Durante los meses pasados, nuestro cine fue homenajeado a través de dos festividades: la primera de ellas fue el Día Nacional de Cine Mexicano, el cual fue celebrado por segunda ocasión desde que fuese establecido a partir de una iniciativa aprobada por la LXIII Legislatura del Senado de la República el 20 de abril del 2017, donde se establecía al 15 de agosto como la fecha para conmemorar dicho evento.

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Así, La Secretaría de Cultura a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) llevó a cabo tal conmemoración por medio de una serie de actividades en la Cineteca Nacional y otros recintos públicos en la Ciudad de México y el interior del país.

Sumándose posteriormente a esta celebración, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE) organizó la primera edición de la Fiesta del Cine Mexicano, que se celebraría a principios de septiembre en diversos complejos pertenecientes a las dos más importantes cadenas de exhibición comercial mexicanas.



En ambas conmemoraciones se incluyeron proyecciones de algunos clásicos de nuestra cinematografía, de otras películas mexicanas que tuvieron paso reciente por la cartelera, y también el preestreno de algunas producciones nacionales que se estrenarían en semanas posteriores o cuyo estreno ya es inminente, como [Pelicula] Tamara y la Catarina, [Pelicula] Rush Hour, [Pelicula] Hasta los Dientes y [Pelicula] El Día de la Unión.

De modo paralelo, y tras el descalabro sufrido en julio -donde se registró la cifra más baja de estrenos nacionales de este año-, el cine mexicano que logró arribar a la cartelera (tanto a la comercial como a la alternativa) durante el pasado bimestre no solo tuvo un repunte, sino incluso consiguió una nueva cifra récord en este 2018: 11 producciones se estrenaron en agosto y otras tantas en septiembre, es decir, casi el triple de lo estrenado durante julio. Así en promedio, se estuvieron lanzando dos filmes mexicanos cada fin de semana.

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Agosto resultó ser también el mes con mayor cantidad de estrenos que llegaron a la cartelera, sumando un total de 44. Y de esos estrenos, 25% fueron producciones o coproducciones mexicanas. Por su parte, septiembre registró la semana con mayor cantidad de estrenos simultáneos del 2018, al lanzarse 13 largometrajes en su último fin de semana, antes de concluir el mes.

En agosto desfilaron por pantallas nacionales el documental [Pelicula] Chavela Vargas sobre la famosa intérprete que le da título, coproducido con España y dirigido a cuatro manos por [Director] Catherine Gund y [Director] Daresha Kyi; el melodrama y quinta película de [Director] Pitipol Ybarra [Pelicula] Ya Veremos; la singular [Pelicula] La Negrada dirigida por [Director] Jorge Pérez Solano; la primer obra de ficción de [Director] Alejandro Ramirez Corona, [Pelicula] Mente Revólver; la comedia -y vehículo de lucimiento para Natasha Dupeyrón- [Pelicula] Plan V dirigida por [Director] Fez Noriega; el drama intimista [Pelicula] Los Adioses la cual constituye la segunda cinta de [Director] Natalia Beristáin; el más reciente trabajo de Jakari Fraser intitulado [Pelicula] Tormentero; la esperada [Pelicula] Ana y Bruno, primer largometraje de animación de P.D. James; la ópera prima de [Director] Nejemye Tenenbaum [Pelicula] El Tercer Espacio. Cien Años de Comunidad y la ganadora en Sundance [Pelicula] Tiempo Compartido, segundo filme de [Director] Sebastian Hofmann.



