Quizás desde Luis Buñuel el mundo no hablaba tanto sobre un director español o al menos no se estaba al tanto de sus movimientos, pero Pedro Almodóvar apareció para convertirse en un ícono para los amantes del cine, tanto para los hispanohablantes como para el resto del mundo, al que cautivó con cintas que son capaces de reflexionar en la mezquindad humana, la estupidez, la belleza y lo absurdo que puede ser el lugar en el que vivimos, pasando de una actitud más irreverente en el inicio de su carrera a una más apaciguada, más cercana al melodrama pero igual de destacable e impresionante.
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Nacido un 25 de septiembre de 1949 en Ciudad Real, España, Almodóvar es el director de cine español de mayor renombre fuera de su país, y también el que más ha sido aclamado en las últimas décadas. Proviene de una familia de arrieros y desde pequeño estuvo marcado por la presencia de mujeres, lo que después plasmaría en algunas de sus historias. A los 18 años se había trasladado a Madrid para estudiar cine, pero se encontró con que la Escuela de Cine había cerrado. Así, pasó por numerosos trabajos e incluso formó un dúo de punk-glam rock llamado Almodóvar y McNamara, en el que generó canciones cómicas. En 1986 fundó, junto con su hermano Agustín, la productora El Deseo y en cuatro años ya estrenaba La ley del deseo, Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios - 89%, ¡Átame! y Tacones Lejanos - 50%.
Para ese entonces ya había causado repercusión a nivel internacional y su cinta Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios se convirtió en su primer contacto con los premios Óscar al obtener la nominación en la categoría de Mejor Película en lengua extranjera. El éxito rotundo le llegó en 1999 con Todo Sobre Mi Madre - 
98% y con aquella cinta también llegó un premio Óscar, un BAFTA, un César, un Globo de Oro y el premio a Mejor Director en el Festival de Cine de Cannes. La siguiente en repetir la historia (y los premios) fue Hable con Ella - 92%, con la que además recibió una nominación al Óscar como Mejor Director, pero al final recibió su segunda estatuilla por la categoría de Mejor Guión Original.
Su obra más reciente podría llevarlo por el misma camino y estuvo cerca de lograrlo en Cannes, aunque un premio no es algo que le quite el sueño al director. Dolor y Gloria - 96% es la película número 21 de su filmografía y cuenta con la colaboración de Penélope Cruz. Es protagonizada por Antonio Banderas en el papel de Salvador Mallo, un aclamado director de cine en sus horas bajas. Sus recuerdos lo llevan a su infancia en el pueblo de Paterna, en los años 60, junto a sus padres, sus primeros amores, su primer amor ya de adulto en la década de 1980 y su posterior ruptura, con la escritura como terapia para olvidar y el descubrimiento temprano del cine.
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Aunque en esta ocasión parece referirse a sí mismo una vez más, es la forma en la que retrata a sus personajes femeninos lo que se ha convertido en su marca personal. Su trabajo se ha caracterizado por romper los estereotipos, pero sin mujeres sus películas no tendrían sentido y las hay de varias formas; con mucho fuego, con mucha humanidad, con evolución y con la comedia de la vida, siendo que muchas veces las deja llevarse más por la pasión que por la razón.
La Ley del Deseo - 100%
Esta película de 1987 cuenta la historia de un triángulo de amor homosexual, con Pablo (Eusebio Poncela), un director de cine homosexual que conoce a Antonio (Antonio Banderas) la noche del estreno de una de sus obras, lo que traerá trágicas consecuencias. Pablo en realidad no está enamorado de él sino de Juan (Miguel Molina), su expareja que, pese a admirarlo profundamente, no le corresponde en su amor. La historia se complementa con Tina (Carmen Maura), la hermana transexual de Pablo. Pauline Kael de The New Yorker dijo en su reseña:
La película es festiva. No disfraza su narcisismo; lo convierte en una tragicomedia de colores brillantes. Este hombre alocado tiene verdadero talento.
La película de 1999 cuenta la historia de Manuela (Cecilia Roth), una mujer que pierde a su único hijo (Eloy Azorín) el mismo día que el chico celebra su diecisiete cumpleaños. Destrozada por tan irreparable pérdida, huye del presente refugiándose en el pasado. Viaja hasta Barcelona de donde salió embarazada hace dieciocho años. Va en busca del padre de su hijo, quien nunca supo que Manuela había sido madre. Philip French escribió en su reseña para The Guardian:
Divertida, triste y emocionalmente generosa. Todas las actuaciones son excelentes y la película está inmaculadamente diseñada
A modo de reflexión personal, cuenta con Antonio Banderas en el papel de Salvador Mallo, un aclamado director de cine en sus horas bajas. Sus recuerdos lo llevan a su infancia en el pueblo de Paterna, en los años 60, junto a sus padres, sus primeros amores, su primer amor ya de adulto en la década de 1980 y su posterior ruptura, con la escritura como terapia para olvidar y el descubrimiento temprano del cine. Víctor Esquirol escribió en su reseña para Film Affinity:
Es Almodóvar en la cúspide -invernal- de su carrera, convirtiendo el monólogo en diálogo con el espectador; tumbándose en su propio legado como quien se tumba en el diván. Compartiendo recuerdos, vivencias y sabiduría, para no ser presa de los fantasmas; de la depresión reclusiva.
