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Actualmente Pixar es uno de los estudios de animación más populares en todo el mundo, lo cual ha logrado a lo largo de los años con un duro trabajo, historias tan originales como arriesgadas y personajes con los que es fácil identificarse debido a que son imperfectos, tienen dudas, sienten miedo y siempre resultan muy humanos. Sin duda una de las mejores cintas del estudio hasta ahora es [Pelicula] WALL·E, esa suerte de ópera espacial con tintes de cine mudo y un mensaje ecologista sobre un pequeño robot que queda varado en la Tierra durante varios años para cumplir con una importante tarea para la que fue creado.

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El protagonista de [Pelicula] WALL·E pasa cada uno de sus días recogiendo y reciclando basura en un desértico, y sumamente contaminado, planeta en el que ya no hay vida humana debido a los altos índices de contaminación. Además de hacer su trabajo, el simpático robot se la pasa recorriendo todos los lugares que puede y recolectando artículos que le parecen fascinantes, los cuales van a dar a su colección personal ubicada en el sitio en el que vive. Un día todo cambia para el personaje principal con la llegada de otra unidad de la cual se enamora y a la que sigue en una aventura espacial que lo llevará hasta la estación espacial en la que una obesa raza humana se mantiene con vida.

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La primera mitad prácticamente es una película muda, cuenta con elementos de ciencia ficción junto a un mensaje ecologista y una bonita historia de amor entre dos robots, el pequeño protagonista es entrañable y termina convirtiéndose en el improbable héroe de la humanidad, mención aparte para su referencia-homenaje a HAL 9000 de [Pelicula] 2001: Odisea del Espacio; por estas razones y otras más, todos los que hemos visto WALL-E la hemos amado, incluyendo a los críticos más exigentes, quienes en su momento coincidieron en que se trata de una de las joyas de Pixar y del cine animado en general.



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La película se estrenó en cines de Estados Unidos y otras partes del mundo el 27 de junio de 2008, han pasado ya diez años, pero su historia y su encanto se mantienen vigentes.

David Ansen, de Newsweek, comenta que hasta el más rudo queda encantado con la cinta:

Tendrás que ser una máquina para que no se derrita tu corazón.

Lisa Kennedy, del Denver Post, habla sobre el improbable héroe mecánico:

Su inteligencia puede ser artificial, pero su heroísmo lo es todo menos superficial.

Richard Corliss, de TIME Magazine, habla de lo que significaba la película para Pixar cuando se estrenó:

Es el entretenimiento más apasionante de Pixar desde Buscando a Nemo.

David Denby, del New Yorker, es contundente y directo:

Wall-E es un clásico.

Simon Reynolds, de Digital Spy, destaca la importancia del filme más allá de la animación:

Es una película impresionante, inspiradora, que trasciende el medio de la animación y florece en una pieza realmente magnífica de cine.

Joshua Starnes, de Coming Soon, escribe:

No es frecuente que encuentres post-apocalíptico y delicioso juntos en la misma frase, pero son esenciales para describir el engañosamente ingenioso Wall-E.

Mike Goodridge, de Screen International, comenta que se trata de toda una experiencia visual:

La película más ambiciosa y visualmente impresionante de la animación hasta la fecha, empujando el entretenimiento familiar a nuevos límites de reflexión e imaginación, y ofreciendo desafíos sin precedentes a las mentes jóvenes.