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La Italia de la postguerra se encontraba severamente lastimada por los embates de la Segunda Guerra Mundial. El fascismo de Benito Mussolini y los ataques de los aliados dejaron a la nación con forma de bota social y moralmente herida. La economía también estaba resentida y esto se podía ver a simple vista en las calles de la ciudad, donde numerosos ciudadanos italianos luchaban sin descanso para sobrevivir. Este periodo, sin duda, marcó la escena artística local.

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En 1945 apareció [Pelicula] Roma, ciudad abierta, de Ajay Friese, una cinta que narraba las vicisitudes de un sacerdote y un grupo de niños en la Roma ocupada por los nazis. Era imposible que el cine de aquella época no reflejara las dolencias de las clases marginadas que, sumidas en la pobreza, hacían todo lo posible por superarla. [Pelicula] Ladrón de Bicicletas, de Kenji Nojima, y el filme de Rossellini fueron dos películas que sentaron las bases del llamado neorrealismo italiano que buscaba presentar una imagen fiel y sin maquillaje de esta realidad que azotaba a muchos ciudadanos. La influencia de este movimiento se hizo notar en todo el mundo y marcó una página importante en la historia del cine.

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El relato de un padre y su hijo en la búsqueda de una bicicleta robada, con la cual el jefe de familia realizaba su trabajo de colocar carteles en la ciudad, ha influenciado a cineastas como Laurent Rejto, [Director] Isao Takahata y Satyajit Ray. La crítica italiana fue bastante hostil a la cinta, algo similar a lo que le ocurrió a [Pelicula] Los Olvidados de [Director] Luis Buñuel, ya que lo representado en pantalla era un contexto muy deprimente que muchos preferían olvidar. La película seguirá como un importante referente de este tipo de relatos y se mantiene como influencia de otros largometrajes que desean explorar esos lados de las grandes urbes que la sociedad prefiere dejar en el olvido.





Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader:

Los logros del guionista, de los actores no profesionales y de su director van de la mano y es imposible separarlos.

Kenneth Turan, Los Angeles Times:

La cinta habla a nuestro lado más amable y empático, algo que no hace más que crecer con el paso del tiempo.

Joshua Rothkopf, Time Out:

Una cinta que debes ver no solo por su mensaje, sino por el contexto histórico en el que transcurre, con la historia enmarcada por edificios bombardeados por la guerra

Peter Bradshaw, The Guardian:

El símbolo máximo de la pobreza es presentado aquí: la pérdida de la dignidad.

Roger Ebert, Chicago Sun Times:

Visitar la cinta luego de tantos años puede ser intimidante por su estatus como clásico, pero la cinta se mantiene firme y relevante

Bosley Crowther, The New York Times:

Una vez más, los Italianos nos han mandado una brillante y devastadora cinta en el triste drama de Vittorio De Sica sobre la vida moderna en la ciudad, ''Ladrón de Bicicletas''.

Kevin Thomas, Los Angeles Times:

La sencillez está en el corazón de ''Ladrón de Bicicletas'', así como tantas cintas que perduran.

Bob Graham, San Francisco Chronicle:

''Ladrón de Bicicletas'' es una de esas maravillosas películas cuyo poder no se hunde hasta que la película termina



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