Benigno (Javier Cámara) es un enfermero que se enamora de una bailarina a la que no conoce. Tras un accidente, ella entra en coma y acaba bajo su cuidado. Cuando una torera (Rosario Flores) sufre una cogida y cae en coma, es llevada a la misma sala y Benigno entabla amistad con su acompañante, Marco (Darío Grandinetti). Dentro de la clínica, la vida de los cuatro personajes fluye en todas las direcciones, pasado, presente y futuro, arrastrando a los cuatro a un destino insospechado. Carrie Rickey escribió en su reseña para Philadelphia Inquirer:
Un poderoso y conmovedor filme sobre hombres que creen querer perderse en sus mujeres, entonces están sorprendidos cuando se dan cuenta de que ellos son los que han estado comatosos.
Raimunda (Penélope Cruz) es manchega, pero vive en Madrid. Está casada con un obrero en paro (Antonio de la Torre) y tiene una hija adolescente (Yohana Cobo). Su hermana Sole (Lola Dueñas) se gana la vida como peluquera. Ambas echan de menos a su madre (Carmen Maura), que murió en un incendio. Pero, inesperadamente, la madre se presenta en casa de su hermana; después va a ver a Sole, a Raimunda y a Agustina (Blanca Portillo), una vecina del pueblo. David Germain escribió en su reseña para Asociated Press:
Una película vibrante llena de clase, imaginación y que sobre todo, es un largometraje cien por ciento Almodóvar.
El relato trata de un ex-torero que se excita al matar, una abogada con el mismo fetiche y un joven enloquecido por su educación religiosa; estos son los principales personajes de esta comedia de humor negro con estilo sobre el lado oscuro de la naturaleza humana. El crítico Kevin Thomas dijo en su reseña para Los Angeles Times:
Por suerte, la película atrae más de lo que repele... Es un film maravillosamente fluido y oscuramente sensual en el que Almodóvar saca actuaciones exquisitamente controladas.
Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios - 89%
Cuenta la historia de una mujer, de nombre Pepa (Carmen Maura), que fue abandonada por su pareja sentimental Iván (Antonio Banderas). Ella intenta usar todos los medios para contactarlo para saber por qué la ha abandonado, tras descubrir que estaba embarazada. Ella confronta a la ex esposa de Iván y su hijo, quienes no saben nada. Mientras tanto, teme que la policía los encuentre por culpa del crimen realizado por él. Los caminos de todos se cruzan una y otra vez, complicando todo. El crítico Vincent Canby escribió en su reseña para The New York Times:
En esta película, Almodóvar apuesta por el encanto más que por la conmoción. Que lo consigue con éxito no debería ser ya sorpresa.
A principios de los años 60, Ignacio y Enrique, conocen el amor, el cine y el miedo en un colegio religioso. El Padre Manolo (Daniel Giménez Cacho), director del centro y profesor de literatura, es testigo y parte de esos descubrimientos. Los tres vuelven a verse a principios de los 80, y ese reencuentro marcará sus vidas. Ignacio, que ahora se llama Ángel (Gael García Bernal), es un travestido que aspira a ser actor. Por su parte, Enrique (Fele Martínez) se ha convertido en un reputado director de cine. Juntos recordarán los oscuros años vividos en la escuela. Peter Bradshaw dijo en su reseña para The Guardian:
Un melodrama de cine negro desconcertante y arrebatador, un poco como el Vértigo de Hitchcock con capas de confusión y contradicción
Cuando el escritor Mateo Blanco (Lluís Homar) viajaba con Lena (Penélope Cruz), la mujer de su vida, sufrió un accidente de coche que lo dejó ciego. Harry Caine es el pseudónimo con el que firma sus trabajos literarios. Como director de cine usa, en cambio, su nombre real. Harry Caine vive de los guiones que escribe gracias a la ayuda de Judit García (Blanca Portillo), su antigua y fiel directora de producción, y de Diego (Tamar Novas), el hijo de ésta, su secretario, mecanógrafo y lazarillo. La historia de Mateo, Lena, Judit y Ernesto Martel es una historia dominada por la fatalidad, los celos, el abuso de poder, la traición y el complejo de culpa. Joe Morgenstern escribió en su reseña para The Wall Street Journal:
Totalmente deliciosa. La presencia de Penélope Cruz es incendiaria y el amor de Almodóvar por el cine impregna cada fotograma de este bello filme.
Se trata de una de las películas más raras del cineasta. Cuenta la historia del doctor Robert Ledgard (Antonio Banderas), eminente cirujano plástico, que ha dedicado años de estudio y experimentación a la elaboración de nueva piel a raíz de que su esposa sufriera quemaduras. Para poner en práctica este hallazgo revolucionario es preciso carecer de escrúpulos, y Ledgard no los tiene. Pero, además, necesita una cobaya humana y un cómplice. Marilia, la mujer que lo cuidó desde niño, es de una fidelidad perruna: nunca le fallará. El problema será encontrar la cobaya humana. Manohla Dargis escribió en su reseña para The New York Times:
Un film estimulante... es una película de Almodóvar con todos los dones que ello implica: técnica lapidaria, perversidad calculada, e inteligentemente ingeniosa.
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