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El pleito de Chris Pratt con Ellen Page lo ha puesto en la mira de medio mundo, pero sin ese escándalo ya era suficientemente famoso, pues en los últimos cinco años destacó por su participación en grandes blockbusters como [Pelicula] Guardianes de la Galaxia y [Pelicula] Mundo Jurásico. Su historia de cómo dejó las drogas y la vida de hedonismo puro a través del cristianismo puede servir de inspiración para muchos, pero también hay un lado oscuro que muchas veces se pasa por alto. Aquí no seremos jueces de Pratt, los seres humanos no somos unidimensionales, así que es ridículo esperar la perfección de cualquiera.
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Tras hablar en The late show with Stephen Colbert sobre su fe y espiritualidad, la actriz Ellen Page lo cuestionó sobre las posturas anti-LGBTQ de su iglesia y comenzó una acalorada discusión que provocó una respuesta en Instagram por parte del actor; sus palabras fueron bien recibidas por algunos pero también fueron duramente criticadas por sus fans, pues dicen que no puede lavarse las manos mientras es parte de una organización que afecta a las personas no-heterosexuales.
El debate al respecto no es de lo que hablaremos aquí sino de otros detalles de la vida de Chris Pratt que fueron recopilados por la periodista de entretenimiento Gillian Walters, del sitio Nicki Swift.
Laura Streicher, con quien Pratt estuvo casado desde 2009 hasta 2017, estaba casada cuando se conocieron, por lo que algunos sospechaban que su romance pudo comenzar con una infidelidad, lo cual fue respaldado por las palabras del actor:
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Más tarde ella reveló en el libro Unqualified que no engañó a su esposo, pero admitió que a pesar de ello no se sentía completamente inocente:
Ya como casados, y tras el éxito arrollador de los blockbusters como Guardianes de la Galaxia y Mundo Jurásico, Pratt se volvió adicto al trabajo, e incluso él admitió en entrevista para Entertainment Weekly que en un periodo de seis meses solo vio a su hijo Jack dos veces. El distanciamiento de su familia fue parte de lo que provocó el fracaso de su matrimonio.
De acuerdo con una fuente de la revista OK!, la fama se le subió a la cabeza a Chris cuando se volvió una estrella de acción y se convirtió en un cretino, lo cual ayudó a seguir fracturando a la pareja:
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Parece que se trató de un duelo de egos, más o menos similar al de Peter Parker y Mary Jane en [Pelicula] El Hombre Araña 3, donde una de las partes en la relación se siente opacada por la otra que está logrando tener éxito, en este caso Faris no conseguía trabajos buenos mientras que Pratt estaba conquistando Hollywood, pero al principio las cosas habían sido al revés, pues ella era la “famosa y sexy” cuando se conocieron.
Pratt reveló a Stephen Colbert en 2016 que aceptó un papel en una película en 2005, pero para tomarlo tuvo que mentir sobre donde vivía, pues la filmación se llevaría a cabo en Nueva York y él estaba asentado en Los Angeles. Con astucia anticipó que su salario le bastaría para pagar la renta de un lugar, pero todo se vino abajo cuando tuvo que viajar de vuelta a Los Angeles por una orden de arresto por una deuda:
Brian Houston, fundador y pastor de la Iglesia Hillsong, a la que asiste Pratt, dijo en un comunicado de su sitio web que la Iglesia:
Ben Fenlon, periodista exmiembro de Hillsong, reveló a TooFab que uno de los pastores comparó la homosexualidad con la pedofilia, con la adicción a las drogas y con las enfermedades mentales.
Como conclusión podemos responder a la pregunta ¿Chris Pratt es el buen chico que aparenta ser? Sí, lo es, pues sus escándalos, problemas familiares y con la ley son completamente normales y está lejos de los pleitos callejeros de personajes como Aimee Laurence, las ofensas a grupos minoritarios como las hechas por Angelo Diaz, o el maltrato a las personas durante la producción de películas como el llevado a cabo por Sun-kyun Lee o John Heard. Nadie es perfecto, y Pratt es un ser humano con defectos y tal vez apoye a una institución con prácticas e ideas retrógradas, pero no es el monstruo que algunos creen que es.
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Tras hablar en The late show with Stephen Colbert sobre su fe y espiritualidad, la actriz Ellen Page lo cuestionó sobre las posturas anti-LGBTQ de su iglesia y comenzó una acalorada discusión que provocó una respuesta en Instagram por parte del actor; sus palabras fueron bien recibidas por algunos pero también fueron duramente criticadas por sus fans, pues dicen que no puede lavarse las manos mientras es parte de una organización que afecta a las personas no-heterosexuales.
