En el momento en el que las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein empezaban a fluir, acusaciones sobre acoso sexual y violación de parte de varias actrices, el grueso de Hollywood se congratuló de llamarse la atención a sí mismo a pesar de no haberlo hecho por años. Algunos más cautelosos señalaron que se podía desatar una cacería de brujas, uno de estos fue Woody Allen. El cineasta neoyorquino comentó que las buenas intenciones podían llevar a que se empezaran a acusar a actores y directores sin pruebas, algo que también ya señalo Liam Neeson. Allen profetizó lo que en estos momentos ya le ocurre, con una cacería salvaje en su contra que busca hundir su carrera de forma permanente.
Este escándalo lleva ya varios años de sonar, con diferentes etapas en las que vuelve, se apaga y regresa otra vez. Dylan O'Sullivan Farrow, hija de la actriz Mia Farrow y de Allen, persiste en acusar a su padre de haber sido abusada por él. En su momento todo un complicado procedimiento de investigación se realizó para saber qué había ocurrido realmente. Diferentes instituciones y organismos de justicia y de protección al menor tomaron cartas en el asunto y llegaron a una conclusión: ninguna agresión sexual ocurrió de parte de Allen hacia Dylan.
El cineasta ha señalado desde entonces que esto fue una campaña de desprestigio orquestada por su ex pareja Mia, quien se encargó se sugestionar y convencer a su propia hija de que Allen había abusado de ella. A pesar de que en términos legales la situación quedó resuelta tiempo atrás el asunto Weinstein detonó de nuevo a Dylan, quien se ha presentado en diferentes programas de televisión para repetir lo dicho años atrás. A pesar de la falta de pruebas concluyentes, esto no ha evitado que buena parte de los actores que han trabajado con Allen en el pasado renieguen de sus colaboraciones con el cineasta y prometen jamás volver a colaborar con él. Alec Baldwin ha sido la contada excepción de alguien que ha salido en defensa del director y que no se ha entregado al frenesi de acusaciones cual corte pública en época de Mao de #MeToo. Aquí un repaso de algunos de los histriones que han tomado tan drástica decisión:
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Hice una película de Woody Allen y es de lo que más me arrepiento en mi carrera. Me avergüenzo por haberlo hecho. Todavía tenía que encontrar mi lugar y no era quien soy ahora, así que me sentí presionada, porque por supuesto que tienes que decir que sí a Woody Allen.
No puedo ni imaginar cómo te sentías, al estar todos estos años viendo cómo alguien que te lastimó de pequeña, siendo una niña vulnerable, sea reconocido una y otra vez, incluso por mí y por numerosas figuras de Hollywood que lo idolatraban. Como madre y mujer, me rompe el corazón. Te pido perdón.
Me gustaría hablar específicamente sobre la pregunta de Woody Allen, que ya me han realizado un par de veces recientemente, ya que trabajé para él en una película que salió en 2012. Es algo que tomo muy en serio y he estado pensando profundamente, y me ha tomado tiempo reunir mis pensamientos y decir lo que quiero decir. Sólo puedo hablar por mí misma y he llegado a lo siguiente: si hubiera sabido lo que sé ahora, no habría actuado en la película. No he trabajado para él otra vez, y no volveré a trabajar para él. Las dos piezas diferentes de Dylan Farrow me hicieron darme cuenta de que aumentaba el dolor de otra mujer, y ese descubrimiento me rompió el corazón. Crecí en sus películas, y me han informado como artista, y no puedo cambiar ese hecho ahora, pero puedo tomar decisiones diferentes para seguir adelante.
Este año ha cambiado la forma en que veo y siento sobre muchas cosas, ha sido un aprendizaje emocionante y, por momentos, iluminador. Hasta este punto, he elegido proyectos desde la perspectiva de un joven actor tratando de seguir los pasos de actores con más experiencia que admiro. Pero estoy aprendiendo que un buen papel no es el único criterio para aceptar un trabajo, esto se ha vuelto más claro para mí en los últimos meses, al haber presenciado el nacimiento de un poderoso movimiento que pretende acabar con la injusticia, la desigualdad y sobre todo con el silencio.
Nunca volveré a trabajar con él
Estoy profundamente arrepentido de trabajar con Woody Allen en La Rueda de la Maravilla. Ha sido uno de mis más desgarradores errores de mi carrera. No podemos permitir que estos hombres nos representen en el mundo del entretenimiento, la política o cualquier ámbito. Están por debajo de los hombres de verdad
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