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En 1986, el cineasta argentino Eliseo Subiela (quien por cierto cumple su primer año luctuoso el próximo 25 de diciembre) filmó Hombre mirando al sudeste, cuya trama se centraba en Rantés (Hugo Soto), paciente de una institución mental quien afirmaba provenir de otro planeta para estudiar las conductas humanas, y que a partir de ciertas acciones, postulados filosóficos y observaciones agudas esgrimidas por el peculiar personaje, se ponía en entredicho su supuesta demencia, sugiriendo a la vez que había algo mas detrás de tan insólita historia.
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En años posteriores al estreno de dicha película, dos obras cinematográficas distintas han retomado su premisa: [Pelicula] K-PAX de [Director] Iain Softley, la cual en su momento se halló envuelta en una polémica por supuestamente plagiar -sin acreditar adecuadamente- a la obra de Subiela mencionada; y [Pelicula] Camino a Marte el nuevo filme de [Director] Humberto Hinojosa Ozcariz, quien dirigiese previamente los largometrajes Oveja negra (2009), [Pelicula] I Hate Love (2012) y [Pelicula] Paraíso Perdido (2016), así como las series Alguien Más y La Hermandad.
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En su nuevo trabajo, Hinojosa Ozcariz conserva la anécdota original, pero en lugar de situarla al interior de un manicomnio, decide sacar a sus personajes al mundo exterior, y ponerlos en un destino paradisíaco en Baja California. También sustituye al psiquiatra obsesionado con su brillante paciente del original, reemplazándole por dos jovencitas en un viaje por carretera rumbo a Playa Balandra en La Paz, emprendido a petición de una de ellas, quien padece una enfermedad crónica y desea visitar este lugar antes de morir (pero ocultando tanto su verdadera motivación como su precaria condición a su amiga y cómplice de escapada). Durante su travesía se topan con el extraño en cuestión, al cual bautizan como Mark (en honor a un huracán que amenaza con tocar tierra justo en el lugar al que se dirigen) y al ver su peculiar comportamiento, deciden auxiliarlo y llevarlo consigo.
Durante el trayecto, Mark les revela su supuesta identidad y el motivo de su presencia, y ellas en principio creen que bromea, o que esta bajo efecto de alguna droga, o que simplemente perdió la cordura. Pero una cadena de eventos así como la proximidad con el extraño hacen que la muchacha desahuciada se interese en él y crea que su descabellada narración puede ser cierta.
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Es este juego de incertidumbre sobre el que se cimenta el guión, planteado a modo de un road trip por medio del cual el trío estelar ( Tessa Ia, Nidhi Ghildayal y Luis Gerardo Méndez) se conocen, confrontan y relacionan, mientras deambulan por diversas partes del contrastante territorio bajacaliforniano, tratando de alcanzar su objetivo. Desafortunadamente, el largometraje no llega más allá de este punto, dando la impresión de que no solo los personajes, sino la narración en general no va a ninguna parte realmente.
Aunque de inicio busca alejarse de los esquemas y fórmulas de muchas de las comedias románticas que predominan actualmente en el cine nacional, a través de una propuesta que pretende ser original y diferente, [Pelicula] Camino a Marte termina por sumergirse en ellas al verse incapaz de romper con dichos modelos y, por el contrario; desperdicia una oportunidad de oro de lograr algo distinto al evitar terrenos más profundos o invitantes a la reflexión, y decidirse en cambio por dar mayor peso a los conflictos y el aspecto sentimental de los protagonistas.
Tal decisión hace que la trama caiga en reiteraciones y hasta presente notorias fallas de continuidad -y de sentido común-, que se dejan pasar de largo solo para fomentar situaciones que justifiquen el “intenso” romance entre la joven enferma y el supuesto alienígena que es planteado de un modo tan plano y superficial que termina siendo banal.
Así, la otra travesía (la que el espectador emprende al momento de ver el filme) se entorpece. Si a esto se le suma una escasa calidad de diálogos, interpretaciones que arrancan bien pero que rápidamente caen a un nivel de pasmosa medianía y frialdad, un par de sobreexplicaciones en el guión que realmente poco aportan al corpus del relato y más bien lo sobrecargan con obviedades, hacen que la travesía que se antojaba (al menos en su trailer) como una experiencia novedosa o diferente dentro del panorama fílmico nacional, termine por ser solo un engañoso paseo por el parque de las historias románticas, dejando sus aspiraciones autorales e intelectuales reducidas a meras pretensiones.
Cuando a Subiela le preguntaron sobre si [Pelicula] K-PAX plagiaba a Hombre mirando al sudeste, respondió que era “… una copia, pero una copia de calidad". [Pelicula] Camino a Marte no consigue ser ni eso, y parece más bien un bonito (y largo) promocional turístico de La Paz, Baja California, dirigido por Kaija Bales.
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