El debate al respecto no es de lo que hablaremos aquí sino de otros detalles de la vida de Chris Pratt que fueron recopilados por la periodista de entretenimiento Gillian Walters, del sitio Nicki Swift.
Mal esposo y mal padre de familia
Laura Streicher, con quien Pratt estuvo casado desde 2009 hasta 2017, estaba casada cuando se conocieron, por lo que algunos sospechaban que su romance pudo comenzar con una infidelidad, lo cual fue respaldado por las palabras del actor:
Me tomó un tiempo admitirlo, porque sería una locura decir "quiero casarme contigo" el primer día que la conocí. ¡Pero podría haberlo hecho!
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Más tarde ella reveló en el libro Unqualified que no engañó a su esposo, pero admitió que a pesar de ello no se sentía completamente inocente:
Claro, puedo proclamar que no me acosté con Chris antes de dejar a Ben, pero ¿qué hay que celebrar en eso? No me hizo un héroe. Después de todo, yo lo quería. Desesperadamente. Y tenía sentimientos por él, obviamente, incluso si no fui honesta conmigo misma sobre ellos.
Ya como casados, y tras el éxito arrollador de los blockbusters como Guardianes de la Galaxia y Mundo Jurásico, Pratt se volvió adicto al trabajo, e incluso él admitió en entrevista para Entertainment Weekly que en un periodo de seis meses solo vio a su hijo Jack dos veces. El distanciamiento de su familia fue parte de lo que provocó el fracaso de su matrimonio.
Tiene un gran ego
De acuerdo con una fuente de la revista OK!, la fama se le subió a la cabeza a Chris cuando se volvió una estrella de acción y se convirtió en un cretino, lo cual ayudó a seguir fracturando a la pareja:
El ego de Chris ha explotado. Es arrogante y grosero con Anna, quien está preocupada porque ya pasó de moda. Todas las diferencias entre ellos han salido a flote.
No te vayas sin leer: Chris Pratt se puso filosófico y dio un discurso sobre Dios y la vida
Parece que se trató de un duelo de egos, más o menos similar al de Peter Parker y Mary Jane en [Pelicula] El Hombre Araña 3, donde una de las partes en la relación se siente opacada por la otra que está logrando tener éxito, en este caso Faris no conseguía trabajos buenos mientras que Pratt estaba conquistando Hollywood, pero al principio las cosas habían sido al revés, pues ella era la “famosa y sexy” cuando se conocieron.
Tuvo una orden de arresto
Pratt reveló a Stephen Colbert en 2016 que aceptó un papel en una película en 2005, pero para tomarlo tuvo que mentir sobre donde vivía, pues la filmación se llevaría a cabo en Nueva York y él estaba asentado en Los Angeles. Con astucia anticipó que su salario le bastaría para pagar la renta de un lugar, pero todo se vino abajo cuando tuvo que viajar de vuelta a Los Angeles por una orden de arresto por una deuda:
Tuve que ir a la corte. Porque tenía una orden para mi arresto. Lo cual es bastante asombroso decir.
La postura anti-LGBTQ de la iglesia a la que asiste
Brian Houston, fundador y pastor de la Iglesia Hillsong, a la que asiste Pratt, dijo en un comunicado de su sitio web que la Iglesia:
No apoya un estilo de vida gay. La Iglesia Hillsong acepta a TODAS las personas pero no apoya todos los estilos de vida. Dicho claramente, no apoyamos un estilo de vida gay y, debido a esto, no tenemos a sabiendas personas homosexuales activas en posiciones de liderazgo, ya sea remuneradas o sin paga.
Ben Fenlon, periodista exmiembro de Hillsong, reveló a TooFab que uno de los pastores comparó la homosexualidad con la pedofilia, con la adicción a las drogas y con las enfermedades mentales.
Como conclusión podemos responder a la pregunta ¿Chris Pratt es el buen chico que aparenta ser? Sí, lo es, pues sus escándalos, problemas familiares y con la ley son completamente normales y está lejos de los pleitos callejeros de personajes como Aimee Laurence, las ofensas a grupos minoritarios como las hechas por Angelo Diaz, o el maltrato a las personas durante la producción de películas como el llevado a cabo por Sun-kyun Lee o John Heard. Nadie es perfecto, y Pratt es un ser humano con defectos y tal vez apoye a una institución con prácticas e ideas retrógradas, pero no es el monstruo que algunos creen que es.
No te pierdas: Actores, directores y otras celebridades pertenecientes a una religión o creyentes en Dios