La literatura siempre es una buena fuente de inspiración para el cine. Existen grandes novelas contemporáneas que prácticamente fueron escritas para luego llevarse a la pantalla grande, pero también hay clásicos que son más complicados de adaptar, pero que simplemente no se pueden ignorar. La ciencia ficción, por ejemplo, tiene grandes trabajos, cuya crítica social y análisis moral se mantienen vigentes y que generan adaptación tras adaptación, aunque no siempre sea con buenos resultados.
Gran parte de la obra de Ray Bradbury se ha llevado al cine y a la televisión a lo largo de los años. Sin embargo, parece que, al igual que sucedió con Stephen King en el 2017, llegará un nuevo momento de popularidad para el ya fallecido autor. En los próximos años veremos muchas adaptaciones de sus libros, pero Fahrenheit 451 es la que marcará la pauta para otros proyectos. La película protagonizada por Michael B. Jordan dejó en claro con su primer avance que buscaría renovar muchos de los aspectos de la novela original y su estreno en Cannes era bastante esperado.
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El mensaje y la crítica de Fahrenheit 451 es bastante actual y sólo contaba con una adaptación previa, por lo que los seguidores de la novela esperaban un nuevo trabajo que respetara los aspectos más importantes de la historia. Sin embargo, HBO tomó el libro y alteró bastantes elementos en un intento por actualizar a los personajes y sus motivaciones.
Fahrenheit 451 - 36% es parte de los títulos más interesantes de Cannes. Las primeras críticas indican que la adaptación es correcta y bien actuada, pero que carece de la fortaleza emocional de la novela y que no todos los cambios a la trama fueron positivos. De hecho, el mayor defecto que se resalta es que termina por parecer una distopía bastante común, cuya revolución social se vuelve predecible. La cinta dirigida por Ramin Bahrani le da prioridad al contraataque y a la figura del héroe como elegido para sobrellevar una revolución, mientras que la novela implica una lucha interna para el protagonista que en muchos aspectos de su vida es simplemente un mediocre. Este cambio de perspectiva es lo que más se ha discutido, para bien y para mal, sobre la película.
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La película también cuenta con las actuaciones de Michael Shannon y Sofia Boutella, y en general se agradece el buen trabajo del elenco, incluso si no alcanza para hacer de esta adaptación una obra maestra como el libro que la inspiró.
Ben Travers de Indiewire:
En última instancia, los cambios no son realmente el problema de la versión del 2018 de Fahrenheit. Como historia se mantiene bastante bien, aunque algo pulcra. Incluso si no has leído el libro, existe una falta de urgencia en la película porque encaja perfectamente en las expectativas genéricas. La novela de Bradbury toma decisiones arriesgadas que contrastan de manera directa con la censura que invade a sus personajes. Existe una gran cantidad de dolor ahí, que funciona como una llamada de acción para la rebelión. En el libro es necesario. En la película es una decisión.
Kevin O’Keefe de Variety:
El resultado es una versión de Fahrenheit 451 hecho para la era de Los Juegos del Hambre. En las cintas contemporáneas, la distopía es presentada casi exclusivamente como tecnológica. Es extraño que la terminología inventada sólo hace que este mundo se siente aún más lejano. Puedes escuchar terminología similar en franquicias como Maze Runner y Divergente.
Todd McCarthy de The Hollywood Reporter:
Siguiendo los lineamientos de la mayoría del cine actual, la nueva Fahrenheit se ha convertido lo más posible en una película de acción, incluyendo su parte final.
Brandon Katz de Observer:
En general, Fahrenheit 451 de HBO es una mirada desafiante en todos los buenos sentidos y sólo un par de los equivocados. La amplitud del proyecto deja algunas cosas sin decir y sin sentir, mensajes truncados y viajes apresurados. Pero la profundidad ayuda a texturizar todo lo que está presente y hace que el mundo de Ray Bradbury cobre vida frente a nuestros ojos.
Steve Pond de The Wrap:
Fahrenheit de Bahrani tiene sus toques tópicos, con claras referencias a las cruzadas anti-inmigrantes de la actualidad en la forma en que la gente se separa entre “natives” (nativos) y “eels” (anguilas); es decir, los buenos ciudadanos que hacen lo que el gobierno les pide y los extranjeros que no lo hacen. Pero a pesar de su puntualidad y el espectáculo de esas relucientes torres que sirven como pantallas de televisión gigantes, la cinta a veces parece tan atraída a estas imágenes como Montag inicialmente se siente hacia las flamas que desata.
Jamie Broadnax de Black Girl Nerds:
Fahrenheit 451 es un thriller emocionante y con fuertes actuaciones. Shannon da lo mejor aquí, lo que puede decirse de la mayoría de sus papeles. La química entre Jordan y Shannon también es palpable. Parece haber bastante calor entre estos dos. Las actuaciones junto a las dramáticas emociones hacen que esta cinta deba ser vista por todos aquellos que están obsesionados con la cultura actual de las redes sociales.
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