Para muchos cinéfilos, el cine noir fue un género creado en Estados Unidos que con el pasar del tiempo se extendió en el mundo entero. Sin embargo, en cuanto a su nombre e historia, nació en Europa en los años 30 y esto se puede confirmar gracias a un texto de la revista Iris en el que ya se hablaba del término “cine noir” en 1938 y se usaba en la prensa francesa hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El género noir se podía calificar de cine cosmopolita que mezclaba sus influencias europeas, pero fue hasta los años cincuenta que se mezcló con el cine de Hollywood a través de los gángsters, que ocuparon algunas de las películas más populares de la época.
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La reciente película del director y guionista francés Erick Zonca, también conocido por Crimen Repentino - 73% es precisamente parte de este género. El largometraje adapta la novela israelí Expediente de desaparición, del autor Dror Mishani, escrita en 2011, que narra la historia de la desaparición de un estudiante de secundaria y la posterior investigación para dar con su paradero.
El comandante François Visconti (Vincent Cassel), un atormentado policía con problemas de alcoholismo, está a cargo del caso luego de que la madre del adolescente Dany Arnault llamara desesperada al día siguiente de no ver a su hijo. Durante la investigación, Yan Bellaile, uno de los profesores de Arnault, se muestra ansioso por ayudar a encontrarlo. A diferencia de la película, el texto está ambientado en Tel Aviv, donde el detective israelí Avraham Avraham es el encargado del caso.
Las críticas son mayormente positivas hacia el filme de Zonka. Según la opinión de Diego Battle, de Otros Cines, este trabajo es un thriller que tiene tintes de David Fincher y muestra personajes perversos y despreciables; se trata de una de esas propuestas donde ninguno de los personajes se salva, puesto que cada uno carga con traumas, culpas y cometen los peores actos inimaginables.
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Por su parte, Jordan Mintzer de The Hollywood Reporter afirma que el cineasta lanza algunas pistas falsas a la mezcla, lo que ayuda a mantener las interrogantes durante casi dos horas. Al mismo tiempo, el comportamiento escandaloso de Visconti a veces hace que la acción sea difícil de comprar, con ciertas secuencias, pero cuando finalmente se descubre la verdad, Sin Dejar Huellas - 84% pierde credibilidad en lugar de ganarla en el acto final.
A continuación, la opinión de la crítica sobre la película que se proyectó en la sección Órbita del Festival Internacional de Cine de Cataluña:
Jordan Mintzer de The Hollywood Reporter:
Un fascinante, si no exagerado, noir francés.
Erick Estrada de Cinegarage:
Sin Dejar Huellas es un thriller que cuenta con todos los elementos para ser llamada así pero que los utiliza de una forma distinta para generar tanto ansiedad como morbo en quienes la vemos. Entrar a este universo se convierte pronto en una experiencia oscura pero irresistible.
Diego Batlle de Otros Cines:
La película tiene algo de los thrillers más sórdidos de David Fincher, un poco de Un maldito policía, con el torturado Harvey Keitel dirigido por Abel Ferrara; y otro tanto de El desconocido del lago, de Alain Guiraudie. Se trata de un caso lleno de condimentos perversos en el que, de uno y otro lado, hay personajes despreciables.
Javier Porta Fouz de La Nación:
Y tenemos las vueltas. La del director Erick Zonca al cine luego de 10 años, con un nivel de ambición notable y un manejo muy seductor de los climas iniciales. Y las vueltas del tercio final de la película, en la que para sorprender se distrae y hasta se puede llegar a soltar al espectador, que venía sorteando paralelismos y torpezas evitables.
Rolando Gallego de EscribiendoCine:
El film adapta el libro y lo apropia, lo reduce a sus mínimas expresiones para reversionar su propio universo con leyes y cosmogenias. Un cine que merece ser narrado y una resolución que afirma en la sorpresa su enunciado.
Jennie Kermode de Eye For Film:
Esta es una película pequeña y tensa cuyo final, ligeramente apresurado, no socava un impresionante estudio de personajes.
Rodrigo Cerna Chávez de Konexión:
Las actuaciones de Cassel y Duris son tremendamente notables al dar toda esta carga psicológica y patológica a sus respectivos personajes.
Ascanio Cavallo de Diario El Mercurio:
Este es cine negro a la francesa. Es el tipo de películas que cuando se las ve por segunda vez empiezan a gritar por las costuras.
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