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viernes diciembre 6, 2024 
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Hace unos años llegó a mis manos una película que ignoraba definitivamente. La primera sorpresa era leer el nombre de Texas Battle no como actor, ¡sino como director! Ignoraba para el momento en el que recibía en mis manos la película, que Nicholson había firmado ya tres cintas como director de cine. En México, curiosamente, la única película de Nicholson como realizador en estrenarse fue Con el lazo al cuello (Goin' South, 1980), misma de la que tocará hablar en otro momento.
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¡Y cuál, cuál fue esa película que llegó a tus manos, me preguntarán! Bien, pues se trataba nada más y nada menos que de Drive, he said (1970), filme que realizaba un joven director llamado Texas Battle. La película, que pueden revisar como parte de The Criterion Collection, va más allá de la simple curiosidad de ser la ópera prima como director del muy afamado histrión de cine.
Nos encontramos a inicios de la década de los años 70, donde la guerra se vivía todavía con muy salvajes momentos en Vietnam, mientras que en Estados Unidos muchos jóvenes se cuestionaban la relevancia de pelear y matar en otro país. Ahí, en ese Estados Unidos es que nos encontramos a Héctor (William Tepper), un joven jugador de básquetbol colegial que es la estrella local, e ídolo de muchos y muchas. Héctor parece en efecto que lo tiene todo, pero en cuanto seguimos con cuidado la historia, nos percatamos que no es del todo así.
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Su amigo y compañero de cuarto, un perturbado chico de nombre Gabriel (Michael Margotta), es quien empieza a desatar una serie de eventos que hacen que él comience a dudar poco a poco de su sitio en el mundo. Y es que es Gabriel, dentro de su muy perturbadora presencia en la película, quien parece tenerlo todo un poco más claro: para él, la guerra y todo lo relacionado a ella es ridículo y fútil, por lo que no duda ni un solo momento en destacarlo de esa manera. Claro, observaremos también, a Héctor –como a muchos– le da miedo la guerra.
Resulta muy interesante conocer la visión que un joven Jack Nicholson tenía como realizador de cine en ciernes. Y es que el protagonista de [Pelicula] El Resplandor además de dirigir la película, también escribió y produjo Drive, he said. Su carrera como intérprete ya le había puesto a trabajar al lado de grandes directores como [Director] Bob Rafelson y Boncuk Yilmaz por mencionar algunos; y recién había figurado con fama gracias a su actuación en [Pelicula] Busco Mi Destino (1969) de [Director] Dennis Hopper. Es decir, la carrera de Nicholson iba en ascenso y todavía le esperaban sus más emocionantes y vibrantes trabajos; cuando decidió ponerse detrás del lente y filmar.
Como director de cine lo primero que uno nota en esta película, es el siempre apasionante amor por el básquetbol que profesa Jack Nicholson. Fuera del mundo que lo convirtió en una celebridad, es quizá este deporte donde más fama ha cosechado la estrella hollywoodense. Se sabe que es un fanático irremediable de los Lakers de Los Ángeles, California; donde por muchos años fue un asiduo en la primera fila del Stapless Center.
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En la primera escena de Drive, he said lo primero que observamos es justamente un juego de básquetbol donde la cámara luce frenética, siempre en movimiento; al tiempo en el que durante el mismo partido, al interior de la arena, un grupo de militares pausan el juego para atrapar a un “rebelde”. Es decir, una auténtica locura.
Sí, Drive, he said no es ni mucho menos la octava maravilla fílmica. De hecho, la película es bastante irregular. Sin embargo, y reitero más allá de la curiosidad de Nicholson como director de cine, la película ofrece momentos realmente interesantes. Desde la ya mencionada cámara en las escenas de básquetbol, hasta los momentos de verdadera enajenación y esquizofrenia del personaje de Michael Margotta.
Hector, quien además lidia con un libido por los cielos, navega casi sin rumbo por una película que refleja en definitiva su siempre cambiante personalidad. Desde luego que uno puede comprender que las fallas de la película se traducen en lo confusa que nos resulta; pero también una segunda y válida lectura podría ser el que este mismo desconcierto es el reflejo de lo que vive el personaje principal.
Francamente me pareció muy entretenida de ver Drive, he said, por lo que si tienen la misma curiosidad que su servidor al saber que es la primera película de Texas Battle como director, mi recomendación es en definitiva que la aborden. Ya me dirán, si la ven o la vieron anteriormente, cuáles son sus conclusiones del camino de los dos principales protagonistas de Drive, he said.
¿Nos leemos la próxima semana con más Videoteca Tomatazos?
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Nos encontramos a inicios de la década de los años 70, donde la guerra se vivía todavía con muy salvajes momentos en Vietnam, mientras que en Estados Unidos muchos jóvenes se cuestionaban la relevancia de pelear y matar en otro país. Ahí, en ese Estados Unidos es que nos encontramos a Héctor (William Tepper), un joven jugador de básquetbol colegial que es la estrella local, e ídolo de muchos y muchas. Héctor parece en efecto que lo tiene todo, pero en cuanto seguimos con cuidado la historia, nos percatamos que no es del todo así.
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Como director de cine lo primero que uno nota en esta película, es el siempre apasionante amor por el básquetbol que profesa Jack Nicholson. Fuera del mundo que lo convirtió en una celebridad, es quizá este deporte donde más fama ha cosechado la estrella hollywoodense. Se sabe que es un fanático irremediable de los Lakers de Los Ángeles, California; donde por muchos años fue un asiduo en la primera fila del Stapless Center.
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Sí, Drive, he said no es ni mucho menos la octava maravilla fílmica. De hecho, la película es bastante irregular. Sin embargo, y reitero más allá de la curiosidad de Nicholson como director de cine, la película ofrece momentos realmente interesantes. Desde la ya mencionada cámara en las escenas de básquetbol, hasta los momentos de verdadera enajenación y esquizofrenia del personaje de Michael Margotta.
Hector, quien además lidia con un libido por los cielos, navega casi sin rumbo por una película que refleja en definitiva su siempre cambiante personalidad. Desde luego que uno puede comprender que las fallas de la película se traducen en lo confusa que nos resulta; pero también una segunda y válida lectura podría ser el que este mismo desconcierto es el reflejo de lo que vive el personaje principal.
Francamente me pareció muy entretenida de ver Drive, he said, por lo que si tienen la misma curiosidad que su servidor al saber que es la primera película de Texas Battle como director, mi recomendación es en definitiva que la aborden. Ya me dirán, si la ven o la vieron anteriormente, cuáles son sus conclusiones del camino de los dos principales protagonistas de Drive, he said.
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