Existen muchas celebridades en la industria del cine, grandes actores, leyendas y estrellas que adornan el firmamento fílmico de Hollywood y otros países, ya sea Brad Pitt, George Clooney, Marion Cotillard o Gérard Depardieu, Sophia Loren, Michael Caine o Pedro Infante. Tan pronto el cine se industrializó, el sistema de estrellas cobró fuerza y se erigió como una de las principales razones por las que el público iba a cine: ver a sus estrellas favoritas bailar, llorar y reír en pantalla. El concepto ha perdido algo de poder en Occidente, pero definitivamente no en el cine de Oriente.
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En el cine asiático los nombres de las estrellas pesan y mucho, por eso alguien como Jackie Chan tiene estrictamente prohibido hacer dos cosas en alguna de sus películas: aparecer como villano o que su personaje muera. El público simplemente no lo toleraría y es que hablamos del actor mejor pagado de todo Oriente. La persona que le sigue en cuanto a ingresos es un actor que se ha convertido en más que una estrella: en una súperestrella. Quien empezara como villano en varias cintas rápidamente se convirtió en el héroe por antonomasia del ciudadano común del sur de la India. Shivaji Rao Gaekwad, mejor conocido como Rajinikanth cumplió años el pasado 12 de diciembre y esta es una fecha bastante apropiada ya que, así como en nuestro país se adora ese día a una deidad religiosa, en el sur de la India algo similar ocurre con la figura de Rajinikanth (Kabali: La venganza, Robot 2, Lingaa, 2014; Chandramukhi, 2005), quien es adorado como si se tratara de un dios que camina entre mortales.
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Quien ocupara oficios como carpintero y chofer de autobús, Rajinikanth se consolidó como un héroe con el que muchos podían identificarse, en ese sentido, una figura más cercana al mencionado Pedro Infante. La súperestrella luchaba en sus películas contra la corrupción y la injusticia. Amitabh Bachchan, la máxima estrella de Bollywood y rey de la taquilla de los 70 y 80, fue la principal inspiración para Rajni, quien protagonizó remakes en idioma tamil de varias cintas del primero.
Los 90 fueron una época particularmente fructífera para el actor y en años recientes ha sabido mantenerse como una de las estrellas más taquilleras. Su participación en cintas de corte “masala” en las que se combinan multitud de géneros y donde el actor realiza diversas proezas fantásticas son aventuras fílmicas lo han convertido en un superhéroe de la vida real. Sus actos filantrópicos han sido notables, aunque el actor ha tratado de que no se hagan públicos para evitar que se crea que lo hace por publicidad. El documental For the Love of a Man, disponible en Netflix, explora los detalles del impacto que ha tenido el actor en el sur de la India. Definitivamente, pocos actores en este planeta y en la historia del cine pueden adjudicarse el mote de “súperestrella”, pero Rajinikanth lo encarna en cada una de sus actuaciones y apariciones públicas.
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