últimos tiempos.
En el nuevo milenio, Hurt también destacó en grandes cintas como V de Venganza y Snowpiercer, además de colaborar en más de una ocasión con leyendas vivas como Jim Jarmusch (en Los Limites del Control y Sólo los Amantes Sobreviven) y Lars von Trier. En el caso particular de sus colaboraciones con von Trier, Hurt fue el narrador de Dogville - 70% y Manderlay, a partir de su destacado trabajo previo como actor voz en los clásicos animados británicos Watership Down y The Plague Dogs, ambas dirigidas por Martin Rosen en base al trabajo literario de Richard Adams.
Con el arribo de Donald Trump, el libro distópico Nineteen Eighty-Four de George Orwell se convirtió en el más vendido en Amazon antes de agotarse por completo en el mismo sitio. Así que tanto la novela como su adaptación cinematográfica, protagonizada por Hurt en el rol de Winston Smith, serán vitales ante la llegada del republicano al poder. Con esto se comprueba la relevancia del legado actoral de Hurt.
Sus mejores películas:
Han pasado 39 años desde que estrenó el drama Expreso de medianoche, el clásico de Alan Parker, crudo retrato de una temporada en el infierno de Billy Hayes, interpretado por el desaparecido actor estadounidense Brad Davis, un joven sentenciado en Turquía a una rigurosa condena por contrabando de droga. Palizas y vejaciones se convierten en su pan de cada día. En esa siniestra prisión conoce a Max (John Hurt), un maduro hombre británico que como él purga una condena sin fecha de caducidad, un hombre enfermo y solitario que vive entre el hastío y el bullying permanente de los policías y prisioneros. Lo ha perdido todo y le hace comprender a Hayes que moriría si no logra escapar. John Hurt consiguió el premio Óscar a Mejor Actor de Reparto por este personaje. La cruda interpretación de Hurt, sus monólogos interiores, sus recursos interpretativos naturalistas son absolutamente magistrales.
Alien - El Octavo Pasajero - 97%
En el espacio, nadie puede escucharte gritar”, reza la leyenda. Un encuentro cercano del tercer tipo se convierte en una pesadilla del cuerpo y lo ajeno cuando un alien invade una nave espacial en el clásico de horror de ciencia ficción de Ridley Scott. En el camino a casa de una misión, la tripulación del Nostromo es despertada de la hibernación por la computadora de la madre del buque para responder a una señal de socorro de un planeta cercano. El equipo de rescate del capitán Dallas (Tom Skerritt) descubre un campo siniestro que delata una forma de vida diferente, pero las cosas se ponen incluso más extrañas cuando una criatura que abraza a la cara de uno de los tripulantes sale de una vaina y se ata a Kane (John Hurt). A pesar de las objeciones de Ripley (Sigourney Weaver), el oficial científico Ash (Ian Holm) deja a Kane de nuevo en el barco. John Hurt es el responsable de traer a la vida y al mundo de los humanos a este ser que ha hecho las pesadillas del terror espacial. De sus entrañas salió, entre vísceras y sangre (como el marcapasos de Martha), el extraterrestre inspirado en El viaje del Beagle espacial. De su actuación en esta película, destaca ese momento mágico y espantoso en el que pasa de la recuperación absoluta al colapso.
John Hurt interpreta a John Merrick, el deformado londinense del siglo XIX conocido como “el hombre elefante”. Aquí superó uno de los retos actorales más sabrosos: dar personalidad única a un personaje sin control de la gesticulación facial; es decir, imponer la labor actoral al maquillaje y los efectos. Tratado como un monstruo de exhibición, Merrick se asume que es retardado así como deforme debido a su inhabilidad de hablar coherentemente —o mejor dicho, claramente. De hecho, es muy inteligente y sensible, un hecho público cuando un Dr. Frederick Treves (Anthony Hopkins) rescata a Merrick de un carnaval y lo lleva a un hospital para su análisis. Por desgracia, incluso después de ser reconocido como un hombre de intelecto avanzado, Merrick todavía es tratado como un monstruo; no importa su posición en la vida, será para siempre prisionero de su propio cuerpo malformado. Incapaz de asegurar los derechos de la famosa obra de teatro The Elephant Man, el productor Mel Brooks basa su película en las memorias de Frederick Treves y un relato mucho más tarde de la vida de Merrick por Ashley Montagu. Aquí la tarea de Hurt fue delatar el dolor con su voz transformada y probar que un hombre tiene un poder oculto detrás de la carcasa con la que se da a conocer físicamente.
La lúgubre advertencia que George Orwell hiciera a la humanidad sobre los peligros de una dictadura de izquierda, moldeada en el modelo soviético de Stalin, fue llevada al cine en dos ocasiones. La primera en 1956 y la segunda en el mismo fatídico año que llevaba por título. Hurt interpreta al protagonista Winston Smith cuyo trabajo consiste en alterar la historia conocida para acoplarse a la constantemente cambiante versión del Gran Hermano. La adaptación de la novela es bastante fiel y Hurt logra darle a su personaje la humanidad e inquietudes necesarias que posee su contraparte en el papel.
Quizás un filme menos popular en la filmografía de Hurt pero no por eso menos valioso. Dirigido por Stephen Frears, The Hit es una road movie sobre un par de criminales que tienen que secuestrar a un ex gánster (Terence Stamp) para cumplir con su trabajo: llevarlo de España a Francia, donde lo espera uno de sus antiguos socios a quien traicionó años atrás. Un deleite ver cómo interactúan las diferentes personalidades de lo involucrados, entre ellos John Hurt como el matón experimentado.
El Marqués de Montrose es una de las figuras más polémicas de historia del Reino Unido, pues si bien comenzó por fungir como pieza clave de las Guerras de los Tres Reinos, finalmente se unió para apoyar al rey Carlos durante la Revolución inglesa. De ahí que en la novela de Walter Scott, Rob Roy, y en la película homónima, se tratara de un personaje insidioso y siniestro. Su cinismo e hipocresía, síntomas inherentes a los de un traidor, tenían que ser denunciados por un actor capaz de pasar del enojo irracional a la venganza pútrida del abuso de poder al estilo de un bandolero. John Hurt, en su papel de villano, vuelve a probar su capacidad camaleónica. Con una gesticulación rayana en el amaneramiento, da prueba de que los políticos no han cambiado y la vileza tiene rostro delicado.
La primera adaptación fílmica del cómic Hellboy, dirigida por Guillermo del Toro, nos introdujo al personaje de John Hurt cuando es joven y descubre al pequeño demonio durante la era de los Nazis. Hurt toma el personaje una vez que Hellboy (Ron Perlman) ha crecido y, sin duda, representa el lado más humano de la cinta. El profesor Trevor Bruttenholm decidió ser un padre para Hellboy más que cualquier otra cosa y a pesar de su naturaleza como demonio, humanizándolo y dándole amor y cariño. La escena de su muerte es una de las más conmovedoras del filme.
Ahora que satanizar vía redes sociales a los dictadores se ha vuelto un ardid barato que en nada beneficia para derrocarlos, interpretar a un hombre de poder energúmeno y megalómano no es cosa fácil. Mientras todos atendían durante la película a los protagonistas, Evey (Natalie Portman) y V (Hugo Weaving), John Hurt desarrollaba un despliegue de excesos histriónicos, dando cátedra en tanto gobernante impositivo de ciertos gestos derivados de El Gran Dictador, de Chaplin. Su voz, que lo hizo un narrador connotado en la pantalla grande, sirvió para dar énfasis al exceso de poder del que hacía gala el mentado canciller Adam Sutler. Como decía el maestro Dagoberto Guillaumin, uno de los decanos del teatro en México: “no hay papeles secundarios. Sólo actores secundarios”.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte II - 96%
"La varita elige al mago", frase que bien puede ligarse a la cita anterior, puesto que a pesar de su breve aparición en la primera entrega de la saga, Ollivander el vendedor de varitas mágicas del Callejón Diagon, tendría suma importancia para efectos venideros, en resumen nos daría el primer indicio de la relación entre Harry Potter y el señor oscuro. Ambos personajes compartirían la misma vara, veintiocho centimetros de acebo con pluma de fenix en el centro. Más adelante esta relación entre ambos magos se vería acrecentada, pues una de las tres reliquias de la muerte era precisamente una vara de sauco.
La carrera del director surcoreano Joon-ho Bong dio un giro con Snowpiercer, su primer cinta en inglés y para la cual contó con un reparto internacional de primer nivel, entre ellos John Hurt. Su papel, Gilliam (probablemente nombrado en honor a Terry Gilliam), es de vital importancia al ser, aparentemente, el viejo sabio que representa todos los intereses de la revolución dentro del tren que mantiene la vida en un mundo congelado pero la separa por clases sociales, con los privilegiados desplegando un sin fin de excentricidades en los vagones de hasta adelante.
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