Mientras que en septiembre, fueron estrenados comercialmente el documental de Emily Wyatt [Pelicula] Alejandra o la Inocencia de Vlady, sobre la relación entre un pintor y el personaje de uno de sus cuadros; el desencantado coming-of-age de un joven el cual paradójicamente se da en un idílico entorno en [Pelicula] Cuernavaca, debut cinematográfico del realizador televisivo [Director] Alejandro Andrade; el nuevo trabajo detrás de las cámaras del actor Alexis Fridman sobre una de las peores tragedias del México contemporáneo en la polémica [Pelicula] El Día de la Unión; el documental [Pelicula] Hasta los Dientes de Alberto Arnaut Estrada que arroja luz sobre uno de los momentos más infames acaecidos recientemente en nuestro país; el cine-ensayo experimental Ruinas tu Reino dirigido por Pablo Escoto; el thriller sui generis que tiene lugar en una ciudad en perpetua penumbra en [Pelicula] Extraño pero verdadero de [Director] Michel Lipkes; [Pelicula] Malacopa, la nueva comedia del otrora director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, [Director] Armando Casas; el documental que transcurre entre rejas y rap [Pelicula] Mexicanos de Bronce, ópera prima de Sammy Jonas Heaney; [Pelicula] Nuestro Tiempo , el nuevo y controversial largometraje del no menos controversial [Director] Carlos Reygadas; [Pelicula] Princesa, una historia verdadera, filme de [Director] Óscar Blancarte el cual cuenta con la última interpretación de la actriz Evangelina Elizondo (quien acaba de cumplir un año de haber fallecido) y finalmente la comedia (si, una más) de corte romántico [Pelicula] Recuperando a mi Ex, dirigida por [Director] Gabriel Guzmán.

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Pero contrario a lo que pudiera pensarse, en esos meses la comedia no fue el género predominante, sino el drama en sus diversas variantes. De las 22 películas mexicanas estrenadas en el pasado bimestre, al menos la mitad caen dentro de esta categoría.

Entre lo más destacado estrenado en agosto y septiembre, se encuentra Ana y Bruno, proyecto que le tomó a Carrera 10 años para concretarse, pero con resultados muy positivos al presentar un relato de corte fantástico y naturaleza infantil en el cual se abordan temas muy difíciles de tratar en un filme enfocado a ese público, como la muerte y la locura. Pero el cineasta lo hace con una madurez, eficacia y sensibilidad narrativa en perfecto equilibrio, dirigiéndose también a una audiencia más adulta pero sin perder de vista a los niños, sus espectadores centrales. Continua (y dialoga muy bien) con la temática de su anterior trabajo De la Infancia, y constituye sin duda uno de los momentos cumbres del cine nacional en este 2018.



Otra obra sobresaliente es Hasta los Dientes, la cual documenta el estremecedor caso de dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey quienes en 2010 fueron torturados y asesinados por el ejército mexicano en las mismas instalaciones donde estudiaban, al ser confundidos con sicarios del narcotráfico. Este terrible equívoco intenta ser encubierto por la autoridades, mintiendo sobre la verdadera identidad de las víctimas, criminalizándolos. Y así, inicia una lucha por parte de sus familiares y amigos para reivindicarlos, y que se sepa la verdad sobre lo ocurrido aquella fatídica noche. Un documental crudo, escalofriante por instantes, pero muy necesario en estos tiempos que corren.

En contraparte, trabajos como El Día de la Unión, Malacopa y Recuperando a mi Ex figuran como algunos de los momentos menos afortunados del cine mexicano durante el bimestre pasado. Sin embargo, fue Plan V la película que consigue obtener la dudosa distinción de ser el punto más bajo.

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Plan V fue ideada como trampolín desde el cual se pretendía lanzar en grande a la actriz Natasha Dupeyrón en el rubro de la comedia romántica, dominado por actrices que son innegables imanes de taquilla en ese género como Ieva Florence, Alejandro de Marino y Sergio Mayer. Sin embargo, la anécdota de la historia (una atractiva joven decidida a vengarse de la infidelidad de su novio seduciendo y desechando a otros hombres, y eligiendo para llevar a cabo su plan una escuela llena de nerds o cerebritos, donde pueda escoger blancos fáciles) en realidad no es muy buena, y es desarrollada argumentalmente con torpeza y empleando un dudoso humor; y el discurso enarbolado que pretende empoderar a la figura femenina a través de la burda parodia de las conductas típicas del macho termina por volverse en su contra, desembocando en un filme de tintes misóginos. Además, tuvo un regular desempeño en la taquilla, dejándola muy lejos en sus aspiraciones de alcanzar la popularidad y rentabilidad de las actrices antes mencionadas.