Cannes 2018: The House That Jack Built, de Lars Von Trier, ya tiene primeras críticas

Ya todos conocemos los alcances de frustración, molestia y provocación que Lars von Trier puede alcanzar. Incluso aquellos que realmente no conocen o han visto su obra, saben que el director tiene una cierta fama que en parte lo vuelve una figura indispensable del cine actual, y en parte lo carga con un peso que ha afectado el desarrollo y recepción de sus últimas obras.

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Sí, Von Trier es experto en causar una cierta irritación que algunos toman como prueba de su capacidad como artista y otros como prueba de su mediocridad como contador de historias. El asunto con él es que suele hablarse a sí mismo y su exploración sobre la moral, la sexualidad y la figura femenina siempre es interna lo que de inicio aleja a varios espectadores.

La Casa de Jack - 56% no es la excepción. Su última película llegó a Cannes después de que el famoso festival le perdonara ciertos comentarios ofensivos de hace años. El hecho de que la historia se centre en un asesino serial ya nos daba señales de lo que sucedería. Durante la función, la mayoría de los espectadores abandonaron la sala furiosos, asqueados y deprimidos (incluyendo a buena parte de la crítica especializada), pero los que superaron las dos horas y media terminaron de pie y la llamaron una obra maestra.

Matt Dillon da vida a Jack, un asesino en serie que relata cómo fue perfeccionando su forma de matar a lo largo de los años y gracias a ciertos incidentes específicos. Es claro que von Trier sufre una curiosa fobia hacia las mujeres, asociada a la figura de los niños, y todo lo que representan, por lo que no es extraño que, al ver sus películas, se le llame misógino. Lo cierto es que sus obras, al revelar todo sobre él como persona, terminan por revelar partes oscuras y contradictorias de la sociedad, incluyendo la percepción que los hombres tienen sobre las mujeres y la propia percepción femenina. Parte de la molestia es por cómo Jack asesina explícitamente a las mujeres, mientras se hace una víctima de ciertas circunstancias, lo que lo convierte en un villano directo al famoso movimiento #MeToo.

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Más allá de la molestia sobre la violencia visual, que ya se ha abordado en otras cintas suyas y en otros directores del género de terror. Lo que en verdad molesta es el mensaje de asociar los asesinatos con arte, y el hecho de que las mujeres de la historia no cuentan ni con nombres propios, pues son sólo un número más. Pero como en toda obra que llegue a molestar, se tiene que ir más allá de esos factores y tratar de ser objetivos ante lo que se nos presenta. La tarea no es sencilla y mucho se puede decir de lo que cada crítico ha encontrado, para bien y para mal, en The House That Jack Built.

Eric Kohn de IndieWire:

The House That Jack Built está diseñada incluso para dejar a los espectadores vulnerables a su provocación en un estado de perpetua incomodidad. “Si sientes la necesidad de gritar, definitivamente deberías hacerlo”, dice Jack, y von Trier bien podría haberle pedido que mirara directo a la cámara. Es una apuesta arriesgada que atrae y frustra en igual medida.

Owen Gleiberman de Variety:

Sin embargo, The House That Jack Built rara vez logra ese nivel de inquietante asombro poético. La cinta va a paso rápido en una forma que es sombríamente absorbente pero que, al mismo tiempo, se queda corta en cuanto a ser totalmente inmersiva. […] Filmada de una manera despojada y naturalista de cámara en mano que le da a las películas de von Trier su inmediatez, pero también te deja con la sensación de que se está inventado escenas conforme avanza.

Jessica Kiang de The Playlist:

Von Trier nos ha estado engañando desde hace tiempo ya. Pero nunca antes ese incontrolable impulso suyo ha sido tan poco justificado por su dirección (incluso el as de von Trier, colaborador en Melancolía y Ninfomanía, el director de fotografía Manuel Alberto Claro se siente falso aquí). Y nunca se ha sentido tan afilado, tan personal y tan radioactivo con este auto odio virulento e infeccioso.

Robbie Collin de The Telegraph:

“El arte es más vasto de lo que podemos entender.” Sin duda. The House That Jack Built no lo es: en vez de eso, se trata de dos horas y media de auto reflexiva tortura pornográfica con una bodega de papas fritas de McDonald’s en su espalda, y un puñado de ideas genuinamente provocativas que, de manera exasperante, no llegan a ningún lado.

David Rooney de The Hollywood Reporter:

El director parece abordar de manera más directa que nunca las acusaciones de misoginia que se le han lanzado de manera periódica desde que hizo pasar a Emily Watson un tormento sexual y espiritual hace 22 años con su poderosa Rompiendo las Olas.

Peter Bradshaw de The Guardian:

Pero hay un montón de conversaciones aburridas, diálogo en un inglés traducido con Google del danés. Caras en primer plano con poca iluminación. Caracterización y eventos narrativos que lucen improbables en vez de misteriosos o extraños. Esta es una película que mantiene la emoción del terror que te puede dar casi cualquier otra cinta de asesinos seriales, desde El Silencio de los Inocentes hasta Saw, o Seven, o Zodiaco u Ocho sentencias de Muerte.

Tim Grierson de Screen Daily:

Para este tipo de material intrínsecamente violento, Jack está relativamente restringido, nunca alcanzando los puntos aprensivos más altos (o bajos) de Anticristo. Pero incluso cuando von Trier no está al máximo de sus poderes conceptuales, su mente continúa acelerando, incorporando títulos de capítulos, extrañas referencias a la cultura pop y atrevidas inclusiones de sus películas previas.

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