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Es casi imposible entender el impacto de la franquicia Cloverfield sin que palabras como marketing y “mystery box” salgan en la conversación y es que, las ahora tres películas que conforman esta saga iniciada hace diez años han sido exitosos resultados de las estrategias de promoción que mueven la curiosidad del público a través de la liberación de misteriosos tráilers y materiales extras. Este modelo justamente lo inició Joel Ambo como una especie de experimento para promover [Pelicula] Cloverfield: Monstruo, cinta producida por él y dirigida por Tom Sweet, que lejos de ser una estafa de mercadeo, el filme encargado de inaugurar esta franquicia contó con comentarios bastantes positivos por la inteligencia que mostraba su relato para crear tensión y verdaderos sustos entregando una satisfactoria película de monstruos. El éxito de este universo continúo con [Pelicula] Avenida Cloverfield 10, que nos acercó a una invasión alienígena no sin antes someternos a presenciar una situación desesperante y claustrofóbica en torno a un cautiverio. Ahora, sin mucho revuelo previo pero creando una fuerte expectación el día de su estreno (el pasado 4 de febrero), tenemos la tercera entrega de la saga: [Pelicula] The Cloverfield Paradox.

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The Cloverfield Paradox fue vendida como LA película que pretendía responder las interrogantes planteadas en Cloverfield: Monstruo y Avenida Cloverfield 10, es decir, aquellos puntos de las tramas que pasaron como situaciones inexplicables y que, precisamente, eran los elementos más efectivos de sus guiones. La idea no era del todo tan mala debido a que en esta ocasión la acción tomaría lugar en el espacio y seríamos testigos de esa ruptura espacio-temporal que fue la responsable de mandar a la Tierra las amenazas que sufrieron los personajes en la anteriores entregas. Pero, lo que para las anteriores fue su mayor acierto, en esta producción original de Netflix dirigida por [Director] Julius Onah, termina siendo totalmente ignorado para demostrar no sólo su ineficiencia argumental, sino también la pérdida de su identidad: The Cloverfield Paradox es una película sobre explicada que no es capaz de unir los misterios de su propio universo.

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La crítica especializada no ha tenido compasión, sin duda, su mayor logro fue la eficiente estrategia de lanzamiento que consistió en liberar el tráiler oficial durante el evento deportivo más trascendente y visto de Estados Unidos, el Super Bowl, y tan solo a unas horas de que Netflix la pusiera a disposición de sus suscriptores; mención especial merece el gran reparto coral nivel A liderado por Daniel Brühl, David Oyelowo, John Krasinski y Karen Connell, quienes parecen esforzarse para hacer lucir un guión y unos personajes que ofrecen muy poco trasfondo. De acuerdo a los periodistas cinematográficos, entre las fallas de [Pelicula] The Cloverfield Paradox están las inconexiones de sus múltiples sub-tramas, situaciones reiterativas y la atención desmesurada al drama marital de una pareja. A las deficiencias narrativas y de tono, se unen detalles como una precaria dirección, fallas en la fotografía e iluminación que la revelan como la peor entrega de la franquicia.

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Una película que, al igual que lo aseguró el crítico Emmanuel Baez del portal Cinéfiloz, The Cloverfield Paradox “pasará a la historia por varios factores, y ninguno es por ser una película genial”. En seguida te dejamos algunos de los comentarios que ha obtenido la cinta.

Calum Marsh, de National Post, aseguró:

Luce barata, se siente falsa e incluso a los 102 minutos es casi dolorosamente tediosa.

Matt Zoller Seitz, de RoberEbert.com:

En su mayor parte, es un fracaso de película, del tipo que probablemente habría sido arrojada a los cines en enero por un estudio que buscaba reducir sus pérdidas.

Raquel Hernández, de Hobby Consolas, señaló:

…el desarrollo narrativo de la película es un tanto desastroso […] Esa proliferación de tramas secundarias baldías afecta al ritmo…

Emmanuel Baez, de Cinéfiloz, advierte:

El filme comienza como un thriller de horror que poco a poco crea tensión alrededor de las relaciones entre cada personaje y que luego se respalda en los elementos sobrenaturales que parten del fallido experimento.



Anthony Ray Bench, de Film Threat, concluyó:

…acaba siendo otro experimento superficial de marketing.

Travis Johnson, de FILMINK (Australia), detalló:

Un thriller de ciencia ficción bastante rutinario donde la mayoría de las escenas tienden a funcionar como unidades individuales, pero no conectan entre sí tan bien como deberían.

Sam Adams, de Slate, dijo:

Es una película de terror en un momento, una comedia al siguiente, como si Netflix estuviera transmitiendo varios títulos a la vez.

Ignatiy Vishnevetsky, de AV Club:

A lo largo de los años se ha dicho bastante acerca de la "mystery box"" de Abrams, un modelo narrativo de provocación pura. En el caso de The Cloverfield Paradox, es una palabra elegante para "bote de basura".

Josephine Livingstone, de The New Republic, explicó:

Al final, la trama es decepcionantemente sencilla. Los misterios de las dos primeras películas se explican casi en resumen, neutralizándolos. El guión no es bueno.

Diego Battle, de Otros Cines, indicó:

…la batalla principal parece ser la de los actores contra las limitaciones evidentes de un guion hecho con el manual del género…



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