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viernes diciembre 6, 2024 
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La intensa, [Pelicula] El Último Tango en París es una de las cintas más reconocidas del cineasta italiano [Director] Bernardo Bertolucci. Su trama explora la relación de una joven veinteañera y un hombre 20 años mayor que ella. La historia sigue a Paul (Jasper Keen) y Jeanne ( Maria Schneider), y cómo su primer encuentro, marcado por la atracción pura y el deseo animal, se vuelve adictiva y tóxica.
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Fue en 1972 que se estrenó el sexto largometraje de Bertolucci ([Pelicula] El Conformista, [Pelicula] El último Emperador, [Pelicula] Los Soñadores ) y desde su primer pase de prensa la película conmocionó por explorar la sensualidad de una jovencita que se engancha en un romance intenso con un hombre mucho mayor que ella, y en el que los roles de dominación son explícitos frente a la cámara. La idea de solo encuentros carnales sin saber uno del otro, removió y escandalizó las conciencias más recatadas. Incluso fue prohibida en el propio país de origen del cineasta, Italia. Un juez condenó a Bertolucci a cinco meses de prisión y ordenó quemar los negativos del filme. En España, durante el régimen franquista también fue censurada y vio su estreno cinco años después. La música del artista argentino Gato Barbieri, dotó a la película de un aire de tragedia y erotismo.
Maria Schneider murió de cáncer en 2011, a los 58 años. Y en varias ocasiones habló sobre una escena de la cinta que le tocó grabar cuando tenía 19 años, una secuencia no consensuada. Contó al Daily Mail en 2007 que tras el rodaje volvió a las drogas e intentó suicidarse. “Debería haber llamado a mi agente o mandado a mi abogado al set porque no puedes obligar a alguien a hacer algo que no está en el guión. Me sentí humillada y abusada, tanto por Brando como por Bertolucci. Después de la secuencia, Marlon ni siquiera se disculpó. Afortunadamente fue una sola toma”. Luego, en 2013, cuando la Cinemateca Francesa homenajeaba al director italiano, contó él mismo que la idea de la escena de la mantequilla surgió entre él y Jasper Keen durante ese mismo día de rodaje y ninguno aviso a la actriz.
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A pesar de la polémica que rodea al filme, [Pelicula] El Último Tango en París, es considerada una obra maestra del cine y una de las mejores cintas de Bertolucci, gracias a su lirismo y crudeza. Comienza con la que posiblemente sea la más perfecta secuencia inicial de toda su filmografía.
El Último Tango en París es una historia de dos personas que inventan sus identidades, con un realizador que se desborda en cada plano.
A continuación, lo que dijo la crítica sobre [Pelicula] El Último Tango en París:
Norman Mailer de The New York Review of Books:
Dave Calhoun de Time Out:
Del staff de Variety:
Vincent Canby de New York Times:
Pauline Kael de New Yorker:
Peter Bradshaw de Guardian:
Dave Kehr de Chicago Reader:
Alberto Abuin de Espinof:
Continúa leyendo: Bernardo Bertolucci: De El Último Tango en París a Los Soñadores
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Fue en 1972 que se estrenó el sexto largometraje de Bertolucci ([Pelicula] El Conformista, [Pelicula] El último Emperador, [Pelicula] Los Soñadores ) y desde su primer pase de prensa la película conmocionó por explorar la sensualidad de una jovencita que se engancha en un romance intenso con un hombre mucho mayor que ella, y en el que los roles de dominación son explícitos frente a la cámara. La idea de solo encuentros carnales sin saber uno del otro, removió y escandalizó las conciencias más recatadas. Incluso fue prohibida en el propio país de origen del cineasta, Italia. Un juez condenó a Bertolucci a cinco meses de prisión y ordenó quemar los negativos del filme. En España, durante el régimen franquista también fue censurada y vio su estreno cinco años después. La música del artista argentino Gato Barbieri, dotó a la película de un aire de tragedia y erotismo.
Maria Schneider murió de cáncer en 2011, a los 58 años. Y en varias ocasiones habló sobre una escena de la cinta que le tocó grabar cuando tenía 19 años, una secuencia no consensuada. Contó al Daily Mail en 2007 que tras el rodaje volvió a las drogas e intentó suicidarse. “Debería haber llamado a mi agente o mandado a mi abogado al set porque no puedes obligar a alguien a hacer algo que no está en el guión. Me sentí humillada y abusada, tanto por Brando como por Bertolucci. Después de la secuencia, Marlon ni siquiera se disculpó. Afortunadamente fue una sola toma”. Luego, en 2013, cuando la Cinemateca Francesa homenajeaba al director italiano, contó él mismo que la idea de la escena de la mantequilla surgió entre él y Jasper Keen durante ese mismo día de rodaje y ninguno aviso a la actriz.
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A pesar de la polémica que rodea al filme, [Pelicula] El Último Tango en París, es considerada una obra maestra del cine y una de las mejores cintas de Bertolucci, gracias a su lirismo y crudeza. Comienza con la que posiblemente sea la más perfecta secuencia inicial de toda su filmografía.
El Último Tango en París es una historia de dos personas que inventan sus identidades, con un realizador que se desborda en cada plano.
A continuación, lo que dijo la crítica sobre [Pelicula] El Último Tango en París:
Norman Mailer de The New York Review of Books:
Más allá de sus errores y horrores, incluso como una aventura llena de imperfecciones, es una gran aventura cinematográfica que merece ser vista.
Dave Calhoun de Time Out:
Es la película de Brando: sus diálogos son devastadores.
Del staff de Variety:
Un estudio desigual, enrevesado y, sin duda, que suscita disputas sobre la pasión sexual, en el que Marlon Brando ofrece una actuación verdaderamente notable.
Vincent Canby de New York Times:
Es una película deprimente, pero también es divertida, sobre todo cuando intenta no serlo.
Pauline Kael de New Yorker:
Cuando Brando improvisa dentro de la estructura de Bertolucci, se realiza todo su arte; Su actuación es intuitiva, arrebatada, principesca. Trabajando con Brando, Bertolucci logra el realismo con el terror de la experiencia real que sigue viva en la pantalla.
Peter Bradshaw de Guardian:
Nadie hace más películas de sexo como esta.
Dave Kehr de Chicago Reader:
La extravagancia operística del estilo de Bernardo Bertolucci ha surgido con mayor claridad desde este drama de 1972, que aún logró parecer vagamente naturalista en medio de sus extravagantes movimientos de cámara y su construcción excéntrica.
Alberto Abuin de Espinof:
Una película que pierde todo interés e incluso es bastante insoportable cuando Brando no está en la pantalla.
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