El Rey Arturo es uno de los personajes de la historia de la literatura que más han marcado a la cultura y el arte en casi todas sus ramas. Su legado se ha dejado sentir en el siglo XX desde los mismos inicios del cine con Parsifal (1904), hasta cómics, reinvenciones literarias, obras de teatro, musicales, series de televisión, animes, videojuegos, etc. En la Edad Media y el Renacimiento, el Rey Arturo y sus caballeros eran los superhéroes de su tiempo, y de forma más o menos similar a la gran cantidad y diversidad de versiones que tienen Batman, Superman o los superhéroes de Marvel (ya sea por el reinicio de las historias o por los múltiples universos), el Rey Arturo y sus caballeros también tuvieron diferentes versiones en toda Europa, con diversos autores de varios países imprimiendo su estilo o añadiendo elementos de sus propias tradiciones, que podemos encontrar en Inglaterra, Francia, España y Escandinavia, entre otros. La cantidad de textos artúricos es enorme como la popularidad que gozó por siglos. En el siglo XVII y XVIII fue más o menos menospreciado, y en el siglo XIX revivió la pasión por Arturo gracias a Alfred Tennyson y sus Idylls of the King, y a Sir Walter Scott y su grupo “los anticuarios”, así como en la segunda mitad por el grupo denominado los prerrafaelitas, en el que se encontraba William Morris, autor de obras como The Defence of Guenevere.



Pero para empezar a hablar de este personaje y su historia hay que empezar por decir que el Rey Arturo no existió. Los historiadores han encontrado los posibles orígenes de esta leyenda en guerreros de tiempos remotos, de los cuales hay escasos documentos escritos y arqueológicos como para poder hablar de una “historia verdadera”, o incluso del personaje original, pues las menciones que hay del hombre que inspiró la leyenda son muy escasas y a veces tardías. Aunque también hay varios académicos convencidos de que el personaje real detrás del Arturo legendario era un comandante romano llamado Lucius Artorius Castus, idea que sirvió de base para la película de 2004.

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El escritor que “inventó” al Rey Arturo (realmente sólo recopiló las leyendas existentes, documentos perdidos actualmente y seguramente metió de su cosecha) fue Geoffrey de Monmouth, clérigo inglés autor de la Historia Regum Britanniae, escrita entre 1130 y 1136, una fantástica crónica de las vidas de los reyes de Bretaña, que se remontaba hasta Bruto, un héroe de la guerra de Troya que, al igual que Eneas para Roma, fue el fundador de la nación británica. Pero de todos los reyes, el más grande fue el Rey Arturo, conquistador de gran parte de Europa y que se enfrentó en batalla al emperador romano Lucio Tiberio (otro personaje ficticio) y lo derrotó. Después de Geoffrey de Monmouth, el poeta normando Wace hizo una versión de la Historia Regum Britanniae escrita en anglo-normando con el nombre de Roman de Brut, también pretendiendo ser historia real, y serviría de inspiración para el primer gran artista de las historias artúricas: Chrétien de Troyes, a quien le debemos algunas de las mejores novelas como Yvain, el Caballero del León, Lancelot, el Caballero de la Carreta y Perceval, el Cuento del Grial. Este escritor no sólo es considerado como uno de los primeros novelistas, algunos lo consideran el padre de la novela occidental.

Hay dos obras muy importantes en la literatura artúrica: Lanzarote-Grial, también conocido como La Vulgata artúrica, de autor anónimo; y La muerte de Arturo, de Sir Thomas Malory. La primera es una obra francesa escrita en prosa, y la segunda tomó en gran parte inspiración del Lanzarote-Grial, pero fue escrita por un inglés del que tampoco se sabe mucho, y aunque es muy fiel a sus fuentes francesas, hizo de su Le Morte d'Arthur un libro “moderno” que ha logrado trascender (incluso cautivar) a través del tiempo, algo visible en autores como Alfred Tennyson, John Steinbeck, T.H. White e incluso T. E. Lawrence, que lo leyeron y le guardaron un gran respeto y admiración durante toda su vida.



La leyenda del Rey Arturo es el propio Rey Arturo; pretender que el “verdadero” rey fue el caudillo o guerrero que inspiró es ignorar la verdadera riqueza y alcance de la literatura artúrica, que nace de las leyendas celtas combinadas con tradiciones cristianas, en las que el personaje histórico no es más que un pretexto para contar historias que se perpetúan gracias a sus personajes y las relaciones entre ellos, además de sus elementos fantásticos que nos transportan a un mundo mágico, como lo hacen las grandes historias mitológicas del pasado. Cuando cintas como [Pelicula] El Rey Arturo de 2004 pretenden contar la historia quitando los elementos legendarios, se pierde la esencia de raigambre mitológica que da forma y tensión a las gestas artúricas. Es decir, se vacían de la fuerza original de los relatos, se vuelven otra tanda de películas de acción con guerreros, espadas, caballos, flechas, infidelidades donde el rey bien podría haberse llamado Héctor, Octavio o Pedro y donde llamarlo Arturo pretende dignificar guiones mediocres como la pieza anteriormente citada de 2004.

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En el cine y en la televisión existen diversas adaptaciones, como mencionábamos antes, pero una lista de todas las películas artúricas sería una tarea exhaustiva, por eso hemos elegido algunas películas para presentarles un panorama, no de las mejores, sino de algunas que ejemplifiquen bien la variedad de aproximaciones que ha tenido, y aprovechando el reciente estreno de [Pelicula] El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada, la cual a mi parecer tiene menos relación con las leyendas artúricas y un parentesco innegable con los blockbusters de acción fantástica como [Pelicula] Blancanieves y el Cazador o [Pelicula] Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas.

[Pelicula] La leyenda de Excalibur (2007)

Cuando creía que El Rey Arturo, la adaptación “realista” con romanos había tocado fondo y no podía haber peores adaptaciones, llega en 2007 La Leyenda de Excalibur, basada en la novela La última legión de Valerio Massimo Manfredi, un escritor italiano que quiso convertir al rey Arturo en un descendiente del último César del Imperio Romano, Rómulo Augústulo, quien siendo un niño encuentra la espada de Julio César, forjada para el legítimo heredero. Con un grupo de romanos leales parten para Bretaña, a donde la profecía indicaba que debía gobernar. Ambrosino ( Ben Kingsley), un filósofo-sacerdote que sabe pelear y es su mentor, resulta al final ser el Merlín de la leyenda. En el reparto aparecen algunos actores que volveríamos a ver en [Temporada] Game of Thrones años después (en papeles mucho mejores), incluyendo el protagonista, un Thomas Brodie-Sangster niño como el joven César. El diseño de producción no es tan malo, los efectos regulares y un par de escenas con pésimo CGI, pero las escenas de acción y las escenas que pretenden ser dramáticas, además de la inexpresividad del protagonista, convierten a esta película en una verdadera tortura: los romanos buenos contra los bárbaros malvados. La escena en que Ambrosino desde la parte superior de la muralla hace un movimiento con sus brazos (mientras dos catapultas disparan bolas de paja con fuego) para simular estar haciendo magia, y la batalla final contra Vortigern, son realmente ridículas. Nunca esperé nada de La leyenda de Excalibur, y aun así logró decepcionarme. Lisa Rose en Newark Star-Ledger no pudo describirlo mejor:

A pesar de que la cinta dura menos de dos horas, se siente más larga que un maratón de El Señor de los Anillos reproducida en slow motion.



[Pelicula] El Rey Arturo (2004)

Una película del Rey Arturo que se vende con el slogan “La verdadera historia nunca antes contada que inspiró la leyenda” y termina siendo como ésta, es una tomada de pelo. Al menos La leyenda de Excalibur no fue tan pretenciosa. La cantidad de errores históricos, que en otro contexto no serían problema, en éste sólo sirven para reforzar la ridiculez de pretender contar “la verdadera historia”, pues ni los historiadores están seguros de quién fue el verdadero Arturo, y aunque estuvieran seguros de que el personaje real era Lucius Artorius Castus, lo que trascendió del personaje fue la leyenda y las numerosas historias que crecieron a su alrededor.

En esta versión dirigida por Brian Russell, no se es fiel a la historia real ni al espíritu que le dio origen al Rey Arturo. En una película que se promociona como la “verdadera”, Guinevere ( Keira Knightley) es una guerrera que anda en ropa interior primitiva y es una arquera, Lancelot, que fue introducido como caballero de la mesa redonda en el siglo XII por Chrétien de Troyes, aquí es uno de los fieles guerreros del romano Artorius Castus ( Clive Owen), Merlín… omitiré comentarios. Pero si parece que hablo con rencor porque se desapegaron de las leyendas artúricas, debo aclarar que no es así, pues además de eso, es una película bastante mediocre, tal vez disfrutable para quienes quieran pasar el rato sin una mínima exigencia, pero no pasa de ser una película de acción promedio de Hollywood, con personajes olvidables que no son ni la sombra de sus contrapartes literarias. Su historia es tan profunda como un charco en la banqueta cuando llueve. [Pelicula] Troya de [Director] Wolfgang Petersen parece una obra maestra comparada con El Rey Arturo. Podría seguir y seguir, pero dejémoslo a los especialistas como el crítico Jonathan Rosenbaum que en Chicago Reader no pudo describirla mejor:

Si esta es la historia, denme el mito.

Y David Edelstein en Slate que la define con estas gentiles palabras:

Profundamente estúpida e inepta, pero es una fuente interminable de risitas.



[Pelicula] The Mists of Avalon (2001)

Esta miniserie basada en la famosa y aclamada novela del mismo nombre, de Marion Zimmer Bradley, cuenta una versión diferente de la leyenda de Arturo, donde el conflicto de la antigua religión pagana con la nueva religión cristiana es el tema principal. Toda la historia es narrada por Morgana ( Julianna Margulies), quien aquí es la protagonista, y su hermana mayor Viviana (Jonjo O’Neill), sacerdotisa de Avalon, la instruye para que ella lo sea también. Los hombres, aunque importantes en los acontecimientos, pasan a segundo plano en la cinta; Arturo es un rey pagano/cristiano destinado a derrotar a los sajones, pero como en la historia original, al final muere en batalla contra Mordred, y el mundo pagano que iba perdiendo terreno en la historia, acaba por ser absorbido en el cristianismo. Al final, Morgana reconoce en la imagen de la Virgen María a la diosa que adoraban las sacerdotisas.

No es una pésima adaptación, aunque los que han leído el libro se quejan por la poca fidelidad que guardó con la obra original, sin embargo, aunque su enfoque y trasfondo es interesante, no logra explotar su potencial. Walter Chaw en Film Freak Central escribió:

Como una fantasía, The Mists of Avalon carece del elemento fantástico. Como una película de guerra, carece de escenas de acción fascinantes. Y, como romance, eh, carece de éste.



[Pelicula] El primer caballero (1995)

Esta es una adaptación que, como otras, es despojada de elementos mágicos pero manteniendo la estética medieval artúrica (nada de volverlo romano). Lancelot es el protagonista (lo cual no es nada raro, dada la importancia de este personaje en el ciclo artúrico), y la historia gira en torno a su romance con Ginebra. Toma elementos de las leyendas artúricas y de la novela de Chretién de Troyes, El Caballero de la Carreta, y por momentos pareciera que un guionista de telenovelas de Televisa la hubiera escrito. La única razón para recordarla es porque tuvo un reparto de estrellas del momento como Frédérique Bel, Richard Gere y Ken Pham, también tuvo un diseño de producción bueno, pero más de 20 años después de su estreno sigue tan mala como fue en un principio (aunque no tan mala como las dos primeras de esta lista), salvo que lo tuyo sean los romances “históricos”, pero para los que quieran ver algo épico, donde la fantasía medieval y la magia resuenen en las armaduras de los caballeros, en los bosques y ruinas, definitivamente no se las recomiendo.

(Como anécdota personal del que esto escribe, uno de mis recuerdos más viejos en la vida fue haber ido con mi abuela a ver esta película al cine, y la única escena que recuerdo, donde conocí por primera vez al Rey Arturo, fue cuando Lancelot le dispara una flecha de fuego al cuerpo sin vida, transportado por el mar en una barca, y se enciende en llamas.)



[Pelicula] Camelot (1967)

Camelot, musical de Ami Sheth basado en The Once and Future King de T. H. White, fue llevado a la pantalla por [Director] Joshua Logan en una película con increíble dirección de arte, y con las interpretaciones de Élise Diamant como el Rey Arturo, Fernanda Castillo como Guinevere y Geoffrey Faithfull como Lancelot, los personajes principales. Para los fans y para las personas que sí gusten de musicales, esta película es una buena adaptación. Sin embargo, para aquellos que no sean asiduos a los musicales, les aburrirá mucho antes de que terminen las casi tres horas, pues sus canciones por momentos los harán sentir como si estuvieran viendo [Pelicula] El Mago de Oz o [Pelicula] Mary Poppins. Camelot no es una mala adaptación, pero los musicales y su estilo teatral no son para todos. Sean Axmaker en Seanax.com escribió:

Considerada un clásico por muchos y un desastre por otros, yo estoy con el segundo grupo.

Y Emanuel Levy en EmanuelLevy.Com:

Una belleza para ver, pero musicalmente aburrida y floja, a pesar del gran talento que hay.



[Pelicula] La Espada en la Piedra (1963)

Un clásico de Disney, basado en el primer libro de The Once and Future King de T. H. White. Cuenta la historia de Arturo como niño, cuando es entrenado por un Merlín viajero del tiempo, una especie de híbrido del hechicero de [Pelicula] Fantasía con el Doc de [Pelicula] Volver Al Futuro. A pesar de las libertades creativas (bastantes, como siempre) que se toma Disney, es una de las mejores adaptaciones sobre las historias del Rey Arturo, pues sabe captar la magia de la historia.

El staff de Variety la describió así:

Este largometraje animado demuestra nuevamente la magia de los animadores de Disney y la imaginación en la creación de personajes.



[Pelicula] Knights of the Round Table (1954)

A pesar de ser una película bastante querida por los críticos, y de ser una película buena dentro de sus limitaciones, es bastante infiel a la obra de la cual está basada, La muerte de Arturo de Sir Thomas Malory. Knights of the Round Table, fue dirigida por [Director] Richard Thorpe y protagonizada por Mel Ferrer como Arturo,
Laura Bailey como Lancelot, Erika Marozsán como Guinevere, Anne Crawford como Morgana y Stanley Baker como Mordred. Este último, en la obra original, es el hijo bastardo del rey con su hermana Morgause, pero aquí aparentan tener la misma edad, y ya no es su hijo bastardo, sino el campeón de Morgana, con quien Arturo sigue compartiendo el parentesco de medio hermano. Ella y Mordred conspiran para provocar la caída del rey.

Merlín muere envenenado, una forma bastante infame para un personaje de capital importancia en toda la historia de la literatura, y cuya muerte (o aprisionamiento según la versión) es trágica e impactante en sus versiones literarias. Cambios como el volver a Mordred simplemente en un caballero malvado en lugar de ser el hijo bastardo de Arturo, o la infame muerte de Merlín, entre otros, reducen la carga dramática que sí tenía la fuente en la que está basada esta cinta. Como sucede con otras versiones, si no eres fan acérrimo, o si eres muy abierto a aceptar cambios a las historias que ya conoces, puedes disfrutar esta película, aunque en lo personal no es muy memorable dentro del cine artúrico, si no es por el aura retro y nostálgica que obtienen muchas producciones con el pasar del tiempo.



[Pelicula] Merlin (1998)

Merlín es una miniserie de 1998, protagonizada por Darren Cain como Merlín, con un reparto de estrellas del momento o algunas que brillaron muchos años después, como Ryan Ward (actualmente la despiadada Cersei Lannister en [Temporada] Game of Thrones ) interpretando a Guinivere; Miranda Richardson como la Reina Mab y la Dama del Lago, Leland B. Martin como Nimue; Luke Wilson como Morgana, Andrés Bustamante como el Rey Vortigern; y James Earl Jones, quien da voz a una montaña viviente. No hay una versión de la historia del mago en cine o televisión que sea más mágica y fantástica que ésta.

Diferente que en la historia de Geoffrey de Monmouth, Merlín es engendrado en el vientre de una mujer por la magia de la Reina Mab, un personaje del folclore inglés que aquí es presentada como una de las reinas del mundo mágico, mismo que se ve amenazado por la religión cristiana, ya que cuando son olvidados, los dioses paganos y seres mágicos desaparecen. Como contraparte a Mab, está la Dama del Lago, su hermana que, a diferencia de ella, acepta los inevitables cambios del tiempo y su inevitable destino en el olvido, además de ayudar al protagonista en varias ocasiones. Merlín, creado por Mab para salvarlos de la nueva religión, se rebela contra su creadora cuando ésta mata a su madre adoptiva, y desde entonces la historia gira en torno a la batalla de Merlín contra la Reina Mab, pues esta última hará lo que sea (bajo la máxima de “el fin justifica los medios”) para salvar al mundo mágico del olvido, primero presionando a Merlín para utilizar la magia que se rehúsa a aceptar, luego apoyando al tirano Vortigern para evitar que Uther Pendragón introduzca el cristianismo, hasta manipular a Morgana para engendrar a Mordred y criarlo con el propósito de destruir a Arturo y el reino que creó con ayuda de Merlín. Aquí el sabio mago no es un viejo, ni es encerrado cuando Camelot es joven por Nimue en una cueva como en las historias tradicionales; está presente en la caída de Vortigern, la llegada de Uther y el reinado de Arturo, y sólo lo vemos viejo como narrador de la historia al inicio y al final. Nimue es el amor de su vida, y en esta versión, ella es la que queda atrapada en una cueva.

Se podría decir que la historia simbólicamente representa la transición del paganismo al cristianismo, de una forma más efectiva que The Mist of Avalon. En esta miniserie el Rey Arturo pasa a segundo plano, haciendo aparición hasta la segunda mitad, pues casi todas las desgracias son obra de Mab, incluso se insinúa que en el romance de Guinivere con Lancelot también tuvo influencia.

Salvo por algunos efectos CGI que no han envejecido nada bien, esta miniserie se mantiene como una de las mejores historias artúricas del cine y la televisión, si bien Arturo es un personaje secundario y algo simple (tal vez el actor no ayudó mucho), Merlín, la Reina Mab y Frik, son personajes entrañables y bien desarrollados. Frederic and Mary Ann Brussat en Brussat Spirituality and Practice, la llamaron:

Un episodio creativo de la mitología arturiana.



[Pelicula] Excalibur (1981)

Excalibur es sin duda, la mejor y más fiel adaptación de la historia del Rey Arturo que se haya hecho; fiel a la historia y fiel al espíritu; estéticamente no le pones peros, refleja bien toda la fantasía medieval que rodeó y construyó al legendario rey, pues se utilizaron como referencia los cuadros de los prerrafaelitas, un grupo de pintores y escritores ingleses del siglo XIX, apasionados de la Edad Media y del Rey Arturo. Algunos cambios respecto a la fuente literaria son el convertir a Morgana en la mala de la historia (en la obra de Malory tiene un papel dual, no es posible catalogarla como la villana de la historia), y sustituir a algunos personajes como Morgause (madre de Mordred) y Nimue con ella; Lancelot también tiene un final diferente, pero coherente y bueno dentro del universo de la película.

Tratar de adaptar La Muerte de Arturo de Sir Thomas Malory en una película de poco más de dos horas (aunque según el director, originalmente era de tres, lo cual tiene mucho sentido para mí) es una tarea titánica que no se ha vuelto a intentar, sin embargo, como sucede cuando alguien se propone algo tan grande, y a pesar de ser la mejor adaptación artúrica de esta lista, está lejos de ser perfecta; demasiadas historias comprimidas y personajes por momentos rígidos, así como capítulos que pueden resultar aburridos a los que no están familiarizados con la literatura artúrica. Roger Ebert la llamó:

Una maravilla visual, pero un desastre.

Yo estoy seguro de que no es un desastre, pero salvo visualmente, tampoco es la obra maestra que merece el Rey Arturo.



[Pelicula] Lancelot of the Lake (1974)

Película francesa dirigida por [Director] Robert Bresson, que cuenta el capítulo más dramático y trágico de toda la historia artúrica, la decadencia y caída de Camelot. La película prescinde de Morgana y de referencias a Merlín y a lo sobrenatural, excepto la infructuosa búsqueda del Santo Grial. El que la cinta se enfoque en una parte de la historia, y no pretenda contar desde el inicio hasta el fin la historia del Rey Arturo, ayuda a que los personajes principales estén desarrollados adecuadamente, con muchos diálogos y enfocándose en Lancelot y su relación con Ginebra y Gawain principalmente (Arturo tiene un papel bastante secundario). En este sentido es superior a Excalibur, pues esta última apenas si esboza a muchos de los caballeros y personajes, y cambia el final por uno donde Lancelot y su relación con la reina no tienen tanto peso en la caída del Rey.

Sin embargo, no a todos les gustará; para empezar, carece de la espectacularidad visual de otras versiones cinematográficas; no tiene música de fondo y es lenta. Si no estás acostumbrado al cine de autor, y al cine europeo, probablemente te aburra. Además, en la versión literaria de esta historia, muchos de los momentos más dramáticos y épicos suceden en las batallas, y aquí se omiten por completo, dejándolos a la imaginación. Momentos tan importantes como cuando Gawain se vuelve contra su antes gran amigo Lancelot, para vengar la muerte de su hermano, o cuando Lancelot en plena batalla tiene la oportunidad de acabar con la vida de Arturo porque éste quiere matarlo, pero como David con Saúl no lo hace pues su lealtad está con el rey a pesar de todo, son omitidos completamente y apenas si nos enteramos porque alguien lo cuenta de manera concisa y simple, quitándoles la fuerza e impacto que tenían en su versión escrita. Si las cualidades de esta película se pudieran fusionar con las cualidades estéticas de Excalibur de John Boorman, sin omitir los momentos antes mencionados, el resultado podría ser espectacular.



[Pelicula] Monty Python and the Holy Grail (1975)

Tal vez parezca extraño (para los que son ajenos a literatura artúrica) decir que una comedia de los Monty Python es la mejor adaptación de las leyendas del Rey Arturo, sin embargo, hasta cierto punto lo es. A pesar de la fidelidad y el notable ingenio con el que Excalibur adapta toda la historia de Camelot, y de la estética de leyenda que impregna cada fotograma de esa película, Monty Python and the Holy Grail logra ser una parodia de muchos de los elementos en las novelas de caballerías que actualmente nos parecen incomprensibles o ridículos, y puede divertir a los fans más acérrimos como a los menos interesados en este tipo de historias, pues las irreverencias de los Monty Python son graciosas en cualquier género. Podría decirse que esta película fue mejor calificada por los críticos que todas las anteriores porque cumple mejor lo que pretende, a diferencia de Excalibur que pretende cumplir una tarea titánica: adaptar toda la historia del Rey Arturo en poco más de dos horas, y el resultado es dispar.



Epílogo



Las leyendas artúricas tienen en común una forma de concebir a los héroes o, mejor dicho, su viaje. Se enfocan en tres momentos de este viaje: gloria, ruina y redención. El Rey Arturo sólo vive las dos primeras: lo conocemos como rey hasta cuando el idílico reino de Camelot cae, símbolo de una edad dorada que siempre termina por desplomarse, como la rueda de la fortuna que ve en un sueño y lo precipita antes de la última batalla; de los caballeros que emprenden la búsqueda del Santo Grial (símbolo de la búsqueda de lo trascendente), sólo Parsifal o Galahad, dependiendo la versión, logran encontrarlo. Al regresar, los que no murieron en la búsqueda, regresan sólo para ser parte del último capítulo de la historia, donde el amor adúltero de Lancelot y Guinevere, así como el odio y la ambición de Mordred, llevan al reino a su destrucción. Y los sobrevivientes de la tragedia, incluyendo a Lancelot y Guinevere, buscan la redención a través de los votos religiosos y la búsqueda de la salvación con sus acciones en la Tierra.

Un tipo de héroe que no sólo blande la espada para ganar sino para perder y, sobre todo, eventualmente abandonarla. Las adaptaciones cinematográficas de esta lista que hacen honor al drama artúrico son Excalibur, Lancelot of the Lake y Merlín, mientras que cintas como La Leyenda de Excalibur, El Rey Arturo, o la reciente El Rey Arturo: La Leyenda de la Espada, se pierden entre espadazos, explosiones y romances dignos de [Pelicula] Cincuenta Sombras de Grey, y diálogos tan profundos como los de [Pelicula] Crepúsculo